Niña Pastori presume de 'flamencura' en su nuevo disco
La cantante de San Fernando vuelve tras tres años de silencio discográfico con 'Esperando verte', marcada por la maternidad
Cuando habla, María Rosa García (San Fernando, 1978), Niña Pastori casi susurra. Es dulce, y nunca levanta la voz en la conversación. Una voz que suena en todo su esplendor, con la madurez de 18 años de carrera y una maternidad reciente, siempre aguda y llena de emoción, en Esperando verte (Sony BMG, 2009), el regreso discográfico de una de las artistas que más lejos ha llegado haciendo pop salpicado de flamenco.
En éste, su séptimo trabajo discográfico, Niña Pastori vuelve más flamenca que nunca. "Hay una parte que da unos pasitos atrás en mi carrera, a lo que yo hacía cuando empecé a cantar: una alegría, una soleá, un fandango...". Se refiere a lo que cantaba con ocho años, cuando acompañaba a su madre, La Pastora, en los escenarios de Cádiz y aprendía los cantes antiguos de los mayores. "Pero también hay otros temas que están más dentro de la línea de Niña Pastori, lo que la gente conoce más de mí". Pop con destellos flamencos, a ritmo de tangos o rumba, entrelazados con sonidos brasileños (Esperando verte tiene casi cadencia de bossa, por ejemplo) o de otros lugares del mundo.
Niña Pastori vuelve a sus orígenes |
Como en la mayor parte de sus trabajos anteriores, la batuta la lleva María junto a su marido, Julio Jiménez Borja, Chaboli, que asume el peso compartido de la dirección, la composición y la producción. Incluso de la interpretación de algunos de los instrumentos. Y bajo esa batuta han añadido colaboraciones de lujo, especialmente las guitarras: las de los primos del clan Habichuela José Miguel (ex Ketama) y Juan Carmona, Diego del Morao (hijo de Moraíto Chico) y Vicente Amigo. Los tres primeros son colaboradores habituales de Niña Pastori casi desde sus inicios ("forman parte de nosotros", dice de ellos la cantante). La de Amigo es un trabajo especial. "Ha sido muy bonito porque es un pedazo de músico, y como persona es también muy cariñoso y muy humilde", dice. Una colaboración de ida y vuelta, porque en el próximo trabajo discográfico de Amigo, a puntito de salir del horno, aparecerá la voz de María en uno de los cortes.
La ilusión de la niña y la madre
Esperando verte, nombre del álbum y de uno de los cortes del disco, hace alusión a Pastora, la pequeña de seis meses que ha cambiado la vida a la cantante. El disco se grabó mientras ella estaba embarazada, y ahora habla sin pudor de la alegría que le produce su pequeña y la pena de tener que salir a trabajar y no poder seguir las 24 horas a su lado, como en estos meses pasados. "Ya nada sería igual sin Pastora", dice orgullosa con una sonrisa.
María se siente más madura después de tantos años en los escenarios y de su maternidad, pero sigue conservando la ilusión del primer día. "Cada vez que sale un nuevo disco tengo esas mismas ganas de demostrar y la ilusión de seguir en la lucha. Yo vine con mucha energía de Cádiz y creo que la sigo manteniendo", explica.
La ilusión y la felicidad se reflejan en el disco. "Yo siempre estoy contenta", dice con una sonrisa que le ilumina la cara. Se nota en muchas de las canciones. "En mis discos siempre intento dar alegría, porque ya bastantes cosas hay en el mundo como para hacer un disco con tanta pena". Pero también en las imágenes del libreto de Esperando verte, en las que priman los planos cortos, la sonrisa, la felicidad de una cara llena de luz. "También mi personalidad es así, y un artista se refleja mucho en sus trabajos".
Pero la nueva colección tiene también momentos para un cierto recogimiento, como Lo malo yo no lo quiero, una soleá que Niña Pastori canta acompañada a la guitarra por Diego del Morao, o La fuerza que me guía, la minera que canta junto a Jose Miguel Carmona a la guitarra. Mucho flamenco, que nunca abandonó. "Yo ante todo soy una aficionada al flamenco", dice categórica. Diego El Cigala, Duquende, Miguel Poveda, Mayte Martín, Remedios Amaya, Montse Cortés, Estrella Morente, Enrique Morente... La lista de los cantaores flamencos a los que oye y admira es extensa, aunque no cree que el arte de lo jondo viva un buen momento. Ni el flamenco ni la música en general. "Hay un momento raro ahora", dice en referencia a la crisis de la industria discográfica.
Pero eso no le quita la ilusión. Niña Pastori vuelve con las mismas ganas de siempre y confía en poder seguir derrochando pasión y energía en su trabajo por mucho tiempo. "Deseo poder hacer mis trabajos y mis discos a mi aire, hacer lo que siento y poder estar con el público en el escenario".
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