La fiscalía pide prisión permanente revisable por una violación mortal

La Fiscalía de Sevilla ha solicitado la pena de prisión permanente revisable para el acusado de la violación mortal ocurrida el pasado febrero en el parque de María Luisa, en Sevilla. En su escrito, el ministerio público reclama para Francisco Morillo la prisión permanente revisable por un delito de asesinato y 15 años de cárcel por un delito de agresión sexual. Es la primera vez que la Fiscalía de Sevilla se acoge a la reforma del Código Penal, aprobada en julio de 2015, que introduce esta pena.

Más información

Detenido por violar y matar a una mujer en un parque de Sevilla

El Gobierno español concede la extradición del Porky a México

El hombre está acusado de supuestamente violar y asesinar a una mujer, de 31 años, en el parque sevillano aprovechando que la víctima estaba aletargada porque había tomado barbitúricos. Los hechos ocurrieron el pasado 23 de febrero. Según el relato de la fiscalía, la víctima acudió al parque y permaneció allí tras el cierre al público "con la supuesta intención de suicidarse, informa Europa Press. Tras enviar un mensaje por teléfono móvil a sus allegados "en forma de despedida", la mujer ingirió una "importante" dosis de barbitúricos "que fueron sumiéndola en una lenta somnolencia". Según apunta el ministerio, sobre las cuatro y media de la madrugada, el imputado coincidió con la mujer, quien en ese momento "ya se hallaba sumida en el sopor causado" por los medicamentos ingeridos. La fiscalía señala que el acusado, de 46 años, solía visitar el parque sevillano "una vez entrada la noche", incluso, después del horario de cierre, "momento en el que tienen lugar encuentros de naturaleza sexual".

Esa noche, según la fiscalía, el acusado, "consciente del estado de somnolencia" que mostraba la mujer, "decidió aprovechar tal circunstancia para satisfacer sus deseos libidinosos más extremos", de manera que la despojó de sus ropas y la agredió sexualmente. Seguidamente, y "como quiera que debido a la letargia que sufría", la víctima "no reaccionaba al dolor y mostraba una resistencia mínima", el inculpado "decidió ir más allá aprovechando la práctica nula defensa de su víctima para así colmar sus más depravados instintos sexuales", de manera que en una "brutal práctica sexual" utilizó un objeto con el que le causó graves lesiones que, horas más tarde, le provocaron la muerte. "Una vez satisfizo su ánimo lúbrico", el procesado volvió a vestir a la víctima, "dejándola acostada bocabajo sobre uno de los bancos del parque", tras lo que se montó en su bicicleta y abandonó el lugar, señala la fiscalía en su escrito de acusación.

La autopsia confirmó que la joven falleció a consecuencia de la agresión sexual sufrida a manos del acusado y no por la ingesta de pastillas. En su declaración ante el juez instructor, el detenido declaró que las relaciones sexuales fueron "consentidas" y estando la chica consciente. No obstante, sí admitió que la mujer estaba "un poco mareada", pero que lo atribuyó a que habría tomado un par de copas. El acusado declaró que, tras mantener las relaciones sexuales, se despidió de la joven y se marchó del parque sobre las diez de la noche y que no se enteró del fallecimiento hasta la mañana siguiente. El hombre pudo ser identificado gracias a que una limpiadora guardó minuciosamente varios pañuelos con sangre que recogió en la glorieta Juanita Reina, en la que murió desangrada la mujer.

Además de la pena de prisión, el ministerio público reclama para el imputado que indemnice con 100.000 euros a los padres de la chica y con 25.000 euros a su hermana.