Declarado culpable de violación el ex presidente israelí Katsav
El ex presidente israelí Moshe Katsav fue declarado ayer culpable de doble violación y acoso sexual a tres mujeres que trabajaron con él durante los años en los que fue jefe de Estado y ministro de Turismo. "Los siete peores años de mi vida han terminado", declaró A., una de las querellantes en un comunicado tras conocer el veredicto.
Katsav, de 65 años, no quiso pronunciarse tras la lectura del veredicto, pero sus abogados adelantaron que apelarán la decisión al Tribunal Supremo. En Israel, la violación está castigada con un mínimo de cuatro y un máximo de 16 años de cárcel.
"Este es un día triste para el Estado de Israel y sus ciudadanos", dijo el primer ministro, Benjamín Netanyahu, líder del Likud, el partido conservador del que Katsav es un destacado miembro. La noticia dominó ayer las ediciones digitales de la prensa y la televisión en un país que ha esperado cuatro años para conocer el veredicto del juicio, que ha transcurrido en su mayor parte a puerta cerrada.
Los jueces acusaron a Katsav de mentir y de manipular aportando pruebas falseadas. Dieron credibilidad al relato de los hechos de A., una de las querellantes, que le acusó de violarla en dos ocasiones, una vez en un hotel y otra en la oficina del acusado, en aquel entonces ministro de Turismo.
"Cuando una mujer dice no, es que no", indicó uno de los jueces, que leyó en voz alta fragmentos del veredicto en el tribunal de Tel Aviv.
En el año 2000, Katsav ganó las elecciones presidenciales y se vio obligado a abandonar el poder de forma prematura en 2007, debido a las acusaciones de abuso sexual que se cernían sobre él. Un año más tarde, en 2008, la Fiscalía le ofreció un acuerdo. Si se declaraba culpable de acoso sexual, quedaría exonerado de las acusaciones de violación y se libraría por tanto de la cárcel. El ex presidente rechazó el pacto porque dijo entonces que estaba decidido a demostrar su inocencia en los tribunales.
Katsav emigró a Israel desde Irán a principios de los años cincuenta y siendo muy joven prosperó en la política. Su triunfo se convirtió en todo un símbolo para los judíos mizrajíes -los procedentes del norte de África y Oriente Próximo- en un país en el que la élite política está copada por judíos de origen europeo.
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