Los familiares de los rehenes de las FARC piden un impulso del canje humanitario al nuevo jefe
La familia de Betancourt solicitan a Alfonso Cano que aproveche el actual momento para liberar a la ex candidata presidencial y al resto de los secuestrados
Los familiares de los rehenes de las Fuerzas Revolucionarias Armadas de Colombia (FARC) han hecho el primer llamamiento al nuevo jefe de los guerrilleros, Alfonso Cano, que se ha hecho con el control del grupo tras la muerte de Pedro Antonio Marín, alias Tirofijo.
Yolanda Pulecio y Astrid Betancourt, madre y hermana de Ingrid Betancourt, han pedido hoy al nuevo líder de las FARC que aproveche el actual momento para liberar a la ex candidata presidencial y al resto de los secuestrados.
"Ante los últimos acontecimientos, hacemos un llamamiento al Comandante Alfonso Cano- hombre ilustrado y progresista- quien al tomar la dirección de las FARC, tiene el poder de empujar la historia liberando a Ingrid y los tres civiles" han afirmado en un comunicado.
Según Pulecio y Betancourt, estas liberaciones desencadenarán la acción decisiva de Francia y de la comunidad internacional para lograr el acuerdo humanitario y poner a Colombia en el camino de la paz "que iluminará el corazón y el destino de los colombianos".
Ante la opinión pública internacional, el secuestro en Colombia tiene un rostro: el de Ingrid Betancourt. Sin embargo, otras 600 personas comparten la tragedia de la ex política. Colombia ostenta el récord de secuestros en el mundo, y las FARC son autoras de la mayoría de ellos, por delante de otros grupos armados y de la delincuencia común.
Dudas en el Gobierno
Las FARC confirmaron ayer el fallecimiento de su líder debido a un ataque al corazón el pasado mes de marzo. Sin embargo, el Gobierno colombiano duda de la muerte Tirofijo por paro cardíaco. Las autoridades colombianas han apuntado que podría haber muerto tras una operación militar.
Así lo ha explicado el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, en una entrevista con la revista Semana. El ministro ha asegurado que los servicios de inteligencia colombianos "tenían ubicado" el campamento del guerrillero en una zona limítrofe entre los departamentos de Meta y el Huila, donde "hubo operaciones importantes contra sus campamentos" entre el 20 y el 30 del pasado mes de marzo.
Por su parte, la senadora colombiana Piedad Córdoba ha asegurado hoy que ni ella ni el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, sabían que Tirofijo había fallecido.
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