Caracas recorta el presupuesto casi un 7% por la caída del crudo
El Gobierno aumenta su deuda y sube tres puntos el IVA
Tras asegurar que la crisis mundial del capitalismo "no le ha tocado ni un pelo" a la Venezuela socialista, el presidente Hugo Chávez anunció ayer un recorte del 6,7% en el presupuesto aprobado para el año 2009 (de 77.900 a 72.738 millones de dólares) por la caída de ingresos debida a los bajos precios del petróleo. "La crisis, aún cuando no ha afectado a Venezuela de manera directa, sí nos ha afectado de manera indirecta a través de los precios del petróleo", dijo Chávez en una esperada intervención televisiva en la que anunció los ajustes económicos que emprenderá su Gobierno.
Con un programa al que denominó "fórmula estratégica anticrisis", el mandatario venezolano informó de que el presupuesto de este año será recalculado sobre la base de un nuevo precio del petróleo, de 40 dólares por barril y sobre una producción estimada de 3,172 millones de barriles diarios. El presupuesto para 2009 había sido calculado sobre la base de un barril a 60 dólares y de una producción de 3,6 millones de barriles por día, lo que estaba previsto que financiase casi el 60% de los gastos nacionales. Pero hasta marzo de este año, el precio promedio del crudo local ha sido de 37,3 dólares y el volumen de producción, según el último informe de la OPEP, apenas llega a 2,1 millones de barriles diarios.
Chávez acelera las nacionalizaciones pese a la coyuntura económica
Además de este recorte, Chávez anunció que emitirá dos decretos para reducir gastos "suntuarios" y regular los salarios de la administración. También anunció un aumento de 183% en el endeudamiento interno previsto para este año, y un incremento del 9% al 12% del Impuesto del Valor Añadido (IVA)
El presidente, sin embargo, descartó devaluar el bolívar y aprovechó la ocasión para dejar caer dos medidas populistas: no aumentarán los impuestos de la gasolina -"la más barata del mundo, más que en Arabia Saudí", dijo- y un aumento del 20% del salario mínimo, que actualmente es de 799 bolívares al mes (unos 275 euros), en dos tramos iguales que serán aplicados en mayo y septiembre.
La falta de dinero ya se empieza a notar. Los buques alquilados por Petróleos de Venezuela para llevar crudo a los clientes amenazan con parar después de varios meses sin cobrar. Y el Banco Central de Venezuela se vio obligado a vender en marzo siete toneladas del oro para financiar un fondo de desarrollo.
Las nacionalizaciones, que hasta el año pasado se hacían por la vía de la compra, ahora se ejecutan con mano militar. La revolución, lejos de cambiar por la crisis, se ha radicalizado. Tras la victoria del 15 de febrero (cuando fue aprobada la enmienda constitucional que permite su reelección indefinida), Chávez ha seguido adelante con la toma de los medios de producción que anunció en 2006. Sólo en el último mes, han sido expropiadas una planta arrocera norteamericana y una finca de una papelera irlandesa. También anunció, el pasado jueves, la nacionalización del Banco de Venezuela, del Grupo Santander, cuyo precio ayer dijo que revisará a la baja porque ahora "no vale lo que valía hace un año".
Además, el Ejército tomó ayer el control de puertos y aeropuertos, hasta hace una semana en manos de gobernadores y alcaldes y que constituían una importante fuente de ingreso para las regiones. Ahora serán administrados por el Gobierno.
Por un lado Chávez intenta sumar recursos y por otro, los resta. El incremento del dominio estatal sobre la economía ha ahuyentado la inversión extranjera: según cifras de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo, en 2007 Venezuela recibió 400 millones de dólares en inversión extranjera directa, la cifra más baja que en la región: Colombia tuvo 8.200 millones de dólares y Brasil, 34.400. El fin del dominio capitalista, diría el comandante, vale el sacrificio.
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