Polémica en Italia por el filme sobre un joven obsesionado con matar a Berlusconi
La película fue emitida por el canal privado Sky, uno de los pocos que no pertenecen a la familia del primer ministro
La emisión en un canal de televisión de Italia del filme Shooting Silvio (Disparando a Silvio), que narra la historia de un joven obsesionado con matar al primer ministro Silvio Berlusconi, ha levantado la polémica entre los políticos italianos. La película (2007), del director Bernardo Carboni, fue repuesta en uno de los canales de cine de la plataforma Sky el pasado lunes por la noche, una decisión de los responsables de la compañía del magnate Rupert Murdoch -una de las pocas privadas que no están en manos de la familia Berlusconi-, que no ha gustado nada en el seno del gobernante Pueblo de la Libertad (PDL).
"Es de verdad sorprendente que en el periodo delicado que atraviesa nuestro país, que está dando muestras de solidaridad y de unidad de esfuerzos sin precedentes por la tragedia de Los Abruzos, una gran televisión privada no encuentre nada mejor que un filme discutible contra el presidente del Gobierno", denuncia el diputado del PDL Piero Testoni en una nota de prensa.
En la nota, que recoge hoy el diario italiano Corriere della Sera, el diputado asegura que sus afirmaciones no tienen nada que ver con la política, sino con "el estilo y el buen gusto, que siempre están por delante de la política y que deberían prevalecer sea cual sea la idea que se quiera representar".
Shooting Silvio cuenta la historia de Giovanni, un joven escritor de 28 años al que también llaman Kurtz y para el que Berlusconi es una obsesión, la encarnación del mal, y tiene que ser eliminado cueste lo que cueste. Distribuida en 2007 en las salas italianas, es una película independiente hecha con un presupuesto de 150.000 euros, recaudados a través de iniciativas como representaciones teatrales o venta de mercadotecnia.
Contra su emisión se ha levantado también la diputada del PDL Beatrice Lorenzin, quien denuncia que Shooting Silvio es un himno a la violencia y una incitación a acciones contra el hombre y contra Berlusconi. El senador del PDL Francesco Casoli afirma que el filme, que considera de "pésimo gusto", ha sido emitido "en un momento delicado", por la crisis económica y el terremoto que azotó el centro de Italia la semana pasada.
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