El Chelsea alienta a sus perseguidores
El líder de la Premier empata en casa del Burnley y da la opción al Manchester City de situarse a ocho puntos si vence este lunes en Bourmenouth
“Si ganan va ser muy difícil que alguien les pueda alcanzar”, había anticipado Mauricio Pochettino, el entrenador del Tottenham. “No van a dejar escapar tanta ventaja”, apuntó José Mourinho desde Manchester, sin dejar de dar puntada con su fino hilo: “Es un equipo defensivo, que explota el contragolpe y la estrategia. Por eso son fuertes”. En Liverpool el que advierte Jürgen Klopp: “Si se confían todavía es posible que alguien les atrape” y el Arsenal todavía sueña. “Esto no se ha terminado”, avisa Arsène Wenger. Todos miran hacia el Chelsea y el líder de la Premier concede una mínima esperanza a creyentes y escépticos porque no pudo ganar en Burnley (1-1), así que incluso Antonio Conte, su técnico, prefiere ser prudente: “Todavía hay seis equipos que pueden ganar el campeonato”, explicó antes de regresar a Londres. A tres jornadas del final tiene a Tottenham y Arsenal a diez puntos de distancia, el Liverpool está a once y el Manchester United a doce. Si este lunes el Manchester City suma su tercera victoria consecutiva y vence en su desplazamiento a Bournemouth regresará a la segunda plaza tras quince jornadas sin estar a esas alturas. Se situaría a ocho puntos del líder. “La diferencia es muy grande. Dependemos del Chelsea”, valora Pep Guardiola.
Resultados de la jornada 25 de la Premier League
Arsenal - Hull 2-0
West Ham United - West Brom. 2-2
Sundeland - Southampton 0-4
Stoke City - Crystal Palace 1-0
Middlesbrough - Everton 0-0
Manchester United - Watford 2-0
Liverpool - Tottenham 2-0
Burnley - Chelsea 1-1
Swansea - Leicester 2-0
Bournemouth - Manchester City (lunes 13. 21 horas)
El Chelsea semeja firme, pero envía alguna señal alentadora para sus perseguidores porque ya no es el rodillo que encadenó trece victorias consecutivas. En las tres últimas jornadas ha tropezado en dos ocasiones, en sendas salidas a Liverpool y Burnley, este último territorio comanche para casi todos los equipos del campeonato, feudo en el que el equipo local ha obtenido 29 de los 30 puntos que le contemplan. Sólo Chelsea, Arsenal y Tottenham presentan mejores números en sus partidos de casa.
Campeón de la pasada Championship, el Burnley abandera la vieja esencia de un fútbol cada vez más mestizo, con más influencias foráneas. En su plantilla apenas integra a dos jugadores (el belga Defour y el islandes Gudmunsson) que no han nacido en las Islas. Ninguno de ellos se alineó en el partido contra el Chelsea, en una tarde de frío y agua nieve en el añejo Turf Moor. Todos los esterotipos sobre el fútbol inglés se pueden aplicar al Burnley, que sabe manejar los resortes en su fortín para convertirse en un dolor de cabeza para cualquier rival. “Respeto total para un equipo así”, zanjó Conte cuando le preguntaron si no le resultó primitivo. El Chelsea se adelantó a los siete minutos con un gol de Pedro, pero jamás estuvo cómodo, menos todavía cuando Brady empató en el ecuador de la primera parte al transformar un libre directo. El partido se completó con un 29% de la posesión para el equipo local, pero sin mayores agobios que los derivados de un titánico esfuerzo de contención. Hazard y Diego Costa pasaron de puntillas ante la coriácea zaga local y las maniobras de Conte desde la banda fueron inocuas por más que rompiese su sacrosanta zaga de tres centrales y dos carrileros para acumular hombres por dentro y en posiciones adelantadas. No hubo manera de romper la defensa del Burnley. Apenas en dos ocasiones logró disparar el Chelsea entre los tres palos.
“Demostramos compromiso, jugamos para ganar y la mentalidad fue buena, pero no podemos creer que lo tenemos todo hecho. Nada se ha acabado”, avisa Antonio Conte, que no entró a valorar el punto obtenido. “Ya veremos al final si es bueno o no”. A la vista de los problemas de su perseguidores no tiene porque parecer malo y más si se atiende a que el calendario se allana para el Chelsea con Swansea, West Ham, Watford, Stoke City y Crystal Palace por delante antes de recibir el primer día de abril al Manchester City en una cita que se antoja determinante. Todo lo tienen de cara porque además la expectativa de que la disputa del campeonato se apriete tropieza con la realidad de que el Arsenal ha perdido dos de sus tres últimos partidos, el Liverpool logró vencer este fin de semana tras cinco jornadas sin lograrlo y el Tottenham apenas suma un triunfo en sus últimos cuatro duelos. “Nosotros somos nuestros propios enemigos”, resuelve Pochettino. Y en Manchester, tanto City como United se lamen las heridas. El equipo de Guardiola trata de levantar cabeza tras decepciones no tan remotas y Mourinho pilota un equipo que no pierde desde el 23 de octubre, lleva 16 jornadas sin caer, pero no acaba de escalar. “Nos sobra algún empate en casa durante ese tiempo”, lamenta el técnico portugués.
En cualquier caso, todos están en manos del Chelsea, que a falta de saber que sucede con el City en su desplazamiento al sur de Inglaterra atesora a la mayor ventaja de un líder de la Premier a estas alturas en las once últimas temporadas, casi al nivel de las dos excepcionales campañas entre 2004 y 2006 cuando ganó la Premier con 91 y 95 puntos, plusmarca desde que la competición adquirió el formato actual.
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