'Black is beautiful'

En un momento en el que el más popular entre los cantantes negros opta por decolorar su piel y reconstruir sus facciones bajo el patrón adolescente anglosajón, o en el que el sexo no está de moda, el estreno de Nola darling supone un saludable ir contra corriente. Porque esta modestísima comedia tiene como protagonista a una joven que duda entre tres hombres, ella y ellos de color, y no quiere renunciar a ninguno porque entre los tres componen una suerte de ideal. Nola darling, que fue una de las sorpresas de Cannes 86, es, en palabras de su director, "una película inspirada en el estilo de Rashomon", afirmación aceptable si sustituimos la palabra estilo por concepto, puesto que el propósito de Lee no es otro que confrontar distintas versiones de la realidad, mezclar la ficción con el documento, con el collage o con la estricta fantasía.Los tres hombres son interrogados por la cámara para que nos cuenten cuál es la opinión que les merece la chica de la que dicen estar enamorados. Las respuestas van acompañadas de los pareceres de un psiquiatra sobre la sexualidad de Nola, o de los de su padre, que recuerda a Nola " gateando hacia atrás hasta que aprendió a andar", detalle sin sentido, pero a partir del cual se puede buscar el origen de un comportamiento poco habitual, al menos entre personajes de cine, negros y americanos, una suma de peculiaridades que despertó las iras de la Motion Pictures Asociation of America (MPAA), que clasificó X la película de Spike Lee, obligando así a una serie de cortes.

Para su director, Nola darling es el anti-Color purple porque en su película "los negros son mostrados fuera de los estereotipos", como personas que besan y aman, algo vetado tanto para los tipos unidimensionales de Color purple como para los que encarnan actores como Richard Pryor o Eddie Murphie. Pero la negritud de la película no surge únicamente de haber ampliado el campo de decibles para la gente de color, sino también de haberlo hecho a través de un lenguaje que tiene el tempo y la frescura de una improvisación jazzística y de enfocarlo todo con una naturalidad que explica la fórmula de los títulos de crédito: A Spike Lee joint.