"No podía soportar tanto lamento por la guerra sin hacer nada"
Neil Young, de 62 años, habla sobre sus canciones contra la guerra de Irak, el papel de la música como revulsivo contra un conflicto y la cuestión de por qué hoy ya no hay una cultura de protesta.
Pregunta. ¿Vuelve hoy al mismo punto en el que comenzó su carrera hace casi 40 años?
Respuesta. ¿Lo dice porque he vuelto a la canción protesta?
P. A finales de los sesenta, lideró con Crosby, Stills, Nash & Young (CSNY) la cultura de protesta contra Vietnam. En 2006 grabó el disco antiguerra Living with war, reunió a su antigua tropa y viajó por EE UU para cantar contra la guerra de Irak.
R. No lo quería así, pero no me quedaba otra. No podía seguir soportando las lamentaciones. Teníamos que hacer algo.
"Stephen Stills ya no aguanta que alguien le llame gilipollas. Es un tío sensible"
"Una canción sólo trata los síntomas, cuando ya es demasiado tarde"
P. ¿Qué lamentaciones?
R. Aquí, en Woodside, California, donde vivo, tengo un buen grupo de amigos. Un día me di cuenta de que siempre que nos veíamos acabábamos hablando de lo mismo: es decir, de lo que está pasando en esta guerra.
P. ¿Sintió que los viejos hippies tenían que volver a la carga?
R. No. Estuve mucho tiempo dudando. Pensaba todo el rato que debía de haber un joven superhéroe que viniera del mundo pop, que aunara las opiniones de todos los jóvenes en su persona y que los inspirara a que protestaran...
P. ¿Alguien como usted en 1969?
R. Qué va... ya casi ni me acuerdo de la persona que era entonces. La cuestión es que esperé y esperé. Pero no pasó nada. Hasta que vi en la portada de USA Today una foto que presentaba el interior de un avión sanitario que iba de Irak a Alemania y donde los médicos operaban a todos los heridos.
P. Esas fotos las hemos visto a menudo...
R. Sí, pero ¿sabe de qué iba el artículo? De medicina. Iba de cómo la guerra de Irak hace progresar la medicina. Eso acabó conmigo, fue el detonante. Escribí todas las canciones en una semana.
P. Meses después salió Living with war: 10 canciones en contra de la guerra de Irak.
R. Las canciones brotaron a borbotones. Luego llamé a Crosby, a Stills y a Nash.
P. ¿No tenían ninguna pega con su misión política?
R. ¡Qué va! Somos hippies. El problema era más bien que no están acostumbrados a memorizar en tan poco tiempo tantas canciones nuevas. Ya no pueden aprender nada. Además estaba claro que nos iban a atacar con furia por canciones como Let's impeach the president
(Destituyamos al presidente). Stills, por ejemplo, ya no aguanta tan bien que alguien le llame gilipollas. Es un tío sensible. Y Crosby... Bueno, Crosby es Crosby. A él no se le puede medir con los raseros normales. Que pueda seguir en pie después de todas las drogas que se ha metido es incomprensible...
P. Ha grabado la gira y ha hecho un documental con la grabación. Se llama, al igual que el primer disco de CSNY, Déjà vu, y sale en julio en los cines. Ahí se puede ver perfectamente cómo el público, sobre todo en el sur de Estados Unidos, les insulta furioso, tachándoles de traidores a la patria.
R. El primer mandamiento de la canción protesta es: si no les gustan tus letras, no es que estén rechazando tu música, no, te odian a ti personalmente.
P. Lo que impulsa a sus detractores ya lo conocemos por la guerra de Vietnam; en épocas en las que la nación se encuentra en guerra, cuestionar su sentido y su legitimidad se califica de falta de patriotismo.
R. Precisamente así lleva el Gobierno de Bush años consiguiendo evitar que hablemos de la guerra. El que tenía algo en contra de ella no era un patriota.
P. Pero ustedes evocan desde hace 40 años los mitos de un país puro y original, como las águilas, los cañones, las personas con sus familias y sus granjas... y por encima de todo, Dios. A ustedes se les podría calificar de patriotas.
R. Sí. Y la película también es patriótica.
P. En ella se ve cómo tocan sus canciones antiguerra con una bandera enorme de Estados Unidos de fondo.
R. Está claro que es patriótico preocuparse por Estados Unidos. Todos los presidentes que vengan tienen que saber que no van a salirse con la suya con mentiras. ¿Se supone que el mundo tiene que pensar que eso nos da igual? Estados Unidos estará lleno de cobardes sin agallas si no echamos a Bush de su cargo.
P. Esa superestructura patriótica no la había en las protestas contra la guerra de Vietnam.
R. Antes, toda la cultura de protesta era completamente diferente. Pero esto se debía sobre todo al servicio militar obligatorio, entonces todavía estaba vigente. A los estudiantes sólo les preocupaba una cosa: ¿tengo que ir a Vietnam o no? En la actualidad, los estudiantes se preguntan si van a conseguir un buen trabajo. Por eso hoy no hay un movimiento antiguerra. La guerra sólo existe en la CNN, está lejos, es irreal.
P. ¿Con esto ha vuelto a poner punto final?
R. No se puede cantar una y otra vez canción protesta. No soy la CNN, donde durante 24 horas se habla siempre de lo mismo.
P. En la presentación de la película dijo que, de todas formas, no cree que las canciones puedan tener hoy algún efecto.
R. Llevo 45 años escribiendo canciones. Y, en general, no ha tenido mucha repercusión. Una canción sólo trata los síntomas, cuando ya es demasiado tarde, cuando ya ha muerto gente...
P. ¿Cómo funciona en realidad una buena canción protesta?
R. La mayoría consigue reflejar un sentimiento, no son especialmente concretas. Pero no se haga ilusiones, porque hasta la fecha no ha habido ninguna canción que haya empezado un movimiento. No son más que la gasolina que aviva el fuego.
© Der Spiegel
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