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Dovizioso se da una alegría en la lluviosa Sepang

El italiano se impone a Rossi, subcampeón del mundo, y Lorenzo en una jornada repleta de caídas, entre ellas la de Márquez

Nadia Tronchoni
Dovizioso se abraza a su trofeo ante la mirada de Lorenzo.
Dovizioso se abraza a su trofeo ante la mirada de Lorenzo.MANAN VATSYAYANA (AFP)

Entre tormenta y tormenta, sale el sol y brilla como si no fuera a llover más en meses. Pero los meses apenas duran unos minutos en el sureste asiático. En Sepang descarga cuando se le antoja. Y no avisa. La poca previsión posible la ha garantizado en este gran premio de Malasia el nuevo asfalto que cubre la pista, que no drena como el anterior, de modo que un chaparrón de diez minutos basta para que no se seque en toda una carrera de MotoGP, por mucho que asomen los rayos del sol. Así que difícilmente se vería una prueba flag to flag. Y era ridículo jugársela a una estrategia de neumáticos distinta. Si la salida se retrasó porque llovía a cántaros, estaba claro que el suelo seguiría mojado minutos más tarde. De lo que se trataba era de tener el coraje suficiente para tirar en los minutos iniciales, la osadía justa para no irse al suelo demasiado pronto, que ya se sabe cómo son estas carreras en agua, y la delicadeza para tratar los neumáticos con el suficiente tacto, pues el objetivo era llegar en las mejores condiciones a las vueltas finales, cuando la pista (seguramente) estaría algo más seca.

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Fue, lo que se llama, un juego de supervivencia. Y triunfaron los tipos cautos, como Dovizioso, magnifico ganador, confiado desde la pole, lo suficientemente agresivo al inicio para no dejar escapar a Rossi, siempre un líder en estos escenarios de tierras movedizas; lo bastante paciente como para esperar el momento preciso, o el fallo del otro (más bien), como ocurrió en este caso. Cautos, también, como Lorenzo, que como él mismo admitió, acabó en el podio por eliminación. No se sabe qué hubiera sido capaz de hacer en las últimas vueltas si no se hubieran caído por delante de él Iannone, Márquez y Crutchlow. Pero como lo hicieron, no necesitó arriesgar cuando en la pista comenzó a haber menos agua y él mejoraba sus tiempos (necesariamente) a cada vuelta.

“He tenido suerte. Sin las caídas hubiera acabado quinto o sexto”, admitió. Pero terminó tercero. Por detrás de Rossi, eso sí. Fue el encargado de animar el cotarro, de levantar al público de sus asientos con sus pasadas y un maravilloso duelo con Iannone –maravilloso de ver, “difícil” para el que lo sufrió: “siempre te devuelve un adelantamiento”, dijo– y se asegura ya matemáticamente el subcampeonato de este Mundial magnífico que con la victoria de Dovizioso asiste al triunfo del noveno piloto distinto en un solo curso. Lo nunca visto.

Cuando comenzó la carrera –algo más tarde de lo previsto, después de que pasara el chaparrón y bajara el volumen de líquido en la pista– las motos levantaban tanta agua a su paso que la visibilidad era casi nula. Salió Lorenzo lanzado a por la primera posición. Y se puso en cabeza tras unas pocas curvas. Pero pocos tenían intención de tomarse aquellas primeras vueltas con calma y en un pispás el de Yamaha acabó cayendo a la sexta plaza. Mientras, Rossi tomaba el mando y las Ducati, fantástica la potencia en las dos rectas de Sepang, mejor la aceleración a la salida de las curvas lentas, que son muchas en este circuito, le seguían de bien cerca.

Lorenzo lidera al grupo en la salida.
Lorenzo lidera al grupo en la salida.MANAN VATSYAYANA (AFP)

Por detrás de ellos, Márquez se las tuvo que ver con Crutchlow para defender la cuarta plaza. Había apostado por unos frenos con discos de carbono (más grandes) que no había probado hasta ahora ni en una sesión libre. Y aquello le estaba salvando: le permitía ganar en frenada todo lo que perdía en las aceleraciones. Hasta que se fue al suelo.

Ni siquiera la caída de Crutchlow le sirvió de aviso. Se cayó un giro antes que él. Al español la moto se le fue de las manos en el ápice de la curva 11: perdió la goma delantera. Quedaban ocho vueltas. “Creo que habría acabado segundo. O tercero si Valentino me hubiera apretado, que nunca se sabe. Lo bueno es que ya soy campeón del mundo”, dijo. Es la segunda semana consecutiva que repite el discurso, lo que da buena cuenta de lo que se contuvo para ganar el campeonato, de lo que ha sufrido para llevar a esta Honda a lo alto del podio y del valor que tiene este su tercer Mundial de MotoGP.

El campeonato echará el telón el domingo 13 de noviembre en el circuito Ricardo Tormo de Cheste.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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