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Hecho para Bond

El 27 de octubre se subasta el Aston Martin DB5 de 1964 que se usó en el rodaje de la película 'Goldfinger'.- Es el único vehículo superviviente de las primeras películas del superagente

Es el coche más conocido del mundo. Y quizás por eso, y por ser único, nadie se atreva a dar una estimación del cuál será su valor cuando caiga el martillo en la subasta del próximo 27 de octubre en Londres. Se trata de un Aston Martin DB5 de 1964, fabricado expresamente para James Bond, y que va equipado con todos los extras que Q puso a disposición del agente 007.

El actual dueño es el empresario estadounidense Jerry Lee. Lo compró a la casa de deportivos británica en 1969, por 12.000 dólares (9.800 euros). Hace cuatro años, otro de los coches de Bond fue adquirido por un coleccionista, tras pagar 2,1 millones. Pero ese modelo era una réplica usada en campañas publicitarias del filme protagonizado por el siempre apuesto Sean Connery.

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El de Lee es, de hecho, el único vehículo superviviente al rodaje de las primeras películas del superagente. El otro despareció en 1997, cuando se encontraba en un hangar. La casa de subastas RM calcula que este modelo, usado por en las tomas de persecución de Goldfinger y con papel estelar en Thunderball, donde se le dotó de los artilugios, podría alcanzar los cinco millones.

El vehículo cuenta con todo lo que podía esperar Bond. "Preste atención", le dijo Q en la toma: localizador, teléfono en la guantera, pantalla blindada, ametralladoras en los intermitentes, dispositivo para crear humo y aspersores para echar aceite al asfalto, matricula que cambia y, como no, las cuchillas que salen del eje de las ruedas para destrozar las neumáticos del villano.

El coupé biplaza lo tiene todo, hasta el techo retaible para poder eyectar el asiento al pulsar el botón rojo en la palanca de cambio. Como dice la casa de subastas RM, que llevará la puja junto a Sotheby's, es "uno de los iconos culturales del Siglo XX". Y pensar que cuando lo compró Lee se encontraba en una esquina de la planta de Lagonda, cubierto de polvo.

El nombre de esta afamada serie del Aston Martin se debe a David Brown, que dirigió la compañía entre 1947 y 1972. Los coches de la británica también fueron utilizados en GoldenEye, Tomorrow Never Dies y Casino Royale. El DB5 de fábrica tiene un motor de cuatro litros y 282 caballos de potencia. Su velocidad punta se estima en unos 233 kilómetros hora.

El DB5 fue prestado a la productora EON para el rodaje de las dos películas, y fue devuelto a Aston Martin después de realizar la gira promocional. Lee, con el respaldo de un gran concesionario, logró convencer a la firma británica para que le vendiera el coche "usado", con matrícula FMP 7B. El empresario se convirtió así en su único dueño hasta la fecha.

La última vez que se vio el coche de Lee en público fue en Míchigan, hace 17 años. Desde entonces, permaneció en casa del propietario de una de las mayores emisoras de radio en Filadelfia, en una sala que dedica a Bond. Aunque Lee ama el coche, decidió venderlo en diciembre, para donar lo que recaude a su fundación, dedicada a la prevención del crimen.

RM, como indica Max Girardo, cuenta con cuatro de los cinco precios más altos pagados por coches de coleccionista. El 26 de junio, el preciado coche fue visto por primera vez en público este siglo, en una recepción de etiqueta a las afueras de Londres. El lugar de la puesta de largo no fue otro que el Stoke Park Club, donde James Bond y Goldfinger se enfrentaron por primera vez.

El DB5, con 31.000 millas marcando en el indicador, tuvo que pasar antes por el centro de restauración de RM en Ontario, porque necesitaba algunos ajustes antes de que se abra la subasta. Aunque la mayoría del los extras funcionaban y el motor rugía como si estuviera nuevo, llevaban muchos años sin rodar. Pero es muy probable que su futuro dueño no lo compre para conducirlo.

¿Pero hay alguien tan amante de James Bond como para pagar tal suma? La subasta permitirá, de hecho, saber el estado del mercado de coches de coleccionista. La crisis financiera asestó un duro revés al negocio, con precios cayendo entorno a un tercio en EE UU. Pero para los compradores o los nuevos entrantes, es el mejor momento de los últimos 40 años.

Los especialistas prevén que las cosas seguirán así incluso si la economía se recupera, y temen que no se verán nunca precios tan altos como los de 2007. Sin embargo, y viendo la volatilidad que domina en los mercados financieros, la compra de vehículos tan deseados como este Aston Martin plateado pueden llegar a ser una inversión prometedora a largo plazo.

Pero como dice el comediante Jay Leno, ávido coleccionistas de coches clásicos, son pocos los que compran este tipo de vehículos buscando sacarle un beneficio, porque su mantenimiento y el seguro puede costar al dueño miles de dólares anuales, suficiente para eclipsar la apreciación que en el tiempo. Las acciones, los bonos o las monedas no requieren tanto cuidado.

El actor Sean Connery con el Aston Martin DB5 de 1964 usado para el rodaje de la película 'Goldfinger'.
El actor Sean Connery con el Aston Martin DB5 de 1964 usado para el rodaje de la película 'Goldfinger'.REUTERS

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