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Tres días sin comida ni agua rodeado de cadáveres

Sale a la luz el diario de un soldado británico que describe el día a día en las trincheras durante la I Guerra Mundial

Oleadas de soldados que se alzan sobre las trincheras y son barridos a balazos por el enemigo alemán o el olor del mortífero gas venenoso son algunas de las vivencias que anotó el soldado británico Walter Hutchinson en un pequeño cuaderno de bolsillo que le acompañó mientras avanzaba por el campo de batalla de la I Guerra Mundial y que acaba de salir a la luz, según The Daily Telegraph.

Hutchinson, que era un joven encargado de un comercio cuando se alistó al 10º batallón del regimiento de York y Lancaster, combatió en la batalla del Somme, en 1916, uno de los choques más sangrientos de la guerra y que ilustra el funcionamiento de la guerra de desgaste, en la que cientos de soldados eran masacrados para conquistar unos pocos metros. En el primer día del Somme, jornada que Hutchinson describe en su cuaderno, perecieron más de 62.000 hombres.

El joven recluta recoge en sus páginas cómo tuvo que arrastrarse sobre los cuerpos de tres camaradas a los que conocía y que yacían con la cabeza reventada. Tuvo que permanecer toda una noche encogido en las trincheras y rodeado de compañeros heridos, hasta que le rescataron al día siguiente.

Un reloj, a subasta

Hutchinson contempló muchas otras muertes y pasó tres días sin comida mientras se protegía en las trincheras con el agua hasta la cintura. Al acabar la guerra, un comité local de recepción a los veteranos le otorgó una medalla militar y un reloj de oro. Ambos objetos, junto al cuaderno y varias fotografías, los pondrá a la venta un coleccionista privado en la casa de subastas Dix Noonan Webb, el próximo 7 de marzo.

Hutchinson, nacido en South Yorkshire, en el pueblo minero de Conisbrough, y su esposa, Evelyn, tuvieron una hija, Constance, en 1919. Regentaron una pequeña tienda en la cercana localidad de Maltby antes de retirarse a la urbanización de Cleethorpes, en la costa de Lincolnshire, donde vivió hasta los ochenta años.

Su sobrino, John Lindley, de 65 años, ingeniero de minas retirado, ignoraba la existencia del diario cuando The Daily Telegraph contactó ayer con él. “Era una persona agradable y tranquila. Medía alrededor de un metro sesenta y cinco y cuando lo conocí estaba calvo y llevaba gafas”, señaló su sobrino.

El conjunto del diario y el resto de objetos tendrá un precio de salida de 800 libras esterlinas (1.200 euros), aunque podría superar ese valor, si se tiene en cuenta el precio al que se han vendido otros diarios que se han salido a la luz recientemente.

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