Los talibanes afganos atacan dos bases de la OTAN

Dos bases de la OTAN en el este de Afganistán fueron atacadas en la madrugada del sábado por grupos talibanes, que no lograron entrar en las instalaciones. Al menos 24 talibanes murieron, mientras que las fuerzas internacionales y afganas no sufrieron bajas. Los asaltos fallidos ocurren tres días después de que un islamista matara a tres españoles en la antigua base de Qala-i-naw.

El enfrentamiento, a gran escala, comenzó en torno a la 1.30 de la madrugada del sábado, cuando grupos formados por al menos 30 insurgentes asaltaron las bases operativas avanzadas de Chapman y Salerno, en la provincia de Khost, en el este de Afganistán. Desde estas bases, ubicadas cerca de la frontera paquistaní y capitaneadas por Estados Unidos, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) desarrolla una ofensiva contra los insurgentes en la región.

Los atacantes vestían uniformes estadounidenses y portaban ametralladoras y granadas autopropulsadas. Varios de ellos llevaban además cinturones de explosivos. Se respondió a los agresores primero en tierra y luego con la presencia de apoyo aéreo aliado. "La mayoría de los asaltantes fueron alcanzados en el exterior de las bases, pero dos insurgentes lograron romper el perímetro de seguridad y penetrar en Salerno", cuenta el comunicado de la ISAF. Un total de 15 talibanes murieron en ese punto, y otros seis en Chapman, la misma base donde siete agentes de la CIA murieron a manos de un infiltrado islamista el pasado diciembre. Otros tres atacantes, entre ellos un jefe talibán, fueron alcanzados en un ataque aéreo, mientras huían en un vehículo. Cinco más fueron capturados.

Tras los enfrentamientos se encontraron siete cinturones de explosivos y dos coches bomba. Un portavoz talibán declaró ayer a la agencia France Presse que la intención era perpetrar un masivo atentado suicida. Según el jefe de la policía local, Abduk Hakim Ishaqzai, los talibanes asaltaron primero la base Salerno, antes de replegarse y ocupar una escuela secundaria, desde donde se lanzaron contra la base Chapman.

Por otro lado, en Kabul, 48 alumnas tuvieron que ser hospitalizadas después de un supuesto ataque con gas tóxico contra su colegio, según informó ayer el Ministerio de Salud Pública. Nueve de las niñas quedaron en observación, mientas el resto pudo irse a casa tras recibir tratamiento. Se trata del segundo ataque de este tipo en tres días. El Gobierno culpa de estas agresiones y de la destrucción de escuelas a los islamistas radicales. En los años que ocuparon el poder en Afganistán, entre 1996 y 2001, los talibanes prohibieron la educación femenina.