El voto de castigo de los críticos amarga la reelección de Egibar
El 35% de los afiliados niega su apoyo al presidente del GBB en los ‘batzokis’
La reelección de Joseba Egibar como presidente del PNV de Gipuzkoa ha quedado empañada por el voto de castigo que le han infligido el 35% de los afiliados en los batzokis. Aunque en la asamblea territorial de ayer fue apoyado por el 75% de los asistentes y el resto votó en blanco, el resultado de las votaciones previas en las agrupaciones municipales es más desfavorable para Egibar, puesto que entre las bases logró un apoyo del 65%.
El dirigente peneuvista ha notado una notable pérdida de adeptos en sus filas. A diferencia del respaldo mayoritario recibido hace cuatro años, en esta ocasión más de un tercio de las bases le ha dado la espalda en las agrupaciones municipales, el verdadero termómetro de la realidad partido. Las dos corrientes críticas —la liderada por Juan Mari Juaristi Zeler y Joxe Joan González de Txabarri, y la coordinada por exalcaldes como Asier Aranbarri y Jon Redondo—, ahora aglutinadas en un mismo sector, calculan que “solo el 18% de los afiliados” ha renovado su confianza en Egibar para seguir en un cargo que desempeña desde 1987, con la salvedad del periodo 2000-2004.
El cambio en la ejecutiva alavesa supone un respiro para Sabin Etxea
Al margen de la interpretación de estos datos, Egibar prolongará cuatro años su mandato en medio de una división interna que tiene visos de ir a más. En 2008 salió elegido en todos los batzokis. Esta vez, 17 agrupaciones han votado en blanco, en señal de protesta con la línea política que ha tomado. Además, los críticos aseguran que ya son 400 los militantes que se han adherido al documento Debemos abrirnos, en el que se le pide a Egibar “reconducir” el discurso de los últimos años del PNV guipuzcoano y “acabar con las exclusiones internas y externas”. Esta corriente manifiesta asimismo sus “discrepancias” con el pacto con Bildu para aprobar los presupuestos de la Diputación para este año.
En todo caso, la renovación de las ejecutivas territoriales ha dado un nuevo espaldarazo al presidente del partido, Iñigo Urkullu, al completar una nueva dirección nacional casi afín por completo a sus tesis, lo que facilitará su labor de gestión interna. Al menos, hasta su hipotética elección como candidato a lehendakari, si es que finalmente se produce. Como estaba previsto, el triunfo de Xabier Agirre en Álava ha conformado un EBB con solo dos opositores entre el total de 14 miembros: el líder guipuzcoano, Joseba Egibar, y el dirigente de este mismo territorio Aitor Olaizola.
Egibar y Ortuzar confirman sin rivales su liderazgo en Gipuzkoa y Bizkaia
Álava ha centrado las miradas del partido en la recta final de los procesos para renovar las respectivas ejecutivas territoriales. En un marco de elevada tensión y gran equilibrio, el nombramiento final de Agirre, de un perfil neutro, deja fuera del EBB a su predecesor en el cargo, Iñaki Gerenabarrena, más ubicado en las tesis soberanistas. La imagen de este último, desgastada tras una década como máximo representante del partido en la provincia, se ha visto lastrada por la implicación de varias personas de su confianza en la supuesta trama de corrupción del caso De Miguel, un sumidero por el que se le han escapado muchos apoyos a su reelección.
El distanciamiento entre la línea oficial de Sabin Etxea y la saliente dirección territorial ha sido patente durante la renovación interna, aunque no salió a la luz pública hasta el pasado viernes, cuando el propio Gerenabarrena confesó “enfados que son normales” y un gran malestar por las acusaciones recibidas de “trampear el proceso electoral”.
Ayerdi toma el mando en Navarra y Goikolea sigue en el País Vasco francés
La continuidad se ha impuesto en Bizkaia, donde Andoni Ortuzar completará su segundo mandato en el bastión por excelencia del PNV. Esta territorial, marcadamente continuista, solo releva a un tercio de sus 12 integrantes.
También al mando de la dirección del País Vasco francés seguirá Txaro Goikolea, alineada con las tesis mayoritarias. El único relevo, junto al registrado en Álava, se ha producido en Navarra, donde Manu Ayerdi sustituye a José Ángel Agirrebengoa, si bien lo ha hecho sin rivales y por la retirada voluntaria de su predecesor.
Agirre, Egibar, Ortuzar, Goikolea y Ayerdi completan así, junto a Urkullu, un EBB del que ya formaban parte los ocho miembros natos elegidos en la Asamblea Nacional en enero pasado: Joseba Aurrekoetxea, Iñaki Goikotxeta, Koldo Mediavilla, Nekane Alonso y Lorea Bilbao por Bizkaia; Pilar García de Salazar y Gonzalo Sáenz de Samaniego por Álava; y Aitor Olaizola, de Gipuzkoa.
