El medallón de Franco de la plaza de Salamanca será retirado
La Comisión de Patrimonio de la Junta concluye que no hay "razones" para mantener la figura "en su ubicación"
Los miembros de la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural, dependiente de la Junta de Castilla y León, han concluido, por unanimidad, que el medallón del dictador Francisco Franco situado en la Plaza Mayor de Salamanca desde 1936 no cuenta con las "razones suficientes protegidas por la ley" que "obliguen a mantenerlo necesariamente en su actual ubicación", el Pabellón Real, dedicado a figuras de la monarquía española. Por lo tanto, la efigie podrá ser retirada, en cumplimiento con la denominada Ley de Memoria Histórica, de 2007 y tras la petición que hicieron para que la Comisión se pronunciara diversas organizaciones, incluidos los tres partidos en la oposición (PSOE, Ciudadanos y Ganemos Salamanca).
El informe aprobado por la Comisión Territorial es un dictamen de este órgano competente en materia de Patrimonio Histórico, ha informado hoy, miércoles, la Delegación Territorial de la junta castellanoleonesa. Ahora, el Ayuntamiento salmantino deberá elaborar un proyecto técnico para la retirada de la figura, una de las más de cincuenta pertenecientes a personajes históricos que decoran el perímetro interior de la plaza, informe Efe. El consistorio salmantino ha emitido ya un comunicado en el que anuncia la elaboración de ese informe que recoja las condiciones técnicas que deben guiar los trabajos de retirada del medallón, "con el fin de garantizar que no se produzca ningún daño en la Plaza Mayor", un monumento nacional de 1755.
Tras esta medida de la Comisión Territorial, la historiadora María José Turrión, que publicó un artículo en EL PAÍS el pasado 19 de enero en el que abogaba por la retirada de la efigie del dictador, ha destacado, en conversación telefónica con este periódico, que la decisión "tenía que ser tomada por unanimidad" para que fuera efectiva, como así ha sido finalmente.
En la reunión, los integrantes de la comisión han asumido un informe de uno de sus miembros, Antonio Casaseca, catedrático de Historia del Arte de la Facultad de de Geografía e Historia de la Universidad de Salamanca, en el que establecía que "los deterioros sufridos desde hace años" por la imagen "permiten plantear la posibilidad de que sucesivas restauraciones hayan alterado significativamente la obra original, y que los valores artísticos que pueda tener sean en realidad más fruto de estas intervenciones que de los propios artistas que la diseñaron y esculpieron". Casaseca se refería así a los sucesivos actos vandálicos contra el medallón ocurridos cada 20 de noviembre, coincidiendo con el aniversario de la muerte de Franco.
La comisión estima que en el medallón "no concurren las suficientes razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la ley" y "previstas en el artículo 15.2 de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre [la ley de memoria histórica], por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura". Por lo tanto, no hay razones para indultar esta obra.
María José Turrión, que pertenece al Cuerpo Facultativo de Archiveros del Estado y fue la primera directora del Centro Documental de la Memoria Histórica, creado sobre el esqueleto del Archivo de la Guerra Civil de Salamanca, ha añadido que el acuerdo adoptado es "un acto de justicia y de coherencia con el Estado de Derecho y la democracia". La colocación del medallón durante la Guerra Civil "fue una agresión a la historia de ese pabellón real, que es de monarcas, no tenía ninguna razón de ser su permanencia". La historiadora está convencida de que "la sociedad salmantina se beneficiará del espíritu democrático de las instituciones".
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