"El objetivo de la arquitectura es hallar la mejor manera de repartir el espacio"
En su ecléctica carrera ha realizado proyectos tan diversos como la casa del escritor Bruce Chatwin, la tienda principal del diseñador de moda Calvin Klein en Manhattan, un monasterio cisterciense en la República Checa o prestigiosas galerías de arte y estudios de artistas. Proyectos que, en poco más de 20 años, han convertido al arquitecto británico John Pawson (Halifax, 1949) en uno de los principales protagonistas del minimalismo arquitectónico contemporáneo y en un legítimo heredero de Mies van der Rohe, quien cristalizó el concepto en la célebre frase "less is more", es decir, menos es más. A pesar de ser una de las estrellas del firmamento de la arquitectura contemporánea, Pawson es un hombre afable y asequible. La búsqueda del rigor, la contención y la simplicidad de las formas puras, ajenas a cualquier manierismo estilístico, que caracteriza sus obras, parece reflejarse también en su forma de ser. "No es sólo cuestión de reducir o simplificar, hay que centrarse en lo que realmente es importante", afirma.
"Hay que alcanzar las cualidades que un edificio u objeto poseen cuando cada elemento, cada detalle, ha sido condensado a lo esencial"
"La luz está relacionada con el bienestar del individuo. Usada con criterio, es capaz de proporcionarnos calidez y comodidad"
Pawson tuvo "una vocación tardía", como él mismo la define. Llegó a la arquitectura a finales de la década de 1970, cumplidos ya los 30 años, tras haber trabajado primero en la empresa textil de su familia y luego como profesor en Japón. Fue allí donde conoció al diseñador japonés Shiro Karamata, cuya amistad resultó determinante en su decisión de dedicarse a la arquitectura. De Karamata aprendió que podía llevar a cabo experimentos innovadores y atrevidos con nuevos materiales y tecnologías, sin tener que sacrificar su fe en la simplicidad y la sobriedad. "Cuando empecé a trabajar como arquitecto había terminado ya mi formación y sabía exactamente lo que me gustaba, así que empecé diseñando para mí mismo", explica.
En 1981 abrió su propio estudio en Londres y, 15 años después, en 1996, resumió su concepción estética en Minimun, un ensayo visual donde explora los conceptos del minimalismo y la forma de aplicarlo tanto a la arquitectura como al diseño y al arte. "La escala es irrelevante, el objetivo es lo mismo: alcanzar aquellas cualidades que un edificio o un objeto poseen cuando cada elemento, cada detalle y cada conexión han sido reducidas o condensadas a lo esencial", afirma. Recientemente, Pawson ha estado en Barcelona para enseñar sus proyectos y explicar su ideario en el ámbito de una jornada sobre Diseño y materiales, organizada por BCD-Barcelona Centro de Diseño, en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona. Últimamente sus visitas a España se han hecho más frecuentes, ya que es uno de los arquitectos que colaboran en el proyecto del nuevo hotel Puerta América, de Madrid, junto a Jean Nouvel, Foster & Partners, Arata Isozaki y Zaha Hadid.
"Cada estudio diseña una planta del hotel y nosotros nos encargamos de la recepción, el hall y las zonas de tránsito. Serán espacios diferentes de lo habitual, mucho más cómodos y acogedores. Habrá mucha madera, mesas y butacas, y una iluminación suave con puntos de luz concretos sólo donde sea necesario", explica. La idea es alcanzar la "atmósfera serena y excitante a la vez", que es su marca de fábrica. La logró incluso en las salas de espera de Cathay Pacific en el aeropuerto de Hong Kong, que concibió como un conjunto de refugios a pequeña escala, dotados de sillón, mesa y teléfono, para proporcionar un descanso temporal del bullicio del gigantesco aeropuerto.
Según el ya fallecido escritor británico Bruce Chatwin, que fue uno de sus primeros clientes, la arquitectura de John Pawson "es wabi, término japonés que significa pobreza voluntaria, en el sentido zen que implica que no tener nada es poseer el mundo". Pawson, sin embargo, prefiere poner el acento en la atmósfera que quiere obtener. "El objetivo de la arquitectura es hallar la mejor manera de repartir el espacio para que la gente se sienta bien en él", afirma el arquitecto, que prefiere los materiales naturales y utiliza la luz como una herramienta más de la arquitectura. "La luz está directamente relacionada con el bienestar del individuo. Usada con criterio, tiene la capacidad de subrayar los elementos del mundo físico y proporcionarnos calidez y comodidad".
Pawson suele emplear madera, piedra (a veces trabajada hasta alcanzar la transparencia del alabastro) y metal, y considera que el respeto hacia las cualidades de los materiales es uno de los elementos decisivos para el éxito de la creación arquitectónica. También le gusta el cristal, transparente, opaco o translúcido, aunque considera que "es un material difícil de controlar". "Me gustan las cualidades ambiguas del cristal. Aprecio su capacidad de integrar el espacio interior en el panorama, y de minimizar la frontera entre interior y exterior hasta su virtual desaparición. En cambio, prefiero no utilizar superficies reflectantes, porque bloquean la mirada. De la misma forma, intento eliminar las junturas entre los diversos materiales, porque hacen que el ojo se detenga".
El pasado septiembre se consagró la iglesia del monasterio cisterciense de Novy Dur, en Bohemia, en la República Checa, su último proyecto acabado, en el que estuvo trabajando cinco años. El monasterio se levanta como una pequeña ciudad, rodeado por cien hectáreas de tierra de cultivo, colinas y bosques. En esta ocasión, el reto consistió en integrar las ruinas de la casa solariega barroca, abandonada desde hace décadas, en las tres alas nuevas del conjunto, realizando un enlace armonioso, "sin dramas innecesarios en las junturas entre lo nuevo y lo viejo". "En este caso, las superficies sin fisuras son algo más que un recurso estético, ya que la ausencia de distracciones visuales resulta imprescindible en un espacio consagrado a la meditación y la plegaria", explica.
De las colinas de Bohemia al centro de Nueva York, de los monjes a los turistas. Otro de sus próximos proyectos es un edificio de apartamentos para el célebre Gramercy Park Hotel de Manhattan. Pawson no tiene inconveniente en aceptar los encargos más diversos. Ha realizado el diseño de una cocina para Obumex, de una línea de mobiliario para la empresa italiana Driade y de una colección de objetos domésticos para la empresa belga When Objects Work (Cuando los Objetos Funcionan). En 2001, junto con la escritora especializada en gastronomía Annie Bell, publicó Living & eating, donde aplica su filosofía de la simplicidad y sobriedad a la cocina. También mantiene estrechas relaciones con el mundo del arte y no sólo construye galerías y talleres de artistas, en 2002 participó en la Bienal de Arquitectura de Venecia en el ámbito de la exposición NEXT y es uno de los tres arquitectos que se exponen en el Pabellón Británico en la edición 2004. "Un arquitecto hace lo que le ofrecen. No es necesario ser monje para construir un monasterio o artista para diseñar un taller: parto de lo que me gusta y lo aplico a las diferentes situaciones", concluye.
Babelia
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