¡Farinelli, a escena!
Gustavo Tambascio ahonda en el mayor 'castrato' de la historia mientras Londres le rinde homenaje
Entre todos los enigmas que sobreviven el tiempo, se encuentra la fascinación por aquellas voces de mujer atrapadas en cuerpos de hombre. Los castrati. Y de entre todos ellos, Carlos Broschi, Farinelli: el más grande que dio aquella retorcida afición contra natura, creada en los monasterios para honrar a Dios sin que nadie pudiera evitar que se transformara en la génesis del divismo, entrado ya el siglo XVIII.
Rey de la escena, estrella global por derecho, sensible, razonable, inteligentísimo, nadie hablaba mal de Farinelli. Bueno, noble, exquisito, solitario, el artista sigue brillando en el siglo XXI con una constante recuperación de su figura. Gustavo Tambascio (Buenos Aires, 1948) lo ha escogido como símbolo de muchas cosas, médium cristalizador de un siglo, el de las luces, que dio lugar a la más explosiva modernidad presente.
En Farinelli, el castrato del rey Felipe, el dramaturgo y director de escena explora su etapa española para un espectáculo que se estrena hoy en los Teatros del Canal: "Fue una época importante para él, pero sobre todo para España, porque, aparte de cantarle al rey Felipe V, se dedicó a introducir a lo grande este arte en la corte. Aun así, no ha sido apenas reconocido. No tiene ni una calle en Madrid".
La etapa de Farinelli protegido por los dos primeros Borbones, Felipe V y Fernando VI, se alargó dos décadas. Llegó gracias al empeño de Isabel de Farnesio, que finalmente convenció a su hijo Carlos III de echarlo, para tratar de curar con terapias musicales las depresiones de su marido. "Descubrió con ello otro sentido a su canto y forjaron una relación de plena confianza", afirma el autor.
Cuenta la leyenda que Felipe V estaba encerrado en su habitación de La Granja de San Ildefonso, sin querer salir, pero que al oír la voz de Farinelli, recién aparecido tras un viaje de días desde Londres, se decidió a abandonar su escondrijo. Debía poner orden en medio de una corte patas arriba, con horarios cambiados, que dormía de día y vibraba de noche, tratando de adecuarse a su caprichoso reloj biológico.
"El mundo de los 'castrati' se me antoja una especie de 'freak show' Iestyn Davies, contratenor
Si a Tambascio le ha guiado el rigor no exento de adecuada fantasía, en Londres no ha ocurrido lo mismo con Farinelli and the king. La producción de The Globe ha seducido al público con llenos continuados y la crítica a favor, pese a que se pasara por el forro cualquier atisbo de verosimilitud histórica. Sus bazas eran importantes. Como protagonista, el contundente y sobrio Mark Rylance, en la piel de un lunático Felipe V. El actor está en racha en pleno Hollywood tras haber aparecido en El puente de los espías, de Spielberg, junto a Tom Hanks.
La voz de Farinelli, evocada a lo largo de todo el espectáculo, estaba interpretada por Iestyn Davies, uno de los contratenores más exquisitos del momento. Su visión del personaje es piadosa: "No crea que me atrae mucho el mundo de los castrati. Se me antoja una especie de freak show, una sensación más circense, previa a lo que debía suponer ver cosas como el hombre elefante", confiesa Davies a EL PAÍS.
Aun así, la figura del castrato napolitano vive toda una eclosión. Algo que confirma Luigi Verdi, director del Centro de Estudios Farinelli en Bolonia, la ciudad donde pasó los últimos 20 años de su vida y murió. Hoy llega a España con Il Farinelli ritrovato, compendio con varios estudios, que ponen al día aspectos de su última etapa, además de un análisis de sus restos tras haberlo exhumado.
Verdi, que presenta el libro hoy en los Teatros del Canal, cree que la atracción entre curiosa y fatal que desprende el personaje se debe a su fuerza simbólica como hijo de un tiempo: "Más allá de la música, de la recuperación del repertorio de la época en las últimas tres décadas, Farinelli representa muchos aspectos del XVIII como hombre cultísimo, como fino político, como promotor de espectáculos. Era todo un ejemplo de complejidad y variantes".
Madrid y Londres, dos ‘castrati’ a la vez
Farinelli, el castrato del rey Felipe,escrito y dirigido por Gustavo Tambascio, se estrena hoy en los Teatros del Canal de Madrid.
Farinelli and the King, en The Globe Theater (Londres), es uno de los fenómenos de la temporada. Escrita por Claire van Kampen, es un espectáculo plagado de aberraciones históricas cuyo principal interés reside en la interpretación de Mark Rylance y la presencia del contratenor Lestyn Davies.
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