Aquel Madrid de Le Corbusier
La Residencia de Estudiantes recuerda la estancia de los genios de la arquitectura
Poco, por no decir nada, debe de quedar por escrutar del paso de Dalí, Buñuel o García Lorca por la Residencia de Estudiantes de Madrid. Sin embargo, hubo otros genios que iluminaron aquel foco cosmopolita de cultura, aunque se conoce menos de su estancia. Un ciclo, Correspondencias europeas. Maestros de la arquitectura Moderna, que se celebra en la Residencia hasta abril, recupera ahora la huella de seis célebres arquitectos -Le Corbusier, Gropius, Erich Mendelsohn's, Theo van Doesburg, Sigfried Giedion's y Edwin Lutyens- y revisa a través de su figura la arquitectura moderna del siglo XX.
Hubo un personaje, Fernando García Mercadal (1896-1985), gran viajero, que conoce a los protagonistas de las vanguardias europeas. Y los aglutina (en un papel similar al jugado por Pepín Bello junto a los escritores) con el fin de difundir las ideas del Movimiento Moderno. Era la España de los años 30.
Le Corbusier llegó solo a Madrid en mayo de 1928 y organizó un gran revuelo mediático. Seguramente estaba encantado, porque, según contó el pasado jueves en su conferencia Stanislaus von Moos, uno de los mayores especialistas en el "el arquitecto del siglo XX", Le Corbusier fue un gran profesional de la publicidad. "Estaba obsesionado con los medios de comunicación. Cuando comenzó su carrera en París a principios de los años 20 editó una revista que utilizó como soporte para difundir sus ideas. Tenía un gran sentido de la publicidad y utilizó sus técnicas. En cierto modo, como artista-arquitecto se anticipó a Andy Warhol".
En la Residencia impartió dos conferencias: Arquitectura, mobiliario y obras de arte y Una casa, un palacio. De su estancia española, que incluye corridas de toros (García Mercadal le llevó de excursión, como al resto, a Segovia, Toledo y El Escorial), dejó el texto España. Ahí escribe: "las gentes de aquí están alimentadas de las savias más admirables (árabe, judía, italiana, griega). Pienso que abundará la imaginación. Y el hidalgo, elegante, hombre moderno, con clase, se asombrará, con una desenvoltura aparente, de esa austeridad apasionada que tan bien mantiene a distancia a los imbéciles".
Estando en Madrid, el maestro atiende también la llamada de su gran discípulo Josep Lluís Sert y acude a Barcelona. Lo curioso es que el recibimiento en ambas ciudades fue radicalmente distinto, explica Salvador Guerrero, comisario del ciclo de la Residencia: "en Madrid, los intelectuales, como Ortega y Gasset, le reciben con gran interés; sin embargo, los arquitectos lo hicieron con cierta tibieza, en especial Luis Lacasa, que criticaba su racionalismo formalista y del que decía que era 'un periodista y charlatán'. En cambio, en Barcelona contaba con un peso indiscutible".
Walter Gropius llega a la Residencia de Estudiantes en 1930, en calidad de fundador de la Bauhaus. No era la primera vez que viajaba a España. Lo hizo en un viaje iniciático en 1910. Aprendió el idioma (la conferencia la impartió en español) y le impactaron las grandes masas de los castillos medievales, en particular, la del Castillo de Coca, en Segovia.
Cuando Erich Mendelsohn's llega a Madrid, en 1930, va a encontrar en algunos arquitectos madrileños un núcleo de seguidores: en especial Luis Martínez Feduchi, con el edificio Capitol, en la Gran Vía de Madrid y Luis Gutiérrez Soto, con el cine Barceló, hoy reconvertida en la discoteca Pachá. La historiadora Regina Stephan hablará de sus aportaciones el próximo 5 de febrero.
El único de estos seis arquitectos que no llegó de la mano de García Mercadal, sino del Duque de Alba, fue Edwin Lutyens en 1934. Esto se explica porque el aristócrata era miembro del Comité Hispano-Inglés, vinculado a la Residencia, y les unía una gran amistad. La vinculación de Lutyens con la casa de Alba hará que colabore en la reconstrucción del Palacio de Liria bastante destruido tras la Guerra Civil. Con él se cerrará el ciclo, el 16 de abril, con una conferencia en la que se pondrá de manifiesto cómo Lutyens, que practica un clasicismo ecléptico, es el gran maestro de la arquitectura victoriana y llegó a Madrid a contar sus proyectos ingleses en India, y más concretamente, su planificación de Nueva Delhi. Para consultar el ciclo:www.residencia.csic.es
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