_
_
_
_

La madre de todos los placeres culpables

Toni García

Es inverosímil, absurda, delirante casi siempre, frívola y vacua. El presidente de Estados Unidos (nada menos) es un pimpollo, su jefe de gabinete es un homosexual amargado e intrigante, su vicepresidenta una ultra-religiosa con menos luces que un apagón, su amante una abogada disfuncional (o quizás no sea abogada) y su mujer una chiflada con arranques de redneck. Y así podíamos seguir hasta el día del juicio final, porque Scandal (Fox, dial 21 de Digital +, y Cuatro) es la serie más descacharrante que ha dado la tele desde los tiempos de Los vigilantes de la playa.

La trama, que sigue a un grupo de fixers (solucionadores de problemas, como Ray Donovan) que se llaman a sí mismo gladiadores con corbata (o algo parecido), comandados por una señora de labios perpetuamente temblorosos llamada Olivia Pope, parece sacada de un mal libro de Dan Brown (reiteración, lo sé). Los actores, empezando por Kerry Washington, la propietaria de los labios antes mencionados, parecen empeñados en pasearse por el fino hilo que separa el desvarío de la hilaridad y los diálogos (uno no sabe si en serio o en broma, o quizás las dos cosas a un tiempo) producen en el observador un serio enrojecimiento facial, seguido de una sonrisa congelada o una –incrédula- carcajada.

Nada en Scandal hace pensar en algo que no sea una turba enfurecida dirigiéndose a los estudios de ABC dispuestos a acabar con la serie de una vez por todas. Sin embargo, no hay mayor placer (culpable) que sentarse a contemplar a esta panda de miserables, rateros, estafadores y emperadores de la manipulación tratando de hacer creíbles unos guiones que merecen ocupar un lugar de lujo en el panteón de la ignominia catódica.

La gran virtud de Scandal es precisamente la perversión de ese lenguaje propio de la política para encajarlo en los goznes del culebrón sin que parezca que es justamente eso lo que te ofrece. Falta entender (misión imposible me temo) si la parodia continua, la ridiculización de los lobbies, la burla (descomunal) a los mecanismos que rigen el país (lo del amaño con las máquinas de votar es sensacional) o la satirización, entendida como la reducción de la alta política al comportamiento del pene del presidente de turno, es algo buscado, voluntario (lo cual sería una absoluta genialidad) o simplemente un hallazgo fortuito. A veces es imposible pensar que Scandal no es más que la prueba viviente de la celebre cita “si no puedes con tu enemigo únete a él”. ¿Cuál es el enemigo de una serie como esta, que pretende jugar en las alturas de Washington DC? El cachondeito. Que alguien la mire y diga: “esto es de risa”. ¿La solución? Abrazar el concepto: que todos se esfuercen por hacer el ridículo de la forma más aguda y sonora posible. Así, sabiendo que en realidad asistimos a la visualización de un circo con leones de peluche, la serie se convierte en una diversión sin fin, donde sólo esperamos la próxima boutade.

Sea o no el caso, Shonda Rhimes ha montado el caballo ganador y no parece dispuesta a bajarse de él. Sin saberlo (o quizás sabiéndolo) ha parido a la madre de todos los placeres culpables, la serie de la que puedes hablar a voz en cuello con tus amigos sin temer que dejen de hablarte. A partir de ahora, cada vez que aparezca el presidente de los Estados Unidos en la sala, uno se preguntará quién será su Olivia Pope. Porque, créanme, de haberlas haylas.

