El Museo Dalí exhibe 'La miel es más dulce que la sangre', su cuadro más caro
La obra fue adquirida en una subasta por valor de cinco millones de euros
El Teatro-Museo Dalí expone desde este lunes el estudio para La miel es más dulce que la sangre (1926), un óleo sobre madera que la Fundación Dalí compró el 10 de febrero por casi cinco millones de euros en la casa de subastas Christie's y que es su adquisición más cara: 4.990.110 euros incluyendo transporte y seguro.
El estudio, de 36 x 44 centímetros, es el más completo que al artista hizo para el cuadro Bosque de aparatos o La miel es más dulce que la sangre, que pintó un año más tarde y que está en paradero desconocido. La directora del Centro de Estudios Dalinianos, Montse Aguer, la ha definido durante la rueda de prensa como una "obra primordial" del pintor.
Para el director del Teatro-Museo, Antoni Pitxot, el estudio tiene una clara influencia de Picasso, ya que la pintó justo después de visitarlo en París, donde éste último le mostró gran cantidad de cuadros con cuerpos amputados y cabezas cortadas: "Es la primera vez que aparecen las cabezas cortadas en su obra", ha señalado. En el estudio destacan un burro putrefacto, que hace clara referencia a Buñuel; un bosque de aparatos, que en la obra definitiva es mucho más frondoso; y un elemento gelatinoso que representa, según explicó Dalí a Pitxot, la sensación al pasar mucho tiempo remando al sol en Cadaqués y perder el mundo de vista.
Pitxot ha detallado que el bosque de aparatos hace referencia a unos elementos con los que al artista jugaba de niño: "Son una especie de clavo con una arandela en la punta, y se usaba en la playa para que no se escaparan las sombrillas, pero después los niños jugaban a lanzarlo para ver si se clavaba o no en la arena". El director del museo ha explicado que Dalí quería hacer en el patio del museo un pequeño laberinto con estos aparatos. La pintura también es "muy pulcra" técnicamente, ha dicho Pitxot, quien ha subrayado los grises y azules que usó el artista, ópticos, casi transparentes, y la geometría precisa que le caracteriza.
En paradero desconocido
Aunque la obra está en paradero desconocido, se sabe que se pintó en 1927, y que estuvo expuesta en Figueres y en el Jardín Botánico de Madrid en 1928. A partir de aquí tienen una referencia notarial de 1929 según la cual la compró la duquesa de Lerma, y la siguiente noticia data de 1948, en un estudio del historiador Oriol Anguera, que cuenta que la obra está en manos de Coco Chanel, pero no ha podido confirmarse. "Hemos hecho un montón de investigaciones, pero no sabemos dónde se encuentra esta obra", ha reconocido Aguer. Tanto el estudio como la pintura definitiva marcan un proceso de cambio estilístico, en el que aparecen tanto elementos de la etapa anterior, como las cabezas cortadas que revelan la nueva huella del nuevo clasicismo de Dalí, pero también la influencia de Picasso.
La familia y la sangre
Pitxot ha explicado que La miel es más dulce que la sangre alude a una frase de Lídia de Cadaqués con la que se expresaba "la tendencia que tienen algunos de ir contra la sangre -la familia- y decantarse por seguir al espíritu hacia las ilusiones". "Dalí nunca dejó la miel para buscar el camino de la sangre", ha comentado Pitxot. El estudio es la obra que más ha costado a la Fundación Dalí, aunque el 11 de febrero se vendió un retrato de Paul Éluard por casi 16 millones de euros en una subasta de Sotheby's en Londres, una cifra que supera con creces su valor de tasación y triplica la plusmarca del pintor. "No nos sorprendió. La obra de Dalí seguirá subiendo", ha apuntado Aguer, quien ha reconocido que también estaban interesados en su compra, pero la Fundación primó la adquisición del estudio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.