_
_
_
_

Cara a cara

Posiblemente Nicolás Muller sea el arquetipo del fotógrafo de este siglo, también el de su oficio. Su estudio en la calle de Serrano (abierto en Madrid en el año 1947) sigue vivo. A ello ayuda la producción de su hija Ana -también fotógrafa-, en la que periódicamente cambia sus retratos. Ana custodia sus archivos, que contienen referentes de la intelectualidad de la época como Azorín, Pío Baroja, Ortega y Gasset y toda una galería de personajes próximos a Revista de Occidente. Lo que no debe de dejar lugar a equívoco es que la mayoría -y posiblemente lo que diferenció su trabajo de otros colegas retratistas- lo realizó no sólo entre las cuatro paredes de su estudio, sino en exteriores (el más significativo es el de Baroja paseando por el Retiro en 1950).Para sus retratos y paisajes casi siempre recurrió al formato de película 6x6, técnica que utilizó en sus colecciones realizadas en Marruecos y España. Algunas de sus tomas, principalmente las hechas en Francia y Hungría, las registró con una rara película tamaño 4x4. Todos estos datos pueden parecer anecdóticos, pero en fotografía las herramientas marcan una forma de mirar, de captar, y las de Nicolás Muller son sumamente peculiares por la sencillez de sus instantáneas en su cara a cara con la vida. Vitalmente participó de idéntica suerte de otros fotógrafos húngaros que marcaron la mejor fotografía de los periodos de entreguerras: Capa,Kertész, Munkácsi, Kollar.

Más información
El fotógrafo Nicolás Muller fallece en Asturias a los 86 años

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_