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Polonia se prepara para un disputado final en la carrera presidencial

El partido de izquierdas, clave para el desenlace en la segunda vuelta entre Komorowski y Kaczynski

El candidato de la derecha liberal, Bronislaw Komorowski, y su rival ultraconservador Jaroslaw Kaczynski, hermano gemelo del fallecido presidente Lech Kaczynski, se encuentran a cuatro puntos de distancia (41% frente a 37%) cuando se han escrutado el 95% de los votos emitidos en las elecciones presidenciales de Polonia del domingo.

Los sondeos a pie de urna, sin embargo, habían pronosticado una amplia ventaja del candidato liberal. Los polacos tendrán que decidir en una segunda vuelta dentro de dos semanas quién será su presidente y si Polonia pondrá o no punto final a una era política en la que, juntos o por separado, los Kaczynski han estado presentes en la cúpula del poder en los últimos cinco años.

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Pero no hay que dar nada por seguro. Durante la campaña electoral, las encuestas coincidían en que Komorowski era el favorito para ganar. Sin embargo, los analistas recuerdan que Lech Kaczynski perdió en la primera vuelta en las presidenciales de 2005 y, finalmente, se hizo con la victoria frente a Donald Tusk, el actual primer ministro y líder de la Plataforma Cívica, la formación de Komorowski . Pero hay que tener en cuenta que la situación política era entonces muy diferente y que puede haber un cierto desgaste de Ley y Justicia, el partido que Kaczynski fundó con su hermano en 2001.

A pesar de que los resultados oficiales definitivos no se conocerán hasta hoy, los dos candidatos más votados, que medirán sus fuerzas en una segunda vuelta al no haber conseguido ninguno más del 50% de los votos, se dirigieron anoche a los votantes de los otros ocho rivales para ganarse sus apoyos. Los liberales deberían tener el respaldo claro de los simpatizantes de Grzegorz Napieralski, líder de la Alianza Democrática de Izquierdas, que ha sido la tercera fuerza más votada: 14% de los votos, con más del 95% de las papeletas escrutadas.

"En la vida, como en el fútbol y en todas las disciplinas deportivas, lo más difícil es la prórroga. Seamos conscientes, movilicemos a nuestras fuerzas y toda nuestra energía para el final de esta carrera", afirmó Komorowski tras conocer los resultados de unos sondeos que luego no se materializaron. "La llave de la victoria es la fe, la convicción de que es posible y necesario ganar. Debemos ganar por nuestra patria, por Polonia", respondió su adversario.

La batalla entre Komorowski, de 58 años, y Kaczynski, de 61 años, durante los próximos días promete ser complicada. Ambos participaron en la lucha del sindicato Solidaridad, que propició la caída de la dictadura comunista en 1989, y comparten los valores conservadores, pero representan a dos Polonias diferentes. El candidato de la Plataforma tiene sus apoyos en los jóvenes profesionales y las ciudades; el candidato de Ley y Justicia, en los mayores, el campo y los defensores de la tradición. Sus estilos son también diferentes: Komorowski, actual presidente del Parlamento, es moderado y proeuropeísta, mientras Kaczynski, que fue primer ministro entre 2006 y 2007, es mucho más conservador y agresivo (y eso que en esta campaña ha intentado contenerse).

Una eventual victoria de Komorowski allanaría el camino al Gobierno, liderado por su partido, para que pusiera en marcha las reformas estructurales que, a su juicio, necesita el país, y que afectan a la sanidad, las pensiones, la Administración pública y algunos sectores económicos. La Constitución polaca establece un papel más representativo que ejecutivo para el jefe del Estado, cuyo poder reside en el derecho de veto de las leyes que aprueba el Parlamento, lo que en la práctica suele paralizar o ralentizar la acción del Gobierno. El anterior presidente utilizó este poder o amenazó con utilizarlo en más de una ocasión.

La campaña electoral ha estado marcada por la sombra del accidente aéreo que el 10 de abril pasado acabó con la vida del presidente, su esposa y otros 94 pasajeros, muchos de ellos altos cargos políticos y militares, en la localidad rusa de Smolensk. También han estado presentes las inundaciones provocadas por las lluvias, las peores en 160 años, que han azotado el país en mayo y junio y que han dejado 24 muertos.

