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Y al final hubo magia

Loquillo y los Trogloditas reconquistan Madrid junto a Sabino Méndez

Sabino Méndez no toca mejor que Jaime Stinus o Igor Paskual, guitarristas que habitualmente acompañan a Loquillo, pero al fin y al cabo es el padre de la criatura y su presencia en el escenario aporta magia a una serie de canciones que forman parte de la vida de miles de personas. Empecemos por el final. Loquillo, sin mediar palabra salió al escenario tras el debido 'bis' abrazado a su eterna historia de amor y odio: Sabino. "¡Rock suave!", gritó el Loco, y la máquina del tiempo empezó a funcionar. Fue la primera de las cinco canciones que la pareja, con el incombustible Simón Ramírez marcando el ritmo con el bajo, interpretó conjuntamente.

Era lo que todos los que abarrotaban la madrileña Sala Sol en este ciclo de conciertos nostálgicos de la Movida esperaban. Cayeron Rock suave, El rompeolas, Rock and roll star, El cadillac solitario y...En las calles de Madrid. Ésta última con los dos protagonistas solos en el escenario acompañados de una guitarra acústica.

Así el fin de fiesta cerró el círculo. Apenas una hora y tres cuartos antes el Loco se plantaba en el escenario y daba gracias a Madrid por ser el primer sitio en apreciar su trabajo y por ser la ciudad de Jaime Urrutia (¡presente!), Luis Alberto de Cuenca y Balmoral (mítica coctelería madrileña cerrada en 2006).

El concierto de Loquillo y sus Trogloditas echó raíces, como siempre, en la actitud. El rockero con alma de cantautor y maneras de crooner derrochó chulería para defender una lista de canciones no siempre regular, y supo manejar el ambiente recurriendo a clásicos como Pégate a mí o Todo el mundo ama a Isabel. En la lista entraron también otros temas esperados por el público como 'Cuando pienso en los viejos amigos' (con letra de Luis Alberto de Cuenca), Las chicas del Roxy, Feo, fuerte y formal, La edad de oro, Arte y ensayo o Voy de negro.

Pero en un concierto de Loquillo las canciones pueden pasar a un segundo plano, porque lo suyo es pose, y a mucha honra. Aunque eso sí, que no falten los clásicos. Y si es como anoche, con sus viejos compañeros de viaje encima del escenario, mucho mejor

Loquillo durante su concierto en la madrileña Sala Sol
Loquillo durante su concierto en la madrileña Sala SolPABLO ARQUED

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