Azaña: entre los fracasos y el desquite
Lideró un partido que no era una maquinaria electoral, sino un instrumento al servicio de un proyecto de país
Lideró un partido que no era una maquinaria electoral, sino un instrumento al servicio de un proyecto de país
En 1914, el filósofo pronuncia una de sus conferencias más célebres, publica su primer libro y se lanza de lleno a la escena pública