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La Filarmónica de Viena recibe a 2010 con una llamada a la alegría de vivir

Georges Prêtre dirige con maestría un Concierto de Año nuevo muy romántico y francés con una primicia: la 'Champagner-Galopp' del danés Christian Lumbye

El deseo del maestro francés Georges Prêtre de enviar al mundo una "declaración de amor" con el Concierto de Año Nuevo se ha cumplido esta mañana con creces en un recital cargado de referencias románticas y de celebraciones a la vida. Con 30.000 flores traídas desde San Remo, al noroeste de Italia, la Sala Dorada del Musikverein vienés ha acogido la tradicional bienvenida al nuevo año que la Filarmónica de Viena ofrece cada 1 de enero. Prêtre, viejo conocido de la orquesta vienesa y que ya en 2008 tomó la batuta en el recital de Año Nuevo, ha afrontado con un excelente humor y mayor entusiasmo su anunciado objetivo de que "durante dos horas todos olviden sus problemas".

Con tal declaración de intenciones, no sorprende que el recital lo inaugurara la apertura de la opereta Die Fledermaus, de Johann Strauss hijo, un auténtico canto a la alegría de vivir y a la fiesta. La obra cumbre del rey del vals ha marcado el tono desenfadado del resto del concierto, poblado por las polcas, los rigodones y los valses del resto de la familia: Johann padre, Josef y Eduard. Temas como Frauenherz (corazón de mujer) o Wein, Weib und Gesang (vino, mujer y canción) han sido excelentes embajadores de ese espíritu de jovialidad y buen ambiente que presidió el concierto. "Maravilloso", ha exclamado Prêtre al concluir la primera parte del recital, que la televisión pública austríaca ha retrnasmitido en alta definición a 72 países de todo el mundo.

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A los músicos y a las palmas

La segunda parte del recital ganó en variedad, con la introducción de compositores ajenos a la dinastía Strauss. La apertura de la ópera Las alegres comadres de Widsor, basada en la comedia homónima de William Shakespeare, ha servido para rendir homenaje a su autor, Otto Nicolai, fundador de la Filarmónica y del que en junio próximo se celebra el 200 aniversario de su nacimiento. Y por si la música no había sido suficiente para animar la entrada del año, la retransmisión televisiva del recital se ha visto aderezada con la inclusión de un número de danza a cargo de los solistas del ballet de la Opera de París.

Desde las salas del Museo de Historia del Arte de Viena y bajo los acordes de una polka de Johann hijo, Eleonora Abbagnato y Nicolas Le Reiche han puesto movimiento a la música con una coreografía de Renato Zanella. La bailarina italiana lucía un impresionante diseño de su compatriota Valentino, que se estrenaba en este año 2010 como colaborador del Concierto de Año Nuevo. El modisto también ha creado los vestidos de las bailarinas del Ballet de la Opera de Viena que han danzado siguiendo la música del vals Morgenblätter.

Una primicia en el recital de Año Nuevo, la Champagner-Galopp del danés Christian Lumbye, ha servido para que Prêtre y los filarmónicos, con tarareo de la música y lanzamiento de confeti incluido, pongan fin al programa oficial y felicitaran al público el 2010 al grito de Prosit Neujahr. Pero ningún año puede comenzar en Viena sin que suene el auténtico vals de valses.

Los acordes de El Danubio Azul sonaban en el Musikverein mientras la televisión austriaca mostraba imágenes del recorrido del río desde su nacimiento en la Selva negra alemana hasta su llegada al Mar Negro. A la elegancia del vals ha seguido el definitivo y animado fin de fiesta de la Marcha Radetzky, durante la que Prêtre se ha desdoblado para dirigir a los músicos en sus compases y al entusiasmado público en las palmas, que se han transformado en un enardecido aplauso para agradecer al maestro francés una memorable fiesta de Año Nuevo.

Georges Prêtre ha dirigido el tradicional Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena con el deseo de transmitir "una declaración de amor". El medio para enviar ese mensaje lo constituyen esencialmente los valses y las polcas del clan de los Strauss, que cada 1 de enero se desbordan desde la Sala Dorada del Musikverein vienés.
Georges Prêtre ha dirigido el tradicional Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena con el deseo de transmitir "una declaración de amor". El medio para enviar ese mensaje lo constituyen esencialmente los valses y las polcas del clan de los Strauss, que cada 1 de enero se desbordan desde la Sala Dorada del Musikverein vienés.AP

Franz Welser-Mösto para 2011

La orquesta Filarmónica de Viena tendrá en 2011 al maestro austríaco Franz Welser-Mösto de director en el tradicional Concierto de Año Nuevo. Varios diarios austriacos ya habían anunciado hace unos día que sería Welser-Möst quien tomara la batuta del famoso recital por primera vez. El maestro de 49 años será el sexto austriaco que ocupe el atril de la Sala Dorada del Musikverein en el recital de Año Nuevo y sucederá al francés Georges Prêtre.

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