El juez acerca a Camps al banquillo de acusados por el caso de los trajes
El presidente valenciano reclama al fiscal que le trate "como a Chaves y a Bono"
El juez José Flors acercó ayer al presidente valenciano, Francisco Camps, al banquillo de los acusados al dictar una providencia en la que da por concluida la instrucción de la causa abierta hace casi dos años por un delito de cohecho impropio y marca cinco días de plazo a las partes para que se pronuncien sobre la celebración del juicio oral contra el dirigente del PP.
El juez considera que ya se han practicado todas las diligencias necesarias para averiguar si Camps recibió durante varios años y en distintas épocas trajes y otros regalos de empresarios de la trama Gürtel por valor de miles de euros, lo que constituye un delito de cohecho pasivo impropio. De hecho, el mismo juez Flors ya decidió hace año y medio que había suficientes indicios de delito para abrir juicio oral, pero un recurso de Camps paralizó todo el proceso. Ahora, el juez escuchará a las partes y resolverá si procede o no abrir juicio oral.
El dirigente del PP presume de que hoy obtendría más votos que en 2007
El presidente Francisco Camps respondió con nerviosismo a esta decisión y reclamó a la fiscalía que pida el archivo de la causa aplicando lo que denominó "doctrina Bono o doctrina Chaves" -en relación a supuestos escándalos que afectan a estos dirigentes socialistas y cuyo archivo ha pedido la fiscalía-, para demostrar así que no se persigue únicamente a los cargos del PP. Camps recalcó, para defender su inocencia, que si las elecciones autonómicas se celebraran ahora su mayoría absoluta en la Comunidad Valenciana se vería incrementada.
La decisión de Flors puede ser recurrida ante el mismo juez y ante la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Valencia. Lo más probable, según fuentes jurídicas, es que Flors decida antes de las elecciones autonómicas del 22 de mayo si Camps debe ser juzgado y que el juicio, en su caso, se celebre después de los comicios.
Las pruebas recabadas durante la instrucción de esta causa por cohecho impropio acreditan que los trajes que Camps adquirió en una tienda de Madrid fueron pagados con dinero sacado de cuentas corrientes de empresas de la trama Gürtel. Que, pese a que el presidente valenciano declaró ante el juez Flors que había pagado los trajes en la tienda con su dinero, ningún dependiente (ni vendedores ni cajeras) confirmó ese hecho sino todo lo contrario. Y que los regalos de trajes se produjeron coincidiendo con la adjudicación por el Gobierno valenciano de decenas de contratos sin concurso y vulnerando la normativa a una de las empresas de la trama Gürtel dirigida por Álvaro Pérez, al que Camps denominaba "amiguito del alma".
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