“Vamos tarde con el referéndum y ya no hay excusa para no convocarlo”
La diputada anticapitalista avisa que la CUP "se planteará" su participación en unas autonómicas si no hay consulta
Anna Gabriel (Sallent, Barcelona, 1975), portavoz de la CUP en el Parlament, no entiende que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, quiera explorar la vía pactada antes de anunciar la fecha del referéndum.
Pregunta. Puigdemont quiere agotar la vía pactada. ¿Lo entiende?
No hay argumento plausible de que nos convenza de por qué no se puede fijar ya la fecha y la pregunta del referéndum. Ya vamos tarde
Respuesta. No. Sobre todo porque no se la creen ni los que apuestan por ella. No es contradictorio hacer las dos cosas a la vez. La concreción hace verosímil el referéndum, lo sitúa en el imaginario popular y da salida a la campaña del sí y del no.
P. ¿Sospechan que es una estrategia para no hacerlo?
R. No sé si debemos posicionarnos sobre sospechas pero sí sobre hechos. No hay argumento plausible que nos convenza. La pregunta no tiene misterio: es si quieres ser independiente o no. Y se sabe que la fecha será como máximo en septiembre. Ya no es que lo pida la CUP: lo piden todos los partidarios del referéndum.
P. El PDeCAT y ERC han mantenido fricciones por la logística. ¿Es tan complicado organizarlo? ¿Hay excesivo tacticismo?
La logística de referéndum no tiene misterio. Lo que sí que comporta es plantar cara a este embate represivo del Estado español"
R. Esperemos que no. Si el president dice referéndum o referéndum y el Ejecutivo se compromete a convocarlo, debemos creer que no se quiere engañar a la gente. Si es una pantalla que esconde otra, ya darán explicaciones. Los preparativos no son complicados. ¿La gran anomalía? Que es contra la legalidad y los mandatos judiciales del Estado y hay que sostener advertencias legales. A eso estamos dispuestos y entendemos que el Gobierno también. No tiene sentido comprometerse si no estás dispuesto a aguantar represalias. Es el precio del ejercicio democrático en el Estado español.
Junqueras nos ha decepcionado muchísimo. No encontramos explicación a tanto continuismo liberal y su poca voluntad de revertir recortes"
P. ¿Sopesan un plazo para que se anuncie la fecha?
R. No. Pero vamos tarde. Es de sentido común. Nosotros podemos acelerar y presionar. Pronto presentaremos nuestra campaña del sí. Ahora le toca dar el paso al president y al Gobierno. Nos dijeron durante tiempo que no hablaban del referéndum porque se debían aprobar los Presupuestos. Soportamos la cantinela y nos preocupó porque lo devaluaban. Superado el escollo, no hay ninguna excusa.
P. Intentaron asaltar la sede del PP. ¿No creen que fue un acto violento con el que cruzaron una línea roja?
El escenario no tiene nada que ver. No estamos aquí para ir presentándonos a elecciones. Si no hay referéndum, la CUP se planteará su papel en la política catalana"
R. No, forma parte de nuestra praxis política. Hay violencias simbólicas y estructurales. Y la estructural es que haya gente que deba elegir entre comer y pagar la luz, que la echen de casa o que condena a los jóvenes a no tener trabajo o a tener dificultad para ir a la Universidad. Ya sabemos que el marco mental del PP no son violencia los recortes o la corrupción. Nos duele que nuestra lectura no la comparta quien dice venir de los indignados.
P. Muchos independentistas creen que han empañado la imagen pacífica de su movimiento.
R. Siempre el orden ha negado la disidencia política. Hay una parte que nunca lo entenderá: es la que no la quiere.
P. ¿No le parece muy agresivo romper la foto del Rey en el Parlament? ¿Era necesario?
R. No olvidamos que quien identifica que el jefe del Estado será el Rey es el dictador Franco. Si alguien ve violento romper una foto, a nosotras nos resulta lo mínimo en clave de dignidad por todos los republicanos enterrados en las cunetas.
P. ¿De qué sirve hacer el referéndum si nadie lo reconoce?
Para estar rodeados del unionismo más rancio, de la quinta columna del Ibex 35, las falsas izquierdas o de la gente que dice que camina hacia la independencia y habrá demostrado que no va, no sé si tiene sentido que estemos tan mal acompañados.
R. De mucho: demuestras que hay una mayoría social independentista y pueden llegar reconocimientos desde otra perspectiva geopolítica. Y es una victoria: sitúa a Cataluña como sujeto político soberano.
P. ¿Junqueras hace lo que puede o piensa en elecciones?
R. Tiene muchas atribuciones al margen del referéndum. Donde tenemos más reproches es en la política económica que tiene este Gobierno. La lista sería larga.
