Bush insiste en su plan de rescate
El presidente de EE UU dice que el 'no' del Congreso "no es el final" del plan.- Los líderes del Senado defienden que es necesario restaurar la unidad
El presidente de EE UU, George W. Bush, ha insistido este martes en la necesidad de que sea aprobado el plan de rescate financiero elaborado por su Administración valorado en 700.000 millones de dólares (casi medio billón de euros), rechazado el lunes en la Cámara de Representantes. Es más, cree que sin él, la situación, ya "urgente" será aún peor y el daño para la economía será "doloroso y duradero". Por ello, no se rinde: En un intento de calmar la agitación de los mercados -ayer Wall Street tuvo la caída más importante de su historia-, ha dicho que su Gobierno sigue trabajando con los representantes del Congreso estadounidense para sacar el plan adelante: el 'no' de ayer en la Cámara Baja "no es el final del proceso", ha dicho.
"Si nuestro país sigue por esta senda [sin el plan], el daño económico será doloroso y duradero", ha dicho Bush en una brevísima declaración en la Casa Blanca, anunciada esta madrugada tras el 'no' de la Cámara de Representantes de EE UU al plan presidencial para superar la delicada situación financiera. La decisión del Congreso tuvo un efecto dramático en los mercados. El Dow Jones, el índice de referencia de la bolsa neoyorquina, cerró con una pérdida del 6,98%, la mayor caída en puntos en toda su historia.
Ante esta situación "urgente", cree Bush que es necesaria una acción decisiva del Gobierno: "empeorará día a día si no actuamos". "Estamos en un momento crítico para nuestra economía y necesitamos una ley [el plan de rescate] que se dirija a los activos contaminados y logre que la economía americana vuelva a ponerse en marcha", ha dicho. Por ello, insiste en que el plan debe ser aprobado, para lo cual, su Gobierno sigue trabajando "estrechamente" con los representantes demócratas y republicanos en el Congreso para sacarlo adelante. "Garantizo a nuestros ciudadanos y a los de todo el mundo de que este [el rechazo del Congreso] no es el final del proceso legislativo".
Paradójicamente, fue el bando republicano el que más contribuyó al fracaso de un plan propuesto por su jefe, el presidente Bush. Uno de cada dos republicanos votó en contra. Pese a todo, Bush ha urgido al Congreso a convertir en ley su plan: "El congreso debe actuar". El plan no podrá volver a ser votado al menos hasta el jueves.
Más se perdió ayer
Ante los que critican el superlativo dispendio de dinero público -700.000 millones de dólares- para salvar a los bancos de sus propias decisiones, Bush se ha justificado diciendo que la debacle bursátil de ayer en Wall Street fue aún peor, superior a un billón de dólares. Además, ha querido garantizar que el Gobierno recuperará todo el dinero público que gaste en el plan.
Hay que recuperar la unidad
Los principales líderes del Senado de EEUU urgieron este martes a restaurar la unidad para sacar adelante un plan contra la crisis financiera como el que rechazó ayer la Cámara, y que ha desatado acusaciones cruzadas entre demócratas y republicanos.
El líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Harry Reid, y el líder de la minoría, el republicano Mitch McConnell, han hecho este martes un llamamiento para acabar con las acusaciones e iniciar la negociación de un plan consensuado. Harry Reid ha afirmado, en un discurso en el Senado, que "el juego de las acusaciones debe acabar, porque necesitamos ponernos a trabajar en lo que necesita el país". Por su parte, McConnell, ha asegurado que el acuerdo debe estar concluido esta misma semana. "Acabaremos el trabajo pendiente", ha concluido.
Entre las opciones que hay sobre la mesa está la de modificar el plan de rescate que votó el lunes la Cámara, con objeto de sumar los apoyos de los legisladores que se opusieron, o bien elaborar uno nuevo.
El discurso de la discordia
Éstos son algunos de los extractos del discurso de Nancy Pelosi antes de que comenzará la votación sobre el plan de rescate financiero en la Cámara de Representantes y que han causado malestar entre algunos congresistas
"¿Cuándo fue la última vez que alguien les pidió 700.000 millones de dólares? Es una cifra asombrosa, que nos indica simplemente el coste de las fallidas políticas económicas de la Administración Bush. Políticas construidas sobre la base de la temeridad presupuestaria, sobre una mentalidad del todo vale, con no regulación, no supervisión y no disciplina en el sistema".
"Los demócratas creen en el libre mercado". (Un libre mercado) "que puede y debe crear empleos, riqueza y capital, pero que dejado a su libre albedrío ha generado el caos".
"Los demócratas insistieron en que la ley que responda a esta crisis debe proteger al pueblo (norte)americano y a la gente de la calle ante el desastre de Wall Street. El pueblo americano no decidión debilitar peligrosamente nuestras políticas regulatorias y de supervisión. Ellos no sellaron acuerdos financieros arriesgados y poco sensatos. Ellos no pusieron en peligro la seguridad económica de la nación. Y ellos no deben pagar el coste de esta ley de emergencia y estabilización".
"Hoy vamos a actuar para eludir esta crisis, pero la experiencia de estos últimos ocho años nos dice que ha fallado el liderazgo económico. Elegimos un camino diferente. En el nuevo año, con un Congreso y un nuevo presidente, romperemos los lazos con este pasado fallido y llevaremos a EE UU en una nueva dirección hacia un futuro mejor".
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