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Protestas en París y Bruselas ante la posible ejecución de Sakineh

El Gobierno español: "Haremos todo lo que esté en nuestra mano para evitar un crimen de esta naturaleza". El Comité Internacional contra la Lapidación cree que Irán ha dado la orden de ejecutar mañana a la mujer acusada de adulterio

A las dos de la tarde, una pequeña concentración de personas convocadas por el Comité Internacional contra la Lapidación se ha reunido en una plaza de París, al lado de la Embajada de Irán, para llamar la atención sobre la suerte de Sakineh Mohammadi Ashtiani, la mujer iraní condenada a morir lapidada por adulterio y que, según el Comité Internacional contra la Lapidación, corre el riesgo de ser ejecutada mañana.

"Sabemos ya, por gente de la prisión sobre el terreno y por periodistas locales, que la Corte Suprema ya ha enviado una carta autorizando la ejecución", aseguró ayer Armin Arefi, periodista franco-iraní, uno de los asistentes a la concentración. "Además, los miércoles es el día de las ejecuciones en Irán, con lo que mañana puede ser la fecha", añadió este periodista, que ha estado en contacto directo con Sajjad Ghaderzadeh y Hutan Kian, el hijo mayor y el abogado de la mujer, respectivamente, hasta el pasado 10 de octubre, en que fueron detenidos cuando hacían una entrevista con dos periodistas alemanes, también detenidos, del diario Bild. "Ellos, el hijo y el abogado, eran el único lazo que nos unía con Sakineh. Personalmente, creo que la mujer no será lapidada, debido a la presión internacional, pero, a su vez, será ejecutada por un crimen, el de asesinar a su marido, del que fue acusada cuando el Gobierno, por la presión internacional, comenzó a dar marcha atrás sobre lo del adulterio", añadió, para luego concluir: "Pero que conste que su abogado jamás recibió un papel indicando que ya no sería ajusticiada por adulterio, por lo que aún puede ser lapidada".

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"Estamos aquí para salvar a Sakineh, para que no se olviden de ella, porque nos tememos su suerte, porque estamos muy inquietos por ella", añadió Sihem Habchi, del movimiento Ni Putas ni Sumisas, que se sumó al acto. A la concentración, convocada en una placita cercana a la Embajada de Irán, en la Avenida de Iena, en París (los asistentes no obtuvieron el permiso para manifestarse enfrente del edificio de la Embajada, según explicó Habchi), acudió una cincuentena de personas. "Ha sido una llamada urgente, espontánea, rápida no ha habido mucho tiempo para organizar nada. Pero lo importante es que estamos aquí para decir que Sakineh ya es una ciudadana del mundo y pedir, entre otros al Secretario General de la ONU, Bank ki Moon, que se pronuncie sobre este asunto". Una de las portavoces del Comité contra la Lapidación, Mariam Namazie acudió con un cartel al cuello que mostraba el rostro -reproducido en la misma fotografía por todo el mundo- de Sakineh con una frase simple abajo: "Quiero vivir".

"Debemos salvar la vida de Sakineh y conseguir su libertad, así como la de su hijo, su abogado y los dos periodistas alemanes [que fueron detenidos cuando entrevistaban a aquellos] y acabar para siempre con la lapidación", afirma Mina Ahadi, la presidenta del Comité, en la convocatoria.

"Proceso plagado de irregularidades"

Ashtianí, de 43 años, fue condenada a esa cruel pena en 2006 por haber cometido adulterio, que en Irán es un delito. Tras agotar todos los recursos posibles, su entonces abogado, Mohammad Mostafeí, hizo pública su situación el pasado julio atrayendo la atención mundial. En una entrevista concedida entonces a EL PAÍS, Mostafeí explicó que, al margen de cuál fuera la valoración de cada cual sobre el asunto, el caso de la mujer había estado "plagado de irregularidades".

Para empezar, la mujer, que se quedó viuda en 2004, ya había sido previamente juzgada por "relaciones ilícitas" (que en Irán son todas las relaciones sexuales fuera del matrimonio) y condenada a 99 latigazos. Fue sólo durante el juicio por el asesinato de su marido, en el que ella no estuvo imputada, cuando un juez suscitó la posibilidad de que las "relaciones ilícitas" se hubieran producido antes de la muerte del marido y por lo tanto fueran constitutivas del delito de adulterio, que el Código Penal iraní castiga con la lapidación.

No obstante la movilización internacional generada por la posibilidad de que tal castigo se aplique en pleno siglo XXI ha puesto a las autoridades iraníes a la defensiva. Desde el pasado verano, y a raíz de que el poder judicial aceptara la revisión del caso, responsables políticos y judiciales han hecho declaraciones confusas y contradictorias, dando la impresión de que Ashtianí fue cómplice del asesinato de su marido y que iba a ser ejecutada por ese motivo.

El presidente Mahmud Ahmadineyad llegó a negar que se la hubiera condenado a morir lapidada en una entrevista televisiva durante su visita a Nueva York en septiembre. Una semana antes, agentes de los servicios de seguridad registraron la vivienda y la oficina de Hutan Kian, el abogado que siguió con el caso después de que Mostafeí se viera obligado a huir de Irán ante las presiones, y se llevaron todos los documentos y ficheros informáticos.

Tanto Kian como Sajjad Ghaderzadeh, el hijo mayor de Ashtianí, han denunciado desde entonces que las autoridades estaban intentando cambiar la historia para acelerar su ejecución. Ambos se encuentran detenidos desde que hace dos semanas se reunieran con dos periodistas alemanes que llegaron a Irán con visados de turistas.

"Mi defendida se ha convertido en un chivo expiatorio para los partidarios de la pena de lapidación y quienes buscan vengarse de la prensa y los dirigentes occidentales", declaró Kian a este diario en una entrevista por email poco antes de su detención.

Sakineh Mohammadi Ashtiani, de 43 años, lleva cinco años en la cárcel, condenada a ser lapidada.
Sakineh Mohammadi Ashtiani, de 43 años, lleva cinco años en la cárcel, condenada a ser lapidada.AFP

El Gobierno español se movilizará contra la ejecución

El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha anunciado esta mañana que el Ejecutivo español hará todo lo que esté en su mano para evitar la ejecución de la mujer iraní Sakineh Mohammadi Ashtiani, cuya condena a morir lapidada ha desatado indignación en la comunidad internacional.

"Haremos todo lo que esté en nuestra mano para evitar un crimen de esta naturaleza", ha subrayado Rubalcaba en respuesta a una pregunta del portavoz de Interior del PP, Ignacio Cosidó, durante su comparecencia en el Congreso para hacer balance de la lucha contra el crimen organizado, informa Fernando Garea.

El pasado mes de septiembre, el Consejo de Ministros, a propuesta de los ministerios de Asuntos Exteriores y Cooperación y de Igualdad, ya aprobó una declaración de apoyo en la que pedía a Irán que no llevara a cabo la ejecución. El Ejecutivo solicitaba además a ese país que teniendo en cuenta el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos eliminase la lapidación de su legislación y planeaba impulsar una acción internacional en el seno de las Naciones Unidas para acabar con este modo de ejecución.

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