El cine de animación japonés se rinde a la moda del 3D
La Feria Del Anime de Tokio recibirá a 130.000 personas en cuatro días
La mayor feria del anime (películas de animación de origen japonés) del mundo ha abierto hoy sus puertas en Tokio, rendida a la moda de las producciones en tres dimensiones (3D), aunque los grandes nombres de la animación japonesa seguirán confiando en el estilo único con que han conquistado al mundo. No obstante, se espera que el previsto récord de visitantes de este año, alrededor de 130.000, se interesen principalmente por la acción tridimensional, como la cinta Garo-Red Réquiem, uno de los primeros filmes 3D que se mostrarán este año en los cines japoneses.
La Feria Internacional del Anime de Tokio ha recibido hoy con un despliegue de pantallas y disfraces a los primeros visitantes que, hasta el domingo, podrán ponerse al día de las novedades que intentan que la industria del anime no pierda el impulso que la ha convertido en seña de identidad de Japón. Este año, la mayoría de las compañías de animación han decidido apostar por la tecnología 3D, a la zaga del exitoso ejemplo de Avatar y por el tirón que se espera tengan los nuevos televisores con efectos tridimensonales de los fabricantes japoneses.
Según Kazumoto Yamashita, portavoz de Toei Animation , "el sector tiene que buscar maneras de expandirse tras la crisis y los efectos 3D son una de las vías para ganar audiencia, aunque es un camino más y no dejaremos de hacer producciones tradicionales". Toei Animation, estudio responsable de animes como Bola de Dragón Z, cree que sus historias en dos dimensiones, dibujadas aún a tinta, seguirán siendo "taquillazos" en todo el mundo, pese a lo cual ha anunciado nuevas superproducciones generadas por ordenador para 2012.
A pesar de que las novedades 3D dominan la feria con imponentes puestas en escena y filas de gente esperando para recibir sus gafas, algunos grandes estudios siguen apostando por mantener la esencia del anime japonés, que ha sobrevivido a la animación computerizada a la que empresas como Disney se dedican ahora casi en exclusiva. Pese al paso de los años, series como Astro Boy, los robots de Gundam o el pícaro Lupin siguen siendo un importante reclamo frente a tecnologías para mostrar anime en el iPhone o el móvil o la cada vez más potente industria secundaria del videojuego.
"El señor (Hayao) Miyazaki es un artesano y quiere que el trabajo sea a mano. Además es uno de nuestros puntos fuertes, no creo que utilicemos el 3D", ha asegurado Kenzo Ochiai, portavoz del mítico Studio Ghibli , responsable de películas como Mi vecino Totoro o Porco Rosso. El estudio de Miyazaki, galardonado con el primer Oscar para un anime con El viaje de Chihiro, presentará el 17 de julio su último largometraje, Karigurashi no Arrietty, una historia de anime puro basada en el libro Los Borrowers de la británica Mary Norton.
En todo caso, los clásicos siguen teniendo una gran fuerza en Japón y animes como One Piece, que cumple su décimo aniversario, llenan las salas. Esa cinta ha recaudado más de 45 millones de dólares desde su estreno en diciembre. Igualmente exitosa ha sido Summer Wars, que se ha situado entre las películas más vistas de Japón desde finales de 2009 y que acaba de recibir el premio de mejor película de animación del año.
Los responsables de Toei Animation reconocen que la industria de la animación y el manga, que mueve unos 6.000 millones de euros anuales, pasa por problemas, especialmente en el mercado japonés por la caída de las ventas de DVD y las descargas ilegales. Para contrarrestar la saturación del mercado nipón, los principales estudios quieren aumentar su presencia en los mercados exteriores, donde cada vez son más los otaku, incondicionales de esta muestra de la cultura pop japonesa, que consumen con fruición películas, series, piezas de coleccionista y se rinden a este mundo de fantasía.
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