A la crisis, ¡puerta!

Con unas 40 puertas de madera, dos jóvenes artistas, José Jurado (Córdoba, 1984) y Julián Pérez (Illescas, 1987) han montado una instalación escultórica que crítica el modelo de crecimiento económico imperante en España en los años previos a la depresión, el basado en el ladrillo. Con esas puertas Jurado y Pérez han levantado "dos monumentos a la crisis de la construcción". Uno es "una torre de nueve metros de alto, el otro es un arco de triunfo; ambos semejan estructuras de poder", dice Jurado. ¿Y por qué las puertas? Por Villacañas, localidad toledana de 10.000 habitantes e icono de ese modelo de prosperidad basado en la construcción.

Villacañas fue retratada en un reportaje publicado por este periódico hace poco más de un año. En él se decía que en el año 2006 se fabricaron en este municipio ¡11 millones! de puertas; había 5.000 puestos de trabajo directos e ingresos por 600 millones de euros. Las vacas gordas. Después llegó la palabra repetida hasta la náusea: crisis. En el Ayuntamiento de Villacañas apuntan que en los últimos tres años han cerrado tres empresas de puertas y "se han perdido unos 2.500 empleos". Ahora, hay otras dos en concurso de acreedores. El elevado número de reportajes que publicaron los medios, incluidos extranjeros, sobre este municipio les inspiró.

Estos dos licenciados en Bellas Artes presentaron su proyecto al concurso del Espacio Contemporáneo Archivo de Toledo (ECAT), dependiente de la Junta de Castilla-La Mancha. Fueron seleccionados entre 240 trabajos presentados -30 del extranjero- para que se expusiera su obra en esta sala de arte.

Así, las puertas, santo y seña de Villacañas y entrada a los pisos -tan ansiados por millones de españoles-, llevaron a este par de jóvenes artistas a pensar en ellas para su montaje, que han llamado, lógicamente, #Puertas y que puede contemplarse hasta el 21 de septiembre en el ECAT.

Con esta exposición ambos artistas quieren "invitar a la reflexión, que se vea lo que ha habido detrás de esta vorágine por la crisis de valores y de la construcción", agrega Jurado. "Todos hemos sido culpables en este asunto, obsesionados por comprar un piso". Además, la puerta es un objeto "muy simbólico". "Supone la posibilidad de acceder a una nueva vida, algo que para muchos se ha truncado por la situación económica".

Informaciones y fotos

Junto a la torre y el arco de triunfo armados a base de puertas, Jurado y Pérez han añadido en su exposición fotos de Villacañas y páginas de periódicos que mostraron al mundo ("incluso con reportajes en medios canadienses") lo que sucedió en Villacañas, "ejemplo del monocultivo de una industria".

Una vez premiados por el ECAT, estos dos jóvenes compraron puertas en excedente a una fábrica de Villacañas -no sin problemas, porque con la primera que tenían apalabrado el trato cerró- y erigieron sus obras con la idea de que "el dinero que generara la iniciativa quedase en Toledo". Los 7.000 euros de la subvención lo dedicaron a comprar las puertas y al montaje de la instalación. Jurado aclara que el Ayuntamiento de Villacañas, gobernado por el PSOE, siempre les "ha dado su apoyo", aunque no todos en el lugar lo entendieron bien: "Varias fábricas se mostraron reticentes a vendernos sus puertas para el proyecto".