El nuevo Gobierno de Honduras decreta el toque de queda
El Poder Judicial respalda la acción de la cúpula militar contra el jefe del Estado.-Decretado el toque de queda para garantizar el nuevo 'statu quo'
En una reunión de urgencia convocada horas después de la expulsión del país del presidente Manuel Zelaya, el Congreso de Honduras ha nombrado a Roberto Micheletti, hasta ahora presidente de la cámara, presidente interino del país, en sustitución de Zelaya, secuestrado y deportado a Costa Rica por los militares que se hiceron rápidamente con el control de Tegucigalpa, la capital de Honduras.
Micheletti ocupará el cargo hasta 2010 para cumplir con el mandato de cuatro años por el que fue elegido Zelaya. "Prometo cumplir la Constitución y las leyes", ha proclamado Micheletti, del gobernante Partido Liberal al prestar juramento. Micheletti ha prometido que "el 29 de noviembre habrá elecciones", tal y como fueron convocadas hace un mes por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) para elegir presidente, diputados y alcaldes.
Además, los miembros del Congreso han aceptado una supuesta carta de renuncia firmada por Zelaya, algo que éste ha negado en una conversación telefónica con el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, según ha revelado el propio Funes.
Poco después del nombramiento del nuevo presidente, los militares que gobiernan de facto el país han decretado el establecimiento del toque de queda, que entrará en vigor a las nueve de la noche (hora local) y que se prolongará hasta las seis de la mañana. Mientras, en la calle, grupos de partidarios de Zelaya han comenzado a levantar barricadas y ha entorpecer los accesos al palacio presidencial. La mayoría de los manifestantes llevan cubiertos sus rostros por máscaras y van armados con palos.
Consulta frustrada
El presidente Manuel Zelaya fue detenido por los militares entre las cinco y las seis de la mañana (mediodía en España) en su domicilio, en la colonia de Tres Caminos, justo cuando creía que ya se había conjurado el peligro de golpe de Estado. En una entrevista concedida a este periódico pocas horas antes de su detención, Zelaya Rosales presumía de que el apoyo expreso que había recibido de Estados Unidos había resultado fundamental para que el general insurrecto Romeo Vásquez no se hubiera atrevido a consumar un golpe que ya intentó el jueves sacando a los militares a la calle. La confianza llevó al presidente a abandonar anoche la Casa Presidencial por primera vez desde que estalló el conflicto, provocado por su intención de convocar, para hoy domingo, una consulta popular que abriese el camino de su reelección.
Sin embargo, la intervención militar, con la cobertura del Tribunal Supremo, ha impedido la consulta. Las emisoras de radio y televisión han sido cortadas este domingo, así como la electricidad, y se ha suspendido el transporte público. Tanquetas y camiones llenos de soldados han tomado los puntos estratégicos de la ciudad y varios helicópteros del Ejército no dejan de sobrevolar la Casa Presidencial y el Parlamento.
Zelaya: "Secuestro brutal"
El gobierno costarricense ha confirmado a media tarde (hara española) la llegada de Zelaya al país. En declaraciones a la cadena multiestatal Telesur, y ya desde San José de Costa Rica, Zelaya ha asegurado que ha sido víctima de un "secuestro brutal" por parte de un "grupo de militares". "Entraron a balazos en el palacio presidencial y mis guardaepaldas aguantaron 20 minutos. Me sacaron en pijama (...) aquí estoy, en Costa Rica, en pijama todavía, y sin calcetines", ha añadido Zelaya en las que han sido sus primeras declaraciones tras el golpe.
El madatario hondureño, ha llamado a la "desobediencia civil pacífica" contra el "Golpe de Estado" y ha asegurado que sus guardaespaldas han peleado durante 30 minutos con los militares antes de que estos lo hayan apresado.
El Tribunal Supremo del país ha informado posteriormente en un comunicado de que ordenó al Ejército detener al presidente Manuel Zelaya por su intento de efectuar el referéndum sobre la Constitución. La primera dama, Xiomara de Zelaya, ha asegurado que se encuentra escondida "en una montaña" del oriente del país, según informa EFE.
