La Revolución Animalario
El domingo estábamos en Madrid, con los Goya, y al día siguiente en Sevilla, con los Max, las manzanas que premian las artes escénicas en España. Como decía Maria Galiana en la presentación de la gala, este ritmo de premios no hay quien lo aguante. Y menos si todos los reciben los mismos. Belén Rueda, Blanca Portillo, Alberto San Juan... Sólo faltaba Maribel Verdú para completar el conjunto. Pero en esta ocasión no fueron los más conocidos los más premiados.
San Juan, sonriente y satisfecho, haciendo piña con sus chicos de Animalario, se iba con los premios al mejor productor y mejor montaje teatral, por Marat-Sade. Sin embargo, se quedaba sin la manzana de mejor actor, que iba para el catalán Francesc Orella por una interpretación tal vez poco arriesgada, pero muy convincente, de un hombre que solo quiere hacer el bien, sea cual sea el precio.
El compromiso ha sido el eje central de unos premios que han reconocido el trabajo de Vicky Peña en Homebody/Kabul, un extenso y controvertido monólogo como comienzo a una obra coral en el que defendía que la libertad, a veces, puede estar muy lejos de la civilización occidental que nos oprime con cadenas invisibles. Un merecido premio que dejaba a Rueda y Portillo sin galardones y que se complementaba con la manzana de Gloria Muñoz, que interpreta, en cierta forma, al opuesto de Peña, una mujer afgana que busca la libertad en Inglaterra. Desgarradora, y además en cuatro lenguas.
Se vio recompensado con su Max el riesgo de Mario Gas, al dar una versión personal de Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny, de Brecht, que no convenció en Alemania, por poco operística, pero sí en España. Y no se pudo prorrogar, aunque aquí también le dimos el premio a mejor director de musical, Manuel Gas. Una lástima.
El compromiso incluso en el honorífico, reconociendo el trabajo de Víctor Ullate, por encima de ser bajito, como le dijo Maurice Béjart (que luego lo contrató), de lesiones, de cultivar la danza en un país muy aficionado al baile pero poco a llenar teatros para ver bailar. Aunque tal vez él esté ayudando a cambiar eso.
Si hay alguna derrotada, es Plataforma que estaba nominada para las categorías principales y se quedó con algún premio técnico y el actor de reparto para Carles Canut. Al final no pudo ser ni el texto, que fue para Mayorga por Un enemigo del pueblo ni el actor (Juan Echanove), ni el director. Bieito tendrá que esperar a otro año porque este año Sade, con su grupo de locos del Sanatorio Doctor Nervión representando la Persecución y muerte de Jean Paul Marat (o lo que viene a ser lo mismo, Marat-Sade se ha hecho con los premios grandes. Con toda la desvergüenza y todo el merecimiento del mundo. Enhorabuena, Animalario.
Babelia
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