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Reportaje:TECNOLOGÍA | REPORTAJE

Descargas muy 'legales'

El asunto es tan controvertido y el debate está tan encendido que muchos internautas se pueden lanzar a pensar que algún motivo oculto anima estas páginas. Ninguno. El periodista lo escribe, convencido, como un usuario más de la Red. Allá va la idea que puede resultar polémica: la práctica en Internet apunta a que ha llegado el momento en el que una descarga autorizada compensa más que una no autorizada.

Cualquiera podemos ser uno de esos piratas de la Red que han llevado a España a situarse, según los congresistas y senadores de Estados Unidos, entre los cinco países más ladrones del mundo. De esos que, con Canadá, México, China y Rusia, les burlan al año, según sus propias estimaciones, unos 21.000 millones de euros, fundamentalmente a la industria del entretenimiento.

"Un internauta ha de pensar si le conviene poner en peligro su intimidad por una simple descarga ilegal"

 Adoramos la palabra gratis (o free, su traducción en inglés), una de las más tecleadas en Internet. Los contenidos digitales pirateados en España durante los últimos seis meses de 2009 tuvieron un valor de 5.121 millones de euros, más del triple de lo que mueve el consumo regulado, 1.653 millones. Los datos proceden del informe Observatorio de piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales, realizado por la consultora IDC, basándose en encuestas a 5.911 usuarios, para la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos, que agrupa a los principales entes de gestión de derechos de autor y de propiedad intelectual, como SGAE, EGEDA (de cine), Promusicae (que agrupa a las discográficas) y la Federación Antipiratería.

Pero rebobinemos. ¿Cuántos de nosotros hemos sufrido una ciberdecepción? Es desesperante. Tecleas en la mayoría de los programas de descargas buscando algo de interés, y lo que recibes, a cambio, es un contenido que nada tiene que ver con lo solicitado. La suerte es dar en la diana. Pero ¿a qué precio? Miles de internautas, seguidores de la 'vírica' serie Perdidos, recibieron advertencias. Bajarse el último capítulo podía convertirse en una pesadilla. A muchos les ocurrió: el enlace significaba ingresar en un mundo de archivos destructivos.

Responsables de McAfee, una de las empresas más experimentadas en ataques en Internet (interesada, por supuesto, ya que su negocio consiste fundamentalmente en los antivirus), aseguran que abrir nuestro ordenador al mundo comienza a ser algo que debemos calibrar seriamente: Pueden robarnos información confidencial, como la bancaria, pero además al ser corriente compartir ordenador pueden dar pie a que nuestros hijos estén expuestos.

La mayoría de publicaciones del sector y los expertos consultados inciden en la seguridad: el resultado de una navegación alocada, por llamarla de alguna forma, suele suponer que se multipliquen los mensajes no deseados de correo electrónico, que se comercie con las direcciones y datos de los usuarios sin que estos tengan consciencia del abuso, que se les instalen virus que envían todo tipo de información privada a verdaderos piratas de la Red durante un tiempo indefinido y también que el equipo infectado termine destruido.

Para Antonio Guisasola, presidente de Promusicae, "en Internet hay suficientes plataformas para descargarse música de forma 'legal'. Un internauta ha de pensar si le conviene poner en peligro su intimidad o la seguridad de su equipo por una simple descarga ilegal en la Red".

No se trata solo del valor económico del ordenador, sino de la posible pérdida que supone quemar toda la información que contiene un disco duro: fotos de vacaciones, textos que supondrían un diario de años, documentos, agendas, secretos...

Internet ha sido el invento del milenio que ha llevado al cambio a medio mundo. La música, el cine, los periódicos, los partidos políticos, la economía, las relaciones sociales, el comercio, las fronteras, la vivienda, el sexo... Nada es lo que era antes de esas ocho letras.

Sigamos con los datos. Los estudios sobre la Red en España coinciden en que si todo lo que se descarga de forma ilegal se pagase, el mercado de contenidos digitales podría ser tres veces mayor de lo que es actualmente. El valor de lo pirateado en películas asciende a 2.382,5 millones de euros; en música a 2.291,6 millones de euros; en videojuegos a 246,2 millones, y en libros a 200,5 millones. La tasa de piratería ascendió, en media ponderada, a un 76% sobre estos mercados en el segundo semestre del año, si bien, música y películas tuvieron tasas de piratería muy superiores, del 95,6% y 83,7%, respectivamente, frente a los videojuegos, 52,3%, y el 19,7% del sector del libro. Datos que se ponen en cuestión desde la Asociación de Usuarios de Internet. Su presidente, Miguel Pérez Subias, asegura: "El modelo de negocio de la industria de los contenidos no funciona en un mundo digital y las soluciones no pueden basarse en una continua criminalización del ciudadano que ya no quiere utilizar soportes y propuestas que no le aportan valor".

