Madrid, la ciudad de los prodigios
Eduardo Mendoza logra el Premio Planeta con una novela de "intriga, misterio y aventura" ambientada en la capital los meses previos a la guerra
Con la misma sorpresa que generó su debut literario en 1975, La verdad sobre el caso Savolta, Eduardo Mendoza (Barcelona, 1934) logró anoche el 59º Premio Planeta con sus nada despreciables 601.000 euros de dotación. El asombro fue doble, porque él, uno de los grandes cronistas de la convulsa historia de Barcelona, lo hizo con una novela Riña de gatos. Madrid, 1936. Está ambientada en la capital pocos meses antes de la Guerra Civil; un tema que, además, no había abordado hasta la fecha. El podio literario quedó más clásico: una autora y un poco menos conocida, la periodista valenciana Carmen Amoraga, quedó finalista (150.250 euros) gracias a El tiempo mientras tanto, trágico repaso de las relaciones de una madre con su hija que está en coma después de un accidente de coche.
Un inglés experto en pintura española protagoniza 'Riña de gatos. Madrid, 1936'
Carmen Amoraga quedó finalista con 'El tiempo mientras tanto'
Un joven inglés experto en pintura española que viaja a Madrid en la primavera de 1936 para tasar un posible cuadro de Velázquez desconocido es la trama con la que arranca la novela ganadora. "La acción me permitía una perfecta ocasión para cambiar de escenario y abordar que también conozco y también me gusta", dijo el autor.
El sello de la casa es inconfundible: el experto se verá envuelto en una historia de corte policial y política, con personajes como José Antonio Primo de Rivera y una tríada de generales que resultan ser Sanjurjo, Queipo de Llano y Franco.
"Es una novela con transfondo, pero no tiene mensaje político; he vigilado no caer en el maniqueísmo tan al uso", aseguró un Mendoza que describió su obra como una novela de "intriga, misterio y aventuras pero que incluye también una reflexión sobre un momento histórico". Pinceladas de humor de corte inglés pespuntean una obra que apunta a la gama alta del autor. "El humor está en mis genes, pero he querido plantear unos dilemas morales al lector: la Guerra Civil tenemos que asimilarla de una vez para poder hacer frente al presente y al futuro. El lector debe posicionarse sobre muchas cosas".
Mendoza obtiene su noveno galardón. Es el primero al que el escritor se presenta en su ya larga trayectoria desde que conectara con el público como pocos autores en el posfranquismo con La verdad sobre el caso Savolta. Ese libro marca la vuelta de las letras españolas al modelo de novelas que contaban historias por placer narrativo más que por afán ideológico o experimental; un cambio que estaba reclamando una nueva hornada de lectores en plena Transición política.
La obra premiada lleva a este hijo de fiscal de regreso a la novela tras el paréntesis que significó su debut el año pasado en el género del relato, Tres vidas de santos. "Era un reto y, además, deseaba reflexionar", justificó Mendoza, cuya trayectoria ha estado marcada por la novela y, si acaso, por el teatro. Y con brillantez, porque La verdad... obtuvo en 1976 el Premio de Crítica.
La tensa Barcelona revolucionaria de entre 1917 y 1919 de la obra abría, amén del uso de la ironía y el humor, una especie de gran retrato de Barcelona del autor que completarían, bajo el aspecto de parodias del género policiaco, El misterio de la cripta embrujada (1979) y El laberinto de las aceitunas (1982) y que, sobre todo, culminaría La ciudad de los prodigios (1986).
La isla inaudita (1989), Sin noticias de Gurb (de 1990), El año del diluvio (1992), Una comedia ligera (1996), Mauricio o las elecciones primarias (2006) y El asombroso viaje de Pomponio Flato (2008, uno de los libros más vendidos ese año) completan una obra que en lo teatral cierran Restauración (1990) y Gloria (2008).
Menos extensa es la bibliografía de Amoraga (Picanya, 1969), si bien con su primera novela la periodista obtuvo en 1997 el Ateneo Joven (Para que nadie se pierda). Hace tres años quedó finalista del Premio Nadal con Algo tan parecido al amor.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.