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McCain sufre una campaña de desprestigio en Carolina del Sur

Es el favorito en las primarias republicanas de mañana

Yolanda Monge

La última vez que se utilizó, funcionó. Por eso ahora, ocho años después de que su vida privada y política fuera arrastrada por el fango en las primarias de Carolina del Sur, los detractores de John McCain han vuelto a sacar toda la artillería -la pesada, por cierto- en ese Estado para arruinar la reputación del senador y que no se alce con la victoria que los sondeos parecen otorgarle mañana sábado.

Un grupo que se hace llamar Veteranos de Vietnam contra McCain ha hecho circular unos panfletos en los que acusa al político republicano de haber colaborado con el enemigo cuando era prisionero de guerra en Vietnam y haber comprado su libertad a cambio de la de soldados que siguieron en poder del Vietcong. Por supuesto, quien encabeza la iniciativa, Gerard Kiley -que ya lideró una campaña similar contra el candidato presidencial demócrata en 2004 John Kerry-, tacha a McCain de "falso héroe" e insiste en sus contactos con los vietnamitas del norte para salvar su pellejo.

A falta de un líder indiscutible y con la confusión reinando entre el electorado republicano, McCain mantiene una ventaja estable de siete puntos sobre su más cercano rival Mike Huckabee en las primarias de mañana en Carolina del Sur, donde sólo votan los republicanos (los demócratas lo harán el día 26), según un sondeo de Reuters/C-SPAN/Zogby. El apoyo al senador de Arizona permanecía firme en el 29%, mientras que el ex gobernador de Arkansas Mike Huckabee retrocedía un punto, colocándose en un 22%. El actor y ex senador por Tennessee Fred Thompson ganaba 2 puntos y subía al 14%.

Las campañas de desprestigio no son nuevas en la política de EE UU. Y menos en Carolina del Sur, donde Lee Atwater, el fallecido estratega republicano conocido como Darth Vader, acabó en 1988 con las esperanzas presidenciales del demócrata Michael Dukakis al ayudar a crear un vídeo que le difamaba.

Pero la semilla ya estaba plantada. Y en la carrera presidencial de 2000 tácticas similares a las usadas por Atwater salieron a la superficie en el primer Estado sureño que vota en las primarias. Entonces, el actual presidente George Bush se jugaba la nominación republicana frente a McCain y supuestamente desde su cuartel general se realizaron miles de llamadas en las que se preguntaba a los seguidores conservadores del senador si sabían que McCain tenía "una hija negra fuera del matrimonio". En realidad, la hija a la que los difamadores se referían es Bridget, adoptada por McCain y su esposa Cindy en un orfanato de la Madre Teresa en Bangladesh. Cindy McCain fue tildada de "drogadicta". McCain perdía Carolina del Sur el 19 de febrero de 2000 por un 42% frente al 53% obtenido por Bush, que ganó el moméntum perdido en New Hampshire, y luego la Casa Blanca.

Ocho años después, voluntarios de la campaña de McCain se han encontrado respuestas similares por distintos encuestados. Todos ellos aseguraron que no querían un presidente que abandonó a su primera mujer, Carol, en 1980, después de que ella hubiera sacado adelante a sus tres hijos mientras él era prisionero de guerra en Vietnam.

Otro grupo llamado Common Sense Issues, financiado en parte por Mike Huckabee, ha invertido un millón de dólares en realizar llamadas de teléfono en las que una voz grabada informa de que McCain está a favor de experimentar con fetos humanos y de conceder una amnistía a los inmigrantes ilegales.

La reacción del equipo de campaña del veterano de guerra no se ha hecho esperar y ha puesto en marcha "el escuadrón de la verdad" para contrarrestar la nueva campaña de desprestigio. "Esta vez estamos preparados", declaró el senador.

McCain abraza ayer a la madre de un <i>marine</i> muerto en Irak.
McCain abraza ayer a la madre de un marine muerto en Irak.AP

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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