La participación es otro elemento a tener en cuenta. Según la comisión electoral, se situó entre el 54%, un porcentaje modesto que está en la línea con los niveles obtenidos en las elecciones de 2005 y 2007. "Para disfrutar de la democracia hay que hacer algo más que quedarse sentado en el sofá", afirmaba ayer el arzobispo Jozef Zycinski en el momento de votar.

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Polonia se enfrenta a una de las más disputadas carreras hacia la presidencia después de que el candidato liberal, BronislawKomorowski, consiguiera adelantar a su rival, el ultraconservador JaroslawKaczynski, por apenas cuatro puntos de diferencia en la primera vuelta de las elecciones. Pese a que Komorowski sigue como favorito, el resultado conseguido por su adversario, mucho mejor de lo previsto, deja la competición abierta de cara a la segunda vuelta, el 4 de julio.

Con el 94% de los votos escrutados, el aspirante liberal consiguió el domingo pasado el 41%, frente al 37% de Kaczynski, a pesar de que los sondeos a pie de urna vaticinaban una distancia entre ambos de hasta 12 puntos. Con este estrecho margen, y teniendo en cuenta que hasta hace unas pocas semanas casi nadie esperaba un avance tan fuerte de Kaczynski, los analistas coinciden en que no hay que descartar ninguna posibilidad en la segunda votación.

"Komorowski parte como favorito", comentaba ayer la analista Lilit Gevorgyan, de la firma IHS Global Insight, "pero no se puede descartar una victoria por sorpresa de Kaczynski, que se ha visto impulsado por el legado y la popularidad de la figura de su hermano". Su gemelo, el fallecido presidente Lech Kaczynski, murió en un accidente aéreo el 10 de abril.

Todas las miradas están puestas ahora en la tercera fuerza más votada, la Alianza Democrática de Izquierdas (SLD) encabezada por Grzegorz Napieralski. Con un 14% de los votos, el apoyo del electorado de esta plataforma de izquierdas será clave para los aspirantes a suceder a Lech Kaczynski. El líder de la SLD se negó ayer a apoyar públicamente a ninguno de los dos candidatos.

En principio, los votantes de este partido son más cercanos a la formación de Komorowski (Plataforma Cívica, derecha liberal), dado que rechazan el nacionalismo y el euroescepticismo de su oponente. Desde el punto de vista de la economía, sin embargo, el programa electoral del partido fundado por los Kaczynski en 2001 (Ley y Justicia, derecha conservadora) puede atraer a los votantes de la izquierda, ya que rechaza las privatizaciones y es partidario de un mayor gasto social.

La mera posibilidad de que un Kaczynski vuelta a ocupar el palacio presidencial ha puesto nervioso a Lech Walesa. El dirigente histórico del sindicato Solidaridad, que también fue jefe de Estado en los noventa, declaró a la televisión TVN24 que su victoria sería "una desgracia". "Polonia forma parte de Europa. Tenemos que negociar con nuestros vecinos y no insultarlos", añadió. Walesa fue colaborador de los Kaczynski cuando juntos combatían la dictadura comunista, pero después rompieron su relación. Cuando el euroescéptico Jaroslaw Kaczynski fue primer ministro (2006-2007), llevó a cabo una política muy agresiva hacia Alemania y Rusia.

La campaña electoral ha estado marcada por la sombra del accidenteaéreo que el 10 de abril pasado acabó con la vida del presidente, su esposa y otros 94 pasajeros, muchos de ellos altos cargos políticos ymilitares, en la localidad rusa de Smolensk. También han estado presentes las inundaciones provocadas por las lluvias, las peores en 160años, que han azotado el país en mayo y junio y que han dejado 24 muertos.

Una victoria de Komorowski allanaría el camino al actual Gobierno, en manos de los liberales, para aprobar el paquete de reformas económicas que prometió en 2007, cuando llegó al poder. El difunto presidente Kaczynski utilizó su derecho de veto para bloquear o amenazar con bloquear varias leyes, lo que paralizóen ocasiones la acción del Ejecutivo.

Komorowski, en el centro, saluda tras conocer los sondeos que le dan ganador
Komorowski, en el centro, saluda tras conocer los sondeos que le dan ganadorAP

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