El Gobierno de Italia se blinda ante la justicia por 18 meses
La Cámara de los Diputados italiana aprobó ayer la ley "del legítimo impedimento", una norma transitoria y retroactiva que salvará a Silvio Berlusconi (y de paso protegerá a su Gobierno) de los procesos en los que está imputado hasta que se apruebe una ley constitucional de inmunidad y, en todo caso, durante un máximo de 18 meses. La iniciativa, que ahora pasa al Senado, consta de sólo dos artículos, y avala que el primer ministro y sus ministros no puedan ser juzgados mientras ocupan sus puestos, "con el fin de consentirles un sereno desarrollo de sus funciones". Tras la votación (316 votos a favor, 239 en contra y 40 abstenciones), hubo abucheos, lanzamiento de objetos, carteles ("Casta de intocables", "Constitución violada") y bronca general.
El líder de la oposición, Pierluigi Bersani, usó tonos inusualmente duros para explicar el voto contrario de su grupo. "Hasta hoy, un primer ministro imputado que no se presentaba a un proceso debía justificar la razón. Desde mañana puede no ir al tribunal porque debe trabajar serenamente. (...) [Silvio] Berlusconi no quiere ser procesado y mientras deja el país encallado, bloqueado en su choque con la justicia. Estos atajos a medida generan en muchos italianos repulsión e indignación".
Fabrizio Cicchitto, portavoz de la mayoría, replicó que "la ley responde a una vieja cuestión italiana: el uso político de la justicia. La izquierda cree que es un arma más para liquidar al adversario político. Berlusconi sufre ataques permanentes desde que entró en política, el problema no son sus casos privados sino el encarnizamiento judicial".
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