Secuestro de embajadores y ministros
El embajador de Venezuela en la Organización de Estados Americanos (OEA) ha denunciado ante este organismo que el embajador de su país en Honduras, así como los embajadores de Cuba y Nicaragua, y la canciller (ministra de Exteriores) de Honduras, Patricia Rodas, también han sido secuestrados "por militares encapuchados". Minutos después, el embajador venezonalo en Tegucigalpa ha confirmado su liberación, así como la de los otros dos diplomáticos.
"Fuimos secuestrados, golpeados por un grupo de integrantes encapuchados de las Fuerzas Armadas cuando visitábamos a Patricia Rodas", ha declarado Laguna a la cadena Telesur. El presidente venezolano y aliado político de Zelaya, Hugo Chávez, ha declarado que el Ejército de su país está "en alerta" y que actuará si su embajador o su embajada son atacados Venezuela responderá con "la guerra".
Según el relato de Laguna, Rodas ha sido "obligada por la fuerza a embarcarse en una furgoneta" y posteriomente ha sido "trasladada a una base aérea. El secretario personal de Zelaya, Eduardo Enrique Reina, ha asegurado que la responsable de Exteriores sigue detenida y que también pesa una orden de arresto sobre el resto de ministros. Medios locales aseguran que al menos ocho ministros han sido ya detenidos, además del propio Reina.
Columnas de humo
La mayoría de medios está haciendo llamamientos a la población a que permanezcan en sus casas y esperen una comunicación oficial. En la capital hondureña se aprecian algunas columnas de humo en distintos puntos y el ejército ha sacado los tanques a la calle. La Policía hondureña ha disparado gases lacrimógenos contra grupos progubernamentales en el centro de la ciudad, informa Reuters.
"Con mucha preocupación la Guardia de Honor nos ha informado de que el presidente fue sustraído por los militares y llevado a la Fuerza Aérea", ha señalado el secretario privado de Zelaya en declaraciones a medios locales. El secretario de Zelaya ha asegurado que "el hecho ya ha sido denunciado ante la comunidad internacional" y ha hecho un llamamiento al pueblo hondureño y a los políticos a que se "manifiesten para defender la democracia".
Esta semana, el presidente hondureño anunció la destitución del jefe del Estado Mayor, el general Romeo Vásquez, lo que provocó protestas enérgicas en el país, muy dividido ante la consulta convocada para este domingo por la que Zelaya pretendía reformar la Constitución para prolongar su mandato cuatro años más.
EE UU condena el golpe
La secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, ha asegurado que las acciones militares contra Zelaya violan los preceptos democráticos y deben ser "condenadas por todos". Su palabras han llegado horas después de un primer comunicado de la Casa Blanca en el que el presidente estadounidense, Barack Obama, se declaraba "profundamente preocupado" por la situación y pedía "respeto a las normas democráticas, el imperio de la ley y los fundamentos de la Carta Democrática Interamericana".
También ha condenado el golpe el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, quien ha convocado una reunión urgente de su Consejo Permanente para analizar la crisis en Honduras y "defender la estabilidad democrática" en ese país. En similares términos se ha pronunciado el presidente de la Asamblea General de la ONU, el nicaragüense Miguel D' Escoto, quien ha condenado "de forma clara, rotunda e inequívoca" la situación en Honduras y ha pedido el inmediato retorno del presidente del país para poner fin al "quebrantamiento de la legalidad constituyente y democrática".
El presidente venezolano y aliado político de Zelaya, Hugo Chávez, ha sido uno de los primeros en pronunciarse sobre la situación. Lo ha hecho, además, condenando con dureza en una emisora venezolana lo que ha calificado de "golpe de Estado troglodita" y de "atropello contra Honduras y los pueblos de América Latina". Horas más tarde, Chávez ha asegurado que hará todo lo posible para abortar el golpe.
Tampoco ha evitado referirse a un "golpe de Estado" la Unión Europea. Jan Kohout, ministro de Exteriores de la República Checa, país que ocupa la presidencia de turno de la Unión, ha calificado la acción como "golpe de Estado" y "violación inaceptable del orden constitucional de Honduras", por lo que ha pedido, en nombre de la Unión, la restitución en el cargo de Zelaya. En España, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha expresado su "más enérgica" condena por la detención y expulsión "ilegal" del presidente de Honduras. La comisión de Exteriores del Congreso de España, ha aprobado una declaración con unanimidad de todos los grupos en la que se condena del golpe.
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