Analicemos las distintas posturas. El consumidor de música o cine argumenta, por ejemplo, que los precios de los discos y películas que desea consumir son abusivos en las tiendas. Los paladines de los derechos de autor han encontrado un arma perfecta para desmontar este argumento: "En la Red, todo es mucho más barato", afirma Guisasola desde Promusicae. La respuesta de los usuarios es inmediata: no todo está accesible en la Red de forma legal y existen muchas trabas.

Parece una batalla insalvable. Sin embargo y sin micrófonos de por medio, la solución no se muestra tan lejana. Los representantes de las discográficas y los autores terminan confesando que todos y cada uno de los agentes implicados en el conflicto tienen su parte de culpa. Autores, editores, distribuidores, consumidores, tiendas... Y ambos bandos aceptan que es el intermediario quien tiene los días contados. Ambas partes saben que "el archivo musical que ahora se cobra a casi un euro podría bajar drásticamente de precio si el enfrentamiento terminara".

Parece que tienen razón los que dicen que la posibilidad de acceder a 11 millones de discos en versión radiofónica (no se puede bajar al disco duro del ordenador, pero sí escuchar todas las veces que se quiera) por un microprecio es un buen negocio. Los autores pasan por el aro pese a llevarse pocas ganancias: Es mejor que te conozcan, así acudirán más a tus conciertos, aseguran. Lo cierto es que en España el precio de la conexión a Internet es uno de los más caros del mundo, en este caso sí es el intermediario quien se lleva el gato al agua y ambos bandos reclaman a los legisladores que pongan orden y concierto.

En cualquier caso, cualquier sábado en un bar de una gran ciudad, cobran 12 euros por un gin tonic que dura cinco sorbos. Por 10 euros al mes en un lugar llamado Spotify, por poner un ejemplo, están esos 11 millones de discos sin publicidad y con la posibilidad de bajarlos y tenerlos sin conexión para cuando a uno le haga falta una canción triste con carácter de urgencia.

Actualmente la música y el cine mandan en el mundo de las descargas en la Red y Shakira es una de las reinas de este universo
Actualmente la música y el cine mandan en el mundo de las descargas en la Red y Shakira es una de las reinas de este universo

Pistas para empezar

http://www.ilike.com/

Uno de los mejores sitios para encontrar música tanto en formato mp3 gratuita como con microprecios. Se realiza en colaboración con MySpace Music y su página funciona casi como un canal informativo de música. Está estructurado por estilos y advierte de los próximos conciertos que haya donde el usuario elija.

http://www.apple.com/es/itunes/ Presume de ser la mayor tienda 'online' de contenidos de ocio. En el iTunes Store existen millones de canciones de cualquier artista, álbum o género que se pueda imaginar. Se pueden descargar aplicaciones y comprar juegos creados para iPod. También contiene 'podcasts' de vídeo y audio. Más de 150.000 para escoger, y todos gratuitos. Los audiolibros más vendidos y un apartado sobre las universidades y escuelas más importantes del mundo.

http://www.spotify.com

Permite escuchar temas musicales buscando por artista, álbum o listas de reproducción creadas por los propios usuarios. El programa fue lanzado el 7 de octubre de 2008 al mercado europeo. Spotify ha firmado acuerdos con las discográficas Universal Music, Sony BMG, EMI Music, Hollywood Records y Warner Music, entre otras. También permite la compra de los archivos o funcionamiento 'offline', es decir, sin conexión a Internet.

http://www.amazon.com/MP3-Music-Download/b?ie=UTF8&node=163856011

Una de las tiendas más famosas de la Red. Su eslogan es 'and you're done' (y listo). Fue una de las primeras grandes compañías en vender bienes a través de Internet, pero también posee una extensa tienda de discos en la que pueden bajarse los archivos en MP3.

http://www.riaa.com/toolsforparents.php?content_selector=legal_music_sites

La RIAA, la Asociación Americana de la Industria Discográfica, contiene en su página un listado de los mejores sitios y direcciones para bajar música legalmente tanto en Estados Unidos como en cualquier parte del mundo.

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