El embajador del cine portugués

El actor Joaquim de Almeida (Lisboa, 1957) recibió anoche el premio Ciudad de Huelva por su trayectoria cinematográfica (más de 70 películas) y su aportación al cine iberoamericano. En la Casa Colón de la capital onubense, sede del 35º Festival de Cine Iberoamericano que desde el sábado se celebra en la ciudad, Almeida agradeció el galardón y bromeó sobre "el homenaje" a su carrera: "Todavía tengo 52 años, mejor que me premien a los 80", decía entre risas. A su lado, el director cinematográfico Imanol Uribe, que quiso acompañarlo en la entrega, asentía divertido. Hilando café y cigarrillos a partes iguales, el actor portugués habló sobre sus inicios en Nueva York ?donde aprendió, como camarero de un bar, los cinco idiomas que domina?, valoró las aportaciones recientes del cine latinoamericano "sobre todo de México y Brasil" y alabó el talento de directores españoles como Pedro Almodóvar y Alejandro Amenábar sin olvidar a los actores como Javier Bardem al que calificó como "el actor más completo del momento".

Almeida reparte su tiempo entre Santa Monica, a pocos kilómetros de Hollywood (EE UU), Sintra, junto a Lisboa, y París (Francia). "No, no puedo quejarme de vida", reconoce el actor más internacional de su país. Almeida ha participado en filmes como Buenos días, Babilonia, Desperado, Peligro inminente y en series televisivas como Miami vice, El ala oeste de la Casa Blanca o en la reciente serie de culto estadounidense 24 horas. "En Portugal se emitió tres días seguidos y las calles se paralizaron, nadie quería salir a la calle", exagera con un acento global, difícil de clasificar. Bromea con que le gustaría repetir papeles de amante, "con Kim Bassinger, por ejemplo". De sus películas, recuerda con especial cariño la española El rey pasmado, del Imanol Uribe. "Es la primera vez que nadie quería parar un rodaje. No queríamos que terminara. Lo estábamos pasando tan bien...". Otro filme "inolvidable", señala, fue El corazón de la tierra, de Antonio Cuadri. "La explotación fue trágica. Los ingleses se apoderaron de todo, las mujeres españolas ni siquiera podían entrar en el club inglés", cuenta el actor. Sobre el cine portugués, Almeida no se muestra muy optimista. "La crisis nos afecta más porque ya éramos pobres", asegura. "Nosotros tenemos un cine muy intimista porque es el único que podemos hacer", critica. Sin embargo, valora la calidad de la película portuguesa presentada al certamen, Como dibujar un círculo perfecto, de Marco Martins, en la que dos hermanos mantienen una trágica relación amorosa. Almeida tiene palabras de admiración para todos aquellos filmes de bajo presupuesto que han conseguido ser elegidos en la sección oficial por el Colón de Oro de este festival que, en palabras del intérprete, "es el mejor de este tipo de cine", aunque matizó que "no sería malo que hubiera incluso más". Tras alabar algunas características de la provincia, como "el mejor jamón del mundo", Almeida animó a los países más necesitados: "Aquí en Huelva podemos ver películas de Bolivia, Perú o Panamá, que no tendrían la posibilidad de contemplarse si no fuera por este festival. La película chilena La nana, a pesar del bajo presupuesto, se está distribuyendo en Estados Unidos. Eso da cierta esperanza al cine iberoamericano", concluye.