Un Orwell para la generación YouTube
Neil Burger y su dúo protagonista defienden que 'Divergente' es algo más que otro filme de futuro apocalíptico para adolescentes
Que no, que no se ha vendido al cine adolescente. El cineasta Neil Burger lo quiere dejar claro: "Para mí, esta historia no era distinta a ninguna otra de las que he querido filmar. Es una película adulta con temas adultos". Su reparto de la distopía Divergente, el dúo chica/chico compuesto por los jóvenes Shailene Woodley y Theo James, lo secundan: "Me alegra que consiguiéramos salvarla y hacerla tan dura como podía y debía ser", afirma James, que interpreta a un duro instructor de Osadía que acabará inevitablemente prendado de su pupila, Woodley.
Hay elementos en la película que les dan la razón. Para empezar, que muere mucha gente, malos y buenos, aunque eso también ocurra en Los juegos del hambre. Lo que sí es novedad en Divergente es su enfoque para describir en detalle cómo funciona una sociedad de castas basada en la meritocracia. Verdad, Erudición, Cordialidad, Osadía y Abnegación son los cinco estratos que estructuran el mundo de la película y la trilogía de novelas escritas por Veronica Roth. Lo normal es que uno siga el camino de sus padres, de tal palo abnegado o cordial tal astilla abnegada o cordial, pero también se tiene la posibilidad de cambiar de bando si uno siente en su ritual de iniciación que su camino debería ser otro. Ahora sí, una vez elija, ya no hay marcha atrás.
Esta atención al detalle, que Burger potencia con un ritmo bastante más moroso de lo que suele ser habitual en el cine adolescente, se plasma en un primer tercio de película dedicado a explorar un mundo que picotea en la República de Platón, la sociedad hindú y el totalitarismo futurista de un Orwell. Su director encontró en esta descripción su motivo esencial para sumarse al proyecto: "Es una historia política. Trata sobre cómo nos preguntamos la manera de encontrar la solución menos mala para convivir, de las estructuras que tenemos que crear para lograrlo". También sus actores se vieron atraídos por lo mismo, como afirma Theo James: "Es de lo que más hablamos con Veronica [Roth, la novelista]. Descubrir cómo son los personajes ya es asunto nuestro, pero entender cómo funcionaba el mundo era fundamental. Y ella nos lo explicó al detalle". Su compañera de reparto dice que está de acuerdo con su compañero en todo.
El tópico del que nadie puede escapar cuando se habla de cómo ha madurado el cine pop en estos tiempos es el Batman de Christopher Nolan. James es uno más: "Es que todo empieza con Batman begins. Las cosas han cambiado mucho desde Crepúsculo. No es que tenga nada en especial contra ella, pero me alegro de que ahora el público más joven quiera historias más oscuras". Woodley vuelve a decir que piensa lo mismo, sin más comentarios.
Donde la actriz se explaya es en la química que ambos debían sentir: "Rodamos la película cronológicamente. A medida que nos sentíamos más cómodos como personas nuestros personajes experimentaban lo mismo en la trama. Cuando me vi por primera vez la película me pareció sentir mucha más energía incluso de la que había sentido en el rodaje. [a Theo James] ¿No te pasó lo mismo?". Theo, que se declara "cínico por naturaleza", contesta un "Sí, sí", sin levantar la mirada. Un par de preguntas después pica a su compañera a tenor de una secuencia en la que Woodley se las tiene que ver con un tanque de cristal que se va inundando: "¿Te entraba agua en la boca?". "Todo el tiempo". "Pues se te veía muy bien, muy en tu sitio, muy creíble". "Pues mira, las burbujas eran de mentira. Casi todas por ordenador".
¿Que si tengo pesadillas con 'Los juegos del hambre'? No sé, son muy diferentes. Theo James, actor.
Puyitas y flores mutuas aparte, director y actores partirán por caminos distintos para la segunda parte. "No quiero repetir. Hice la película que quise hacer y ahora es el momento de que lo coja otra persona". A Woodley y a James les da "mucha pena" perderlo, pero tienen ganas de ponerse manos a la obra con la segunda entrega. "La sociedad está en guerra total en la continuación y al no tener que presentar el contexto y a los personajes, se puede contar mucha más historia", subraya James. Sobre su gran sombra, la tremendamente exitosa Los juegos del hambre —de la misma casa, por cierto, la especialista en superproducciones para jóvenes Summit Entertaiment, comprada con inteligencia por Lionsgate— prefieren no decir gran cosa. "¿Que si tengo pesadillas con Los juegos del hambre?" bromea James. "No sé. Son muy diferentes. De veras que soy un tío muy cínico, pero creo que en esta saga como una historia que tiene cosas que contar por sí misma". Eso sí, aspirar a ser adulta, profunda y seria es una cosa y cambiar las reglas del negocio otra. Como en Harry Potter, Crepúsculo o Los juegos del hambre en Divergente también habrá que pasar por taquilla dos veces para ver al completo el último capítulo.
Babelia
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