La crudeza sangrienta del barroco español llega a EE UU
Son 11 lienzos de artistas como Velázquez o Zurbarán y otras tantas tallas religiosas que, en algunos casos, no habían abandonado nunca las iglesias donde los muestran para el culto
La Galería Nacional de Arte Estados Unidos acogerá desde el domingo la exposición Lo Sagrado hecho realidad. Pintura y escultura española 1600-1700, sobre arte religioso del barroco español, compuesta por 11 lienzos de artistas como Diego Velázquez o Francisco de Zurbarán y otras 11 tallas religiosas que, en algunos casos, no habían abandonado nunca las iglesias donde desde hace siglos los muestran para el culto. La Galería Nacional de Londres había albergado la muestra entre octubre y enero. Desde el próximo domingo y hasta el 31 de mayo se exhibirá en Washington.
Abre la exposición un crucifijo, de un metro de altura, tallado por el escultor Juan de Mesa: El Cristo de la Buena Muerte (de 1618, aproximadamente). Mesa, nacido en Córdoba y afincado en Sevilla, fue un maestro en el arte procesional, dado a un realismo extremadamente minucioso para el que se inspiraba, según algunos biógrafos, visitando morgues y observando cadáveres. Esa inspiración es patente en la talla mencionada, que muestra una llaga abierta en el costado derecho del Cristo, una constante en muchas imágenes de esta exposición donde lo religioso convive con imágenes de una crudeza pocas veces vista en un museo estadounidense.
"Las imágenes son para verlas, no para besarlas"
El realismo de la imaginería católica del Barroco se muestra aquí en toda su crudeza. El Ecce Homo tallado por Gregorio Fernádez (aproximadamente, 1621), traído desde Valladolid, se muestra en su desnudez, con las heridas del flagelo abiertas en la espalda y la sangre a punto de coagularse. Los organizadores han considerado la espalda de otro Ecce Homo, el de Pedro de Mena (1673), prestado por el Real Monasterio de las Descalzas Reales, demasiado sangrienta como para mostrarla al público, por lo que han colocado la talla pegada a una pared.
"Se trata de una de las primeras tallas [de Pedro de Mena como escultor y pintor] y muestra un gran realismo", explica el comisario de la exposición, el británico Xavier Bray. "Es casi una rendición artística al estilo de Mel Gibson". El público estadounidense que ha querido acercarse a ver un avance de la exposición este martes, antes de su inauguración oficial el próximo domingo, ha podido comprobar hasta qué punto el actor y director católico se inspiró en la imaginería barroca española para su cruda versión de los últimos días de Jesucristo en su largometraje de 2004.
En un país como Estados Unidos, de mayoría protestante, una rama del cristianismo que reniega de la imaginería al gusto del catolicismo y destaca por la desnudez ornamental de sus templos, estas imágenes son tratadas más como vestigios artísticos de siglos pasados que como verdaderos objetos de adoración. Pero lo cierto es que muchas de ellas se siguen utilizando en diversos templos de la geografía española para el culto religioso. Por ejemplo, el Cristo de los Desamparados (1617) de Juan Martínez Montañés, se venera en la iglesia conventual de los Carmelitas Descalzos de Sevilla, de donde se ausentará la próxima Semana Santa, por seguir en exhibición en Washington. El San Francisco de Asís en éxtasis (1663) de Pedro de Mena, ha abandonado por primera vez en su larga vida la catedral de Toledo.
Esta pequeña talla muestra al santo tal y como mantienen sus hagiógrafos que lo encontraron en su tumba el duque de Milán Francisco Sforza y el papa Nicolás V: en éxtasis, mirando al cielo en actitud de rezo y con sus estigmas aun sangrando, siglos después de su muerte. "Escribí unas 17 cartas a la catedral de Toledo, que aplicó la administración silenciosa: no respondieron a ninguna", explica el comisario Bray. "Aun así, con la ayuda y mediación del Ministerio de Cultura, logramos que nos la cedieran, para lo que nos comprometimos a restaurarla. Se ha hecho un gran trabajo de restauración, ya que la talla se caía a trozos. Ahora puede durar así otros 100 años".
"En algunos casos ha sido difícil convencer a las instituciones religiosas", confirma Guillermo Corral, director general de Política e Industrias Culturales, de visita este martes en Washington. "Muchas de esas tallas y lienzos estaban en muy mal estado y se utilizan para el culto. En los casos en que se han cedido para la exposición, los museos han accedido a restaurarlas con métodos muy avanzados". La exposición, que se enmarca dentro de la programación cultural de la embajada española en EE UU Preview Spain Arts & Culture 2010, estará abierta al público hasta el próximo 31 de mayo. Cuando, este martes, el director de la Galería Nacional, Earl A. Powell III, ha invitado al público reunido a verla, ha dicho: "Recuerden, las imágenes son para verlas, no para besarlas. La tentación estará presente en la sala".
Babelia
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