P. ¿Les ha decepcionado?
R. Muchísimo. No lo esperábamos. No tienen excusa. Son Gobierno y tienen Economía. No hay explicación a tanto continuismo liberal, tan poca voluntad de revertir recortes y privatizaciones y a que vire cada vez más a planteamientos liberales clásicos.
P. ¿Es por una razón de partido o de estabilidad de Gobierno?
R. Se ha manifestado partidario de un modelo económico y ha defendido convencido proyectos como el de BCN World. Lamentamos que haya perdido muchísimo perfil social. El país está roto y los datos son alarmantes.
P. ¿No lo ve como aliado en unas futuras elecciones autonómicas o en un eventual Estado?
R. No tiene nada que ver. El escenario no tiene nada que ver. No estamos aquí para ir a elecciones. Venimos del municipalismo y entramos en el Parlament en 2012 por un contexto determinado y no por el afán de ocupar escaños. Si se hace el referéndum y perdemos, seguiremos trabajando para ganarlo. Pero si no se hace y vamos a unas autonómicas, nos plantearemos seguro el papel que debe jugar la CUP en la política catalana. La alianza con ERC es lo último que nos preocupa.
P. O sea, se plantearán si merece la pena estar en el Parlament.
R. Evidentemente. Para estar en un Parlament rodeados del unionismo más rancio o de la quinta columna del Ibex 35, de las falsas izquierdas o de la gente que dice que camina hacia la independencia y habrá demostrado que no va, no sé si tiene sentido que estemos tan mal acompañados.
P. ¿Por qué habla de falsas izquierdas?
R. Catalunya Sí que es Pot ha sido decepcionante. Sabemos que la república catalana no tiene que comportar, por ejemplo, mayores cotas de bienestar social. Pero la ruptura abre la posibilidad, abre puertas. Es inaudito que alguien que pretende ser de izquierdas y nueva política cierre filas con el Tribunal Constitucional. Es lamentable que firmara la declaración de condena contra el acto de Arran promovida por el PP por el acto ante su sede. Si los obreros levantaran la cabeza y oyeran a Coscubiela [Joan, portavoz de Sí que es Pot] y mandara otra generación ese partido, vaya, yo creo que le echarían.
P. ¿Qué pasa con sus 330.000 votantes si no se presentan a las elecciones?
R. La política va mucho más allá de ir a votar y hay muchas maneras de expresarse políticamente. No nos preocupa. Mucha gente que nos votó es activista y seguro que encontrará su vía para canalizar su voluntad de transformación.
P. Eulàlia Reguant dijo que sin referéndum dejarán caer la legislatura. ¿Cómo lo harán?
R. Si no hay referéndum por autoboicot del Gobierno nos replantearemos nuestro papel y abriremos un debate. Hay muchas otras formas de hacer política que no pasan por estar en el Parlament. La legislatura no tendría sentido. Habría caído una de las principales razones por las que nosotros estamos aquí.
P. Un País en Comú, el nuevo partido de Colau, dice que quiere que el referéndum tenga garantías, que sea reconocido y efectivo...
R. Y nosotros. Nos dicen que sería oportuno pactarlo y no sé si el derecho a la autodeterminación debe estar pendiente de ciertas mayorías en el Congreso que no tenemos la certeza de que se producirán. Eso te sitúa en una lógica subordinada: no eres un sujeto político y debes esperar a que el sujeto matriz te autorice. No avalamos esa premisa y ellos tampoco lo hacían. Fueron a las elecciones pidiendo un proceso constituyente no subordinado. ¿Y qué ha cambiado? ¿Que no las ganaron? El cambio en el Estado no se ha producido y se ha reforzado el búnker del 78. Es la hora de articular esa gran mayoría en defensa del referéndum. El reto lo tienen ellos: parte de sus bases lo defienden pese a lo que diga el Estado.
P. Artur Mas sigue alentando que el Estado plantee una tercera vía.
R. No es el momento y más cuando Junts pel Sí camina hacia el referéndum. Y además, estaría bien que asumiera que tiene una responsabilidad directa, quizás ética o moral, porque quizás nunca probaremos su responsabilidad concreta, en la cadena de corrupción que hubo cuando ocupaba cargos de muy alta responsabilidad. Muchas voces contrarias a la independencia dicen que el proceso blanquea la corrupción y la CUP ha venido a combatirla. La república catalana debe tener un compromiso inequívoco de que estará limpia de ella.
P. ¿El debate de los Presupuestos reflejó una CUP dividida?
R. Se la quiere dividida desde hace mucho. Somos asamblearios y los Presupuestos no generaron un resultado unánime: unos, aunque no les convencían, creían necesario un acto de generosidad y otros que no se podía ceder. La síntesis explica qué es la CUP: una fuerza anticapitalista y que no subordina a nada la autodeterminación. Y eso no ha cambiado. ¿Si me dolió votar a favor? Nunca me puede doler lo que decida mi organización.
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