'Lifting' rockero para las arrugas
Tricicle estrena su segundo musical, 'Forever Young', un canto a la vida a través de estrellas del rock encerradas en una residencia de ancianos
Tricicle dirige el musical de la eterna juventud. Parece pretencioso, pero el trío catalán de cómicos estrena hoy en el teatro Compac de Gran Vía, en Madrid, Forever Young. "Un canto a la vida a través de unos roqueros que viven el día a día como si fuera el último", explica entre ensayo y ensayo Paco Mir, uno de los componentes. Al mismo tiempo y en el mismo lugar, saltan de la platea desde donde dirigen y han representado hasta el pasado fin de semana, la tercera temporada de Garrick.
"Estábamos de gira en Oslo y entramos a ver este musical pensando que sería lo único que entenderíamos", cuenta Joan Gràcia. Al día siguiente repitieron "abducidos" por el espectáculo y, nada más llegar a Barcelona, "compramos los derechos para estrenarlo este año". Forever Young reúne en una residencia de ancianos a estrellas del rock, el folclore español y demás personajes que serán carne de festival en los próximos 40 años -el musical viaja hasta 2050-, interpretados por María Adamuz, Jacobo Dicente, Dulcinea Juaréz, Armando Pita, Rubén Yuste, Marcos Cruz y Edith Salazar en el papel de enfermera.
Forever Young se representa en la milla de oro del musical madrileño y se podrá ver hasta el 8 de mayo. Pero huye de los grandes artificios de sus competidores y apuesta por el único acompañamiento de un piano para clásicos del rock como Satisfaction, Imagine o Get up Stand Up. "La selección de canciones respeta la versión original a excepción de dos temas compuestos por Pepín Tre", explica Mir. "No ha hecho falta mucha adaptación porque las canciones son universales y forman parte de la memoria colectiva de todo el mundo", apostilla Carles Sans.
Pluriempleados
Al mismo tiempo que Tricicle se sienta en la platea para dirigir, se ha pluriempleado con la última revisión de su Garrick. La propuesta parte de su finísimo humor, pero esta vez con una intencionalidad detrás: la de homenajear a un cómico, David Garrick, un reconocido actor inglés del siglo XVIII que se hizo popular porque los médicos recomendaban sus actuaciones como una especie de remedio mágico para sanar las penas del alma.
De ahí que los creadores hayan concluido que fue el primer risoterapeuta de la historia. Sabedores de que se ha descubierto científicamente que los niños ríen unas 300 veces al día y los adultos tan solo unas 15, han decidido proclamarse seguidores de Garrick y ofrecer un espectáculo-homenaje con el que movilizar esos 400 músculos que tienen que ponerse en marcha para morirse de risa. Eso sí, solo con una bata blanca. Tricicle ha eliminado cualquier tipo de atrezzo. "Seguimos saliendo a saludar al final de la representación y nos sorprende que la gente repite y se lo sigue pasando muy bien. Tenemos Garrick para rato, aunque el año que viene la cambiaremos", dice Joan Gràcia.
Babelia
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