Un cuadro que cambia eternamente

Un retrato pionero en cuanto a su técnica de ejecución que representa a la arquitecta iraquí Zaha Hadid se exhibe desde hoy en la National Portrait Gallery, famosa galería londinense dedicada exclusivamente al retrato. Se trata del primer encargo que hace la galería al británico Michael Craig-Martin, figura muy influyente en la joven generación de artistas de este país como Julian Opie, Sarah Lucas o Damien Hirst.

Su retrato de la arquitecta consiste en una pantalla de cristal líquido colgada en la pared a modo de cuadro y en el que aparece un dibujo de Hadid. Mientras las líneas del dibujo, basado en fotografías tomadas por Craig-Martin, es fijo, los colores chillones del retrato y del fondo van cambiando lenta y casi imperceptiblemente, formando infinitas combinaciones cromáticas.

Todos esos cambios son controlados por un software introducido en el monitor, que elige las combinaciones totalmente al azar. Como quiera que Hadid se sirve del ordenador para mostrar la fluidez de los espacios que diseña, el artista consideró apropiado utilizar la misma técnica para retratarla.

Zaha Hadid, que vive en Londres, fue la primera mujer en ganar el prestigioso premio Pritzker de Arquitectura en sus veintiséis años de historia. Entre sus creaciones más elogiadas están el Centro Rosenthal de Arte Contemporáneo, de Cincinnati (EE.UU.), la central de la BMW en Leipzig (Alemania) o el Centro Phaeno para la Ciencia, de Wolfsburg (Alemania), todos los cuales han sido candidatos al premio Stirling, que otorga el Royal Institute of British Architcts.

También es autora del pabellón-puente de la Exposición Internacional de Zaragoza de 2008 y de varios proyectos en España como el juzgado de lo civil en el Campus de la Justicia de Madrid o el Campus Interuniversitario del Besós (Barcelona).