Comentarios

Esta no nos llama nada, nada, nada.
Discreto punto por punto con usted. Creo que no vemos la misma serie. Tal vez necesite algo menos complicado de ver... pruebe con "Los Serrano" o "La que se avecina".
Está seguro de que está escribiendo sobre Scandal?
Dicen que es inverosimil, pero les encanta Lost. Es una historia más real claro......
A mi me parece una serie de calidad, con buenos guiones y actores, donde dan un punto de vista distinto de la alta política, nunca mostrado en pantalla de esa forma. Le animaría al crítico, ya que le parece una serie no acorde a su intelecto, que vea programas/series de "más calidad" a su modo de ver como salvame, campamento de verano, con el culo al aire... seguro que disfruta más.
Jajajajaja! No puedo estar más de acuerdo! Es un bodrio insufrible, no entiendo cómo no la han cancelado ya!
Creo que no estamos viendo la misma serie.
La crítica más valdría para "The Following" que para "Scandal". Tiene su carga ideologica ameriacana ("líderes del mundo libre", jajajaja) y tiene fallos de guión, como el 99% de las series, además en la primera temporada Olivia Pope está sobreactuada... pero, aún así, no es tan mal como la pinta esta critica. Dependerá de con que otra serie se compara.
Increible el artículo, parece que el redactor no haya visto ningún capítulo. Me parece que el problema de Scandal es que es una serie demasiado rápida para un cortito como Ud.
Pues sí, Scandal es una fantasmada americana muy jarta. Lo que no quita que se deje ver. Eso sí, yo la veo para beber un chupito cada vez que alguien dice: 'Líder del mundo libre'. MADRE MÍA. lost no iba en absoluto de 'real'.
Ah, y tampoco hace falta que 'olivia pope' se descoyunte tanto la mandíbula cuando habla xD Así que sí, es un placer culpable en toda regla. un folletín.
Te equivocas. Scandal no será la mejor serie, pero te olvidas que el punto de partida es la ciencia ficción que desde el minuto 1 vive la serie. No toda la ciencia ficción es bajo la óptica de un serial killer como Dexter, ni como Game of Thrones, ni mucho menos como Battlestar Galactica. No tiene grandes personajes como Breaking Bad o Treme, pero la serie engancha. Quizá por lo absurdo de la trama o por lo burlesco de sus personajes, pero sea por lo que sea, crea adicción. A menos que te pases de Cool y de Hipster y tu nivel de exigencia venga vinculado a un primer plano lento y emocional (de esos que nunca he visto en la vida real pero que todas las grandes series tienen) la fórmula de Shonda funciona. Eso si, es otra fórmula.
¿En serio? Los que dicen que Scandal es rápida y complicada no han visto muchas series. Ni películas. Ni leído muchos libros. Complicada....
La serie es entretenida pero sí que hay que ponerla a su justo nivel. Y su nivel no es muy allá. y no hace falta compararla con otras series sino con la media general. Además es increíble que hayan nominado a Washington.
El 95% por ciento de las series son inverosimiles. Para mi una serie como House (aclamada por muchos) es una de las mas insufribles en este aspecto, y considero las boutades de su protagonista dignas en figurar en en nº 1 del ranking. Y que decir, por ejemplo, de las parrafadas del Horatio de CSI Miami, y de muchas otras. Scandal es un culebron, esta claro, un culebron situado en los ambientes de la alta clase poíltica, pero un culebron bastante cuidado, con unas tramas que no dan respiro, y que son, a mi juicio, muy entretenidas. Ademas lleva una fuerte carga de critica a la clase politica de aquel pais, aunque sea desde un punto de vista un tanto banal, pero que en muchos aspectos puede ser bastante certero.
Y si, lo del "bebe del pueblo", "lider del mundo libre", etc, suena totalmente ridiculo en nuestro pais. Lo no que no es tan ridiculo es pensar que por aquellos lares pudiera ser posible. No me cabe duda de que esto es parte de la carga crítica de la serie. Los escandalos de Clinton, el analfabetismo del los lideres del Tea Party o del ex-vicepresidente Dan Quayle o del propio George Bush Jr... suenan inverosimiles pero resulta que fueron verdad, y en esto se apoya la serie para crear el mundo que describe.
"Discreto punto por punto con usted."Lo siento pero no puedo tomar en serio la opinión de alguien que confunde "discrepo" con "discreto". Imagino que será un fiel lector de dan brown.
Lo realmente descacharrante es leer los comentarios y comprobar cómo hay bastante gente que no sólo se toma en serio la serie (cuando no lo hace ni su creadora) sino que además la tilda de "complicada" y "rápida".Madre mía, vaya nivel de ignorancia seriéfila hay por ahí.Si Scandal les parece complicada no imagino lo que pueden considerar de The Wire o Mad Men.Hay gente para dar de comer aparte.
Leyendo entradas antiguas del blog, me hace gracia que Gran Hotel sea "una de las mejores series españolas de los ultimos tiempos", mientras que Scandal sea "la serie más descacharrante que ha dado la tele desde los tiempos de Los vigilantes de la playa"... Vamos a ver, las dos son culebrones con tramas inverosimiles, Gran Hotel esta bien ambientada, y tiene (algunos) actores buenos, pero a cambio tiene una trama cansina y reiterativa, lo que no es el caso de Scandal. Vale, a ti te gusta Gran Hotel y quizas por eso te parece buena. A mi no me gusta, prefiero mil veces Scandal, y por eso considero que, dentro de sus limitaciones y sabiendo lo que es, es una serie mucho mejor. Y hay decenas de series mucho peores que Scandal en todos los aspectos, ya sean americanas o españolas, y por eso no acabo de entender qué te ha dado por meterte precisamente con esta.
Pues a mí me gusta...
Lo q es increible es q ésta serie tenga más de 3 capitulos y Rubicón no tuviera una 2 temporada, esa si q es complicada e interesante.
Hombre, no es nada del otro mundo, pero está entretenida. Sirve para poner la mente en blanco después de los trajines diarios. Pura evasión sin exigencias. En fin.
¿Lo que leo por ahí de criticar Lost por no ser real va en serio? Madre mía. Ahí va otra: Dicen que inverosimil, pero les encanta Blade Runner.
El placer no tiene sexo... lo padecen todos los seres, incluso los asesinos. Luego el título correcto sería: la madre y el padre de todos los placeres, de comer, de bailar, de cantar, de dormir, de matar, etc., etc. Y que mejor placer que jugar con las palabras, tales son los chistes y las bromas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_