El médico mafioso y los huevos de Leningrado
Agentes y editores se afanan por descubrir el libro de la feria
Un médico residente recorre el hospital en el que trabaja y va lanzando pullas contra los enfermos. Uno de ellos, con un cáncer terminal, lo reconoce. Coincidieron hace tiempo en la mafia; eran matones. "Has venido a matarme", le dice el enfermo. "Ahora soy médico", le contesta el otro. No le cree. Así que la siguiente vez que lo ve le comenta: "He hablado con Brooklyn. Si yo salgo de aquí muerto, el siguiente serás tú". "Pero si vas a salir muerto de todas formas", dice el médico. Pero la trama de la novela ya se ha complicado y, mientras el lector va conociendo el pasado poco recomendable de los viejos amigos, el médico va enredándose de nuevo con la mafia.
El autor se llama Josh Bazell, es su primera novela y se titula Beat the Reaper. "Seguramente aparecerá en Estados Unidos después de las elecciones", comenta Mónica Martín, una de las fundadoras de MB, la agencia literaria que cumple ahora 10 años. "El libro me llegó unos días antes de empezar la feria. No ha aparecido todavía y su agente en Estados Unidos ha recibido ya 48 ofertas, y muchas, de seis cifras.
[Podría superar allí los 500.000 euros, pero en España la cifra sería mucho menor]. Hay subastas en distintos países europeos y MB tiene los derechos en español. Lo leí, me entusiasmó. Tiene algo políticamente incorrecto, un punto machista al estilo de Los Soprano, un médico con la mala uva de House, y un ritmo trepidante. Podría ser perfectamente el libro de la feria", dice Mónica Martín.
Desde los tiempos en que los agentes de Thomas Wolfe cobraron adelantos millonarios por un libro del que el inventor del nuevo periodismo todavía no había escrito una línea, para muchos ya no existe el libro de la feria. Así que los títulos que siguen quizá no tengan ese peso, pero sí que revelan las tendencias: los temas y los tratamientos que presumiblemente llegarán bien al público. Y así, si Mónica Martín manifiesta su entusiasmo por las peripecias del médico mafioso, Claudio López de Lamadrid y Mónica Carmona, de Mondadori, están convencidos de haber comprado ya la novela de este año. Es voluminosa (unas 700 páginas en la versión inglesa), la ha escrito Ma Jian, un chino que destaca por su exquisita escritura, y cuenta la historia de un joven al que le pegaron un tiro durante los disturbios de la plaza de Tiananmen. "Beijing Coma es un recorrido muy particular por la reciente historia de China, desde el inicio de los ochenta hasta ahora mismo, en vísperas de los Juegos Olímpicos", explica Carmona. "Y es particular, porque el que hace el recuento y muestra lo que ahora está pasando es un hombre que lleva en coma desde el año de los disturbios, 1989".
Pero hay otros libros que pegan fuerte. Cerrados en el último momento, cargados con la pólvora del descubrimiento reciente y, a veces, con la garantía del éxito en otros ámbitos. Es el caso del Libri di Luca, del danés Mikkel Birkegaard. La novela no tardó en llegar a los puestos de los mejor vendidos en Dinamarca. "Pocas veces salto y compro, y esta vez ha sido una de ésas", dice Valerie Miles, de Alfaguara. "El título del libro es el nombre de una librería de Copenhague. Su dueño muere y el hijo de éste la recibe de herencia tras 20 años de no saber nada de su padre. Así que coge las riendas del negocio familiar y empiezan a pasar cosas extrañas. Su madre se suicidó hace tiempo, se producen nuevos crímenes, existe una secta secreta de lectores...".
Elena Ramírez, de Seix Barral, está también radiante, y no sólo por tener los derechos mundiales de Firmin, el ratón de la novela de Sam Savage, que acaba de publicar, y que está vendiendo muy bien en Francfort. Para ella, el libro de la feria es La ciudad de los ladrones, de David Benioff, el actor y guionista de Hollywood que narra esta vez la historia de un chaval de 17 años que, durante el sitio de Leningrado, se ve obligado a conseguir una docena de huevos en 24 horas. "La orden es de su coronel en el campo de concentración, y, si no la cumple, lo liquida". Una historia intensa y breve, una novela de iniciación, "pues conseguir cada huevo es una aventura".
Cuatro títulos, y podrían ser unos cuantos más. Numerosas ofertas, derechos vendidos en varias lenguas. Algunos no han aparecido aún, otros están avalados por el éxito. Señalan caminos e intereses: mafias y médicos bordes, como en la tele; la compleja realidad china, que ya se anuncia como filón; thrillers con sociedades secretas y su punto de esoterismo, y el interés, que sigue sin decaer por cuanto tenga que ver con la Segunda Guerra Mundial. En este último contexto está la novela de este año para Juan Cerezo, de Tusquets, que es justamente la que ha premiado la propia feria, en la tercera edición de un galardón que pretende proyectar la literatura alemana fuera de Alemania. "Acabamos de publicar el anterior libro de Julie Frank, Zona de tránsito, y es casi seguro que la recién premiada, Die Mittagsfrau (La chica del mediodía), será nuestra. Una judía en el Berlín de los años veinte que logra pasar desapercibida durante el nazismo. Pero que luego tiene que abandonar a su hijo para sobrevivir. La novela es la historia de esa desgarradura".Algunos libros no han aparecido aún, otros están avalados por el éxito
Friedländer, la voz de las víctimas
Ayer tuvo lugar en la feria el tradicional encuentro del último premio de la Paz, Saul Friedländer, con los periodistas. El jurado destacó en su acta que había elegido al historiador israelí por su narración épica del exterminio de los judíos durante la dominación nazi en Europa. "Yo no elegí ocuparme de esta cuestión; fui elegido por ella", comentó Friedländer, que se graduó en Políticas en Francia en 1955 y que sólo más tarde se dedicó a reconstruir el Holocausto. "La mayoría de las obras contaban entonces lo que hicieron los verdugos; yo quise aportar, a través de cartas, autobiografías y documentos, la visión de las víctimas". El historiador se manifestó "horrorizado" por la actual política de Estados Unidos, contó que el muro que separa a palestinos e israelíes es brutal, pero que aporta seguridad, y dijo que el fundamentalismo islámico está ahí y que hay que contar con él.
También ayer, el ministro de Cultura español, César Antonio Molina, visitó la feria. Tras recorrer el pabellón que aloja a la delegación que representa a la cultura catalana, como invitada especial, y a las editoriales españolas, manifestó que, por lo que había podido escuchar, había una "satisfacción" y "alegría" general por la marcha de la feria.
Babelia
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