Tom DiCillo: "Jim Morrison no era un dios ni un demonio"
El director estadounidense reflexiona sobre The Doors ante el estreno de su documental sobre la banda liderada por Jim Morrison
El director de cine Tom DiCillo estrena en España When you're strange, la primera película documental sobre una de las bandas de rock más "oscuras y peligrosas": The Doors. Este trabajo recoge material rodado entre 1966 y 1971 sobre el grupo formado en Los Ángeles (California) y en él DiCillo trata de presentar el lado más desconocido de cuatro muchachos que prendieron parte de la llama de las protestas estudiantiles en Estados Unidos a finales de los sesenta. Pero en especial, el director pone su objetivo en uno de los mitos del siglo XX, Jim Morrison.
When you're strange, que se estrena el próximo día 10, contiene exclusivamente material original, en su mayoría inédito y rodado en buena parte por el propio Morrison durante la existencia del grupo. Morrison estudió cine en UCLA antes de dedicarse por completo a su faceta de poeta y estrella del rock. La película está realizada con un montaje lineal y no tiene entrevistas actuales y está narrada por Johnny Depp. Excesos, drogas, alcohol, soledad, creación y autodestrucción son los ingredientes de esta cinta que ya pasó en 2009 por el Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
Dicillo ha querido responder a las preguntas enviadas por EL PAÍS, pero ha evitado comentar precisamente aquellos aspectos más problemáticos de su cinta: las sustancias nocivas y cualquier implicación política de la historia de The Doors. Sin embargo, sus reflexiones arrojan luz sobre uno de los grupos más controvertidos y geniales de la historia de la música reciente.
Pregunta: En su película se mantiene la teoría respecto a Morrison de que para quemarse, alguien primero tiene que arder. ¿Cree que la combinación drogas y alcohol son imprescindibles para convertirse en una estrella?
Respuesta: Creo que Morrison era un ser humano inmensamente complejo. Su vida estaba conducida por fuerzas muy fuertes que eran, a la vez, creativas y desctructivas. Pero no era un dios. No era un demonio. Era símplemente un ser humano, con todo el humor, la vitalidad, la curiosidad y el sentido de la aventura que pueda tener cualquier hombre o mujer real.
P. Pero ¿era más un poeta o uno más de los jóvenes que murieron en la cúspide?
R. Sé que es un hecho que Jim (Morrison) luchó profundamente contra su decisión de ser un artista. Él quería, sobre todas las cosas, que se le viera como un artista serio. Una parte de él miraba siempre al mundo de la música, a ser una estrella de rock, como si fuera una especie de enorme circo. Y ese era su conflicto interno. Cada vez que desparecía para estar solo, para tratar de escribir, nunca podía olvidar la intensa llamada que sentía sabiendo que miles y miles de personas gritaban su nombre.
P. ¿Le ayudó a The Doors el ecosistema de revueltas estudiantiles o fue al revés?
R. Sólo puedo decir que ese periodo fue increíble en la historia de Estados Unidos. Los estudiantes universitarios hicieron su propio noticiario nocturno para protestar por la guerra de Vietman. Fue un momento de gran apertura. Se estaban cambiando todas las viejas ideas. Había un sentimiento de que la gente joven realmente podía cambiar el mundo. Pero, al mismo tiempo, era una época de gran agitación en Estados Unidos. John F. Kennedy y su hermano Robert fueron asesinados, así como uno de los grandes defensores de la igualdad en el mundo, Martin Luther King. La guerra de Vietnam estaba causando una gran destrucción y disturbios civiles en el país.
P. Pero fue primero la música o primero la revuelta
R. Gran parte del país amenazaba esa idea de cambio. Pero, en un determinado momento cuajó un sentimiento de esperanza; el sentido de que nuevas ideas podían florecer. En el mundo musical de esa época también existía ese sentido de rebelión, de cambio, de necesidad de cambiar por completo las reglas establecidas.
P. Y The Doors, ¿qué papel jugó en todo aquello?
R. No toda la música de aquel periodo estaba preparada para el exámen. Sólo unas pocas bandas y músicos de entonces podrían escucharse ahora sin el sentimiento de que se está escuchando música pasada de moda. Sin ninguna duda The Doors están en ese selecto grupo, junto a Jimi Hendrix, Janis Joplin y Crosby, Stills, Nash and Young. La razón estriba, bajo mi punto de vista, en que The Doors nunca trataron de escribir música sólo para su tiempo. Escribieron la música que ellos querían escuchar. Es por esto que su música tiene el poder y la frescura de algo que podría haber sido escrito hoy mismo.
P. Y hoy, ¿quién podría jugar ese papel?
R. Me gusta mucha música contemporánea. Pero no es algo en lo que esté realmente interesado. Sí me gustaría realizar una película sobre el movimiento punk en Nueva York en 1972.
P. ¿Por qué decidió rodar una película sobre The Doors?
R. No decidí rodar una película sobre The Doors. Un grupo de productores me llamó y me preguntó si estaba interesado en dirigir un documental que estaban preparando sobre la banda. Dije que sí inmediatamente. La razón era que siempre tuve muy claro que la historia de The Doors es una de las más poderosas de la historia cultural americana. Su historia tiene el poder y la tragedia de la mitología griega. Una vez que vi todo el material de The Doors en sus archivos me inspiró mucho la honestidad de la banda. Esto me hizo dar el primer paso y tratar de contar la historia de la forma más honesta posible. Ha habido muchos mitos y leyendas y supersticiones durante muchos años y sinceramente, mucha mierda también. He querido quitar el polvo de toda esa porquería y contar la historia de la forma más pura posible, de un forma tan intensa como el resto de mis películas.
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