Fomento abre expediente a Vueling por el caos en el aeropuerto de Barcelona
El Gobierno y la Generalitat convocan a la aerolínea a una reunión urgente este lunes
El Ministerio de Fomento abrió este domingo expediente a la aerolínea Vueling tras la cuarta jornada consecutiva de anulaciones y retrasos generalizados de vuelos. La Agencia Española de Seguridad Aérea citó para este lunes al presidente de la compañía, Javier Sánchez-Prieto, para pedir explicaciones del caos que ha generado, sobre todo en Barcelona. Ayer por la tarde la compañía admitió haber anulado 14 vuelos, de los cuales diez salían o llegaban a la capital catalana. En total, el caos de Vueling ha dejado sin viajar al menos a 8.250 personas desde el jueves. La Generalitat también ha convocado a la cúpula de Vueling y estudia sanciones.
El Gobierno actuará con "contundencia" contra Vueling por el "caos" que ha generado. La ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, ha asegurado este lunes que todo apunta a que la aerolínea ha "incumplido" las operaciones que tenía comprometidas con numerosos clientes y esto "no puede salirle gratis a nadie", informa Mikel Ormazabal. "En España tenemos una normativa de seguridad aérea y al que no la cumple se le abre un expediente. Y si ha infringido las normas, se le sancionará con lo que corresponda", ha comentado Pastor a los periodistas tras inaugurar un curso de verano de la Universidad Menéndez Pelayo en Santander sobre los desafíos del sector de infraestructuras para la nueva legislatura".
La ministra ha manifestado que Vueling "tendrá que hacer frente no solo a la devolución del billete", sino que "deberá reparar el daño causado a estas personas". "Nosotros actuaremos con la contundencia que da la ley", porque este tipo de incumplimientos "no sale gratis".
El aeropuerto de Barcelona-El Prat amaneció el domingo con menos colas de pasajeros angustiados o irritados ante las cancelaciones y retrasos de Vueling. La situación, sin embargo, fue empeorando a lo largo del día. Aun así, la compañía, que no atendió las llamadas de este diario, por la tarde consideró que estaba “mejorando” y estimó que iba a cancelar 14 vuelos, lo cual supone que se quedarían en tierra al menos 2.500 pasajeros. Según su página web, al mediodía habían quedado sin operar ya cinco vuelos que iban a Málaga, Moscú, Bilbao, Toulouse y París y otros cinco con destino a la capital catalana desde Fráncfort, Dubrovnik, Ibiza, Málaga y París. A las 22.00 estaban cancelados también los vuelos Bilbao-Barcelona y Toulose-Barcelona.
Vueling, aerolínea del grupo IAG, volvió a atribuir los retrasos a “los problemas de operativa”. Los trabajadores denunciaron que la planificación para este verano ha sido “nefasta” y recordaron que ya avisaron de que podía desembocar en este caos. Ayer el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar aseguró que “ni Vueling ni ninguna otra compañía puede perjudicar a miles de viajeros so pretexto de una mala planificación”.
No hay duda de que ese aspecto ha fallado, pero además, señalan fuentes de la compañía, ha habido una concatenación de factores que han creado una tormenta perfecta que amenaza con crecer durante el verano. Un empleado de alto rango en la compañía explica a EL PAÍS algunas causas. “En Semana Santa muchos ya vimos que esto sucedería. Se perdió el control de la parte de operaciones y personal y tripulaciones. Luego se ha ido comprobando que se han vendido más vuelos de los que era posible operar”, señala. Según este trabajador, ha faltado personal de todo tipo, “incluso copilotos”: “En algunos vuelos viajaban dos comandantes porque no se habían formado suficientes copilotos”. Y a eso hay que añadirle, insiste, la complejidad creada por la apertura de nuevas bases como la de París.
Además, todos en la empresa apuntan al relevo en la cúpula directiva como otro de los factores clave. British Airways fichó al anterior consejero delegado, Álex Cruz, el pasado noviembre y el director de producción, Fernando Val, se marchó a Air Arabia. Pero la causa que subraya para explicar el caos actual es el crecimiento “descontrolado” de la empresa. “No ha sido proporcional al del personal que gestiona las tripulaciones y los pasajeros”, analiza este empleado. Como factor colateral, apuntan también a las huelgas de controladores franceses, que en los últimos tiempos se han hecho más frecuentes. “Nuestras rutas pasan en un 80% por ese espacio aéreo y nos ha afectado”. Según esta fuente, el caos ha llegado hasta tal punto, que algunos empleados de Vueling, pese a que la empresa se encuentra financieramente en buen momento (en 2015 ganó 93,39 millones de euros, el triple de lo esperado) empiezan a temer por sus empleos.
La compañía lleva arrastrando estos problemas desde hace semanas, pero fue a partir del jueves cuando se agravaron. A pesar de que Vueling no ha querido publicitar las cancelaciones —los afectados se enteraban porque sus vuelos desaparecían de las pantallas—, en los últimos cuatro días se han suspendido al menos 46 vuelos, casi todos con origen o llegada a Barcelona, donde el 40% del tráfico está operado por Vueling. Eso supone que se han quedado sin viajar al menos 8.250 personas. El resto ha tenido que soportar retrasos y escalas imprevistas.
La situación hizo que el sábado las autoridades italianas convocaran a la dirección de Vueling para este lunes y que el domingo hicieran lo mismo el Ministerio de Fomento y la Generalitat para conocer sus planes para “regularizar la situación”. El Ejecutivo catalán, que constató “deficiencias” en la operativa y en la información que se ha dado a los usuarios, estudia aplicar sanciones a la compañía.
Comunicado de David García Blancas, Director Comercial de Vueling, sobre la situación actual de la operativa: https://t.co/YIhXjhVUkO
— Vueling Airlines (@vueling) July 3, 2016
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