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Facebook, una historia de sexo, robos y dinero

Aaron Sorkin prepara un filme sobre el fundador de la red social

Toni García

El neoyorquino Mark Zuckerberg hace mucho tiempo que consiguió lo que se proponía: el año pasado ya estaba considerado como el millonario más joven -el 14 de mayo cumple 25 años- de Estados Unidos (con una fortuna, según Forbes, de más de 1.500 millones de dólares, 1.100 millones de euros) y su vida era un compendio de lujo y glamour, viajes en primera y restaurantes caros. Todo gracias a su criatura, Facebook, una página que empezó casi como un capricho de niño rico y que ha acabado conquistando a 70 millones de usuarios.

Pero Zuckerberg también ha descubierto que, como acostumbra a pasar cuando se alcanzan ciertos estatus, nada es gratis: el libro de Ben Mezrich sobre su subida a las cumbres de la popularidad, The accidental billionaires: the founding of Facebook, a tale of sex, money, genious and betrayal (Multimillonarios accidentales: la fundación de Facebook, un cuento de sexo, dinero, genio y traición), le presenta -según los fragmentos que han trascendido a los medios de comunicación antes de su lanzamiento, el próximo julio- como un inepto, que robó la idea de Facebook a algunos de sus compañeros en Harvard y cuya única obsesión eran las chicas y el sexo. Mezrich se hizo famosos por otro libro, Bringing down the house, en el que explicaba la historia de los estudiantes del MIT de Massachusetts que dedicaban su tiempo libre a contar cartas en los casinos, y que posteriormente se convirtió en el filme 21 Blackjack.

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Además, Zuckerberg está envuelto en una batalla judicial después de recibir diversas querellas de sus ex colegas de Harvard, a causa precisamente de la paternidad del invento, y al mismo tiempo sufre la competencia de páginas de nuevo cuño, como Twitter, cuya influencia está minando el monopolio de Facebook, la red social por excelencia.

Para rematar la situación, y como reza la inalterable ley de Murphy ("Si algo puede ir mal, irá mal"), Aaron Sorkin (creador de El ala oeste de la Casa Blanca y guionista de películas como Algunos hombres buenos) anunció recientemente su intención de hacer un filme sobre la compañía. No hubo reacciones oficiales y sí mucha sorna: algunos medios de comunicación estadounidenses llegaron a proponer un musical sobre Blackberry; otros muchos ironizaron sobre lo perdido que andaba Sorkin últimamente, después del fracaso de su último proyecto televisivo, Studio 60, y casi todos coincidieron en que allí había poco que contar.

Las risas se han acabado cuando han empezado a filtrarse detalles de la película: Sorkin está hablando con los ex alumnos de Harvard que han denunciado a Zuckerberg y con empleados y ex trabajadores de la compañía dispuestos a airear trapos sucios. Finalmente, sí que había una historia que contar y Sorkin está dispuesto a hacerlo. Detrás, como productor aparece el férreo Scott Rubin (No es país para viejos, Revolutionary road), y como director, Thomas Schlamme, colaborador habitual de Sorkin en televisión.

Zuckerberg, asustado por la reputación y profundidad del proyecto del guionista, ha enviado una circular a todos sus colaboradores (incluyendo aquellos que ya no trabajan en Facebook) advirtiéndoles de que se abstengan de hablar con "terceros" sobre las tripas de la compañía. En el comunicado no se menciona a Sorkin.

La CNN ha desvelado la carta sin que nadie hasta el momento lo haya desmentido. Es más, Facebook admitió haber enviado la circular, pero "sin que ésta fuera una respuesta a ningún proyecto en concreto". Tomando como punto de partida artículos demoledores como el de Claire Hoffman en la revista Rolling Stone, donde Zuckerberg es retratado como un gánster cibernético, un freak con ínfulas, que se limitó a reescribir lo que cuatro de sus colegas esperaban convertir en una mina de dinero, la película sobre Facebook empieza a lucir como un retrato oscuro, desagradable y puntilloso del éxito, en lugar del cuento de hadas que a los accionistas les gustaría ver.

Mark Zuckerberg, fotografiado en febrero en la sede de Facebook en Palo Alto, California.
Mark Zuckerberg, fotografiado en febrero en la sede de Facebook en Palo Alto, California.AP

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