Un congreso estudia en Italia la vigencia de la utopía a finales de siglo
El escritor Bronislaw Baczko hablará sobre OrweIl y Sokhenitsin
El II Congreso Internacional sobre la Utopía, que se inaugura mañana en la localidad toscana de Bagni di Lucca, se presenta doblemente vivo tras el ciclón que del primer congreso a hoy ha sacudido el mundo, y que parece haber barrido las ideologías y las utopias. El congreso ha invitado al famoso analista de la utopía, el polaco Bronislaw Baczko, que, en una entrevista al semanal L'Espresso, anuncia que definirá la utopía a través de dos autores que podrían parecer contradictorios: George Orwell, autor de 1984, y Alexandr Soizbenitsin, figura histórica de la oposición soviética y autor de El archipiélago Gulag.
Alguien había pronosticado que dicho congreso en realidad había perdido su significado porque "ya no existen utopías", porque no existe el futuro, sino sólo el hoy. Y sin embargo, de repente el congreso de Bagni di Lucca ha despertado un interés mayor si cabe.Este congreso, que había nacido el año pasado por obra de Luigi Firpo y de Nicola Matteucci en la Universidad de Bolonia con el fin de hacer de la utopía un objeto de estudio interdisciplinar en conexión con las universidades europeas y norteamericanas, cuenta este año con un invitado estrella, el analista polaco Bronislaw Baczko, exiliado desde hace muchos años en Ginebra y que ya en 1979 había dedicado una obra al tema de la utopía y el año pasado hizo otra sobre la Revolución Francesa.
Según Baczko, siempre le han fascinado El archipiélago Gulag y 1984, dos libros "completamente opuestos y sin embargo complementarios, de funciones convergentes. Cosa que sirve también para ambos autores".
Antiutopía
Y Baczko explica: "Orwell se propone una denuncia del suefío utópico y escribe una auténtica antiutopía, como ya había hecho antes Aldous Huxley con El mundo nuevo; y la obra de Solzhenitsin es también una dura denuncia de la utopía, ya que cuenta un gran drama colectivo en el que no existen pro tagonistas individuales sino sólo un gran actor: los 25 millones de hombres encerrados en los campos de concentración, los prisioneros del Gulag, la nación de los Zek".Ahondando en su análisis, dice Baczko: "Y en esto SoIzhenitsin se encuentra con Orwell: la trágica ironía de la historia ha hecho que la verdadera epopeya del comunismo es la de la antisociedad del Gulag".
Pero lo que más va a gustar a los organizadores del Congreso Internacional sobre la Utopía es que, como ya ha anticipado en su entrevista a L'Espreso, Baczko tiene la firme convicción de que "la utopía no ha muerto" y que en el mundo de hoy, en el que parecen haber muerto las ideologías, "sigue habiendo gran espacio paira las utopías".
Y añade que a su parecer "no es clerto que el mundo se esta laicizando", y alerta afirmando que siempre en la historia, "frente a la promesa de un mundo completamente nuevo, existe la tendencia hacia la vuelta a los valores más tradicionales". Y subraya cómo en los países del Este ex comunista está avanzando la llamada "utopía religiosa".
Además del escritor polaco intervendrán en el congreso, entre otros, el sociólogo inglés K. Kurnar, especialista en las utopías socialistas, y el norteamericano L. T. Sargent, autor de la obra de mayor envergadura sobre dicho tema.
La sección dedicada a la utopía en las artes visuales estará centrada sobre Goya y William Morris, mientras que en la sección de literatura, además de los clásicos de la utopía, como Moore y Swift, se estudiarán también. Dostoievski y Herman Hesse.
Uno de los temas que serán abordados también es la diferencia entre utopía y mito, ya que, según Baczko, mientras la utopía "es un fenómeno cultural específicamente europeo e históricamente bien determinado, pues nace con Tomás Moro, al revés, el mito es un modo de estructurar nuestro imaginario colectivo prácticamente inseparable de la cultura humana".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.