Ocho hombres desnudos desafían prejuicios desde los escenarios de Barcelona
Se estrena 'Cantando desnudos', un musical que levantó una polvareda en EE UU
Cantan como en cualquier otro musical, pero ojo, éstos cantan desnudos. Cantan y actúan sin ropa, al menos en el 90% de la obra. Ocho chicos jóvenes en un montaje musical que oscila entre la revista y cabaré, según su director artístico, David Pinto. Se llama Cantando desnudos, es una adaptación de una obra del estadounidense Robert Schrock que levantó una polvareda en ese país, y se estrena ahora en Barcelona sin fecha final. Será el público el que decida.
Una hora de espectáculo, dirigido en el Teatreneu por Máximo Hita, el que fuera miembro fundador del Ballet Contemporáneo de Barcelona y adaptador a la escena de, entre otras, la película británica Full Monty.
Cantando desnudos trata sobre el amor, la muerte, el pudor, las tradiciones, la obsesión por el culto del cuerpo y el sexo. Incluye 16 canciones, con títulos como Carlos el PornoStar, Cris, vives en mí, Háztela así, Sólo para miembros, Limpio y servicial o La tradición de la circuncisión.
La primera canción se llama Algo más que desnudez, y explica el por qué de todo esto: “Aquí tus prejuicios se derrumbarán”, cuenta al público, al que anima que cambiar de punto de vista sobre el teatro “suponiendo que hayáis venido a ver algo más que desnudos”.
El director musical del espectáculo es Sergi Cuenca, y en la selección de los actores y la creación del equipo artístico ha colaborado Ángel Palovsky. En su presentación en Barcelona ha participado el propio Schrock, que estrenó la obra en Los Ángeles (EE UU) en 1999 con la idea de dirigirse al público homosexual.
Las canciones se han traducido del inglés con la intención contraria, tratando de marcar distancias con ese tono gay para adaptarla a todos los públicos; sin embargo, si mantiene algunos temas claramente homosexuales. Schrock ha explicado sus problemas con la censura en Estados Unidos (“hay fundamentalistas a los que ver un pene en escena derrumba sus creencias), y ha contado cómo luchó “contra una sociedad de doble moral a la que le parece bien que las mujeres aparezcan desnudas, pero no los hombres”.
Babelia
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