_
_
_
_

Descomponiendo el mito del salvaje

El exfutbolista Lilian Thuram organiza una exposición que busca descolonizar nuestra mirada sobre el extranjero

El exfutbolista Lilan Thuram, uno de los símbolos de la Francia multicolor campeona del Mundo del '98, descubrió que era negro a los nueve años, cuando llegó a París desde las islas de las Antillas donde nació. "Te conviertes en negro por la mirada de los otros", dice. Thuram, que dejó el deporte en 2008 para crear la Fundación de Educación contra el Racismo, ha encontrado un principio de explicación a los estereotipos que combate en el estudio dirigido por Pascal Blanchard sobre el poco conocido y sin embargo masivo fenómeno en el siglo XIX de los zoológicos humanos, en los que se exponían al público familias enteras consideradas exóticas. Del encuentro entre el ex defensa y el historiador francés nació el proyecto de la exposición Exhibiciones: la invención del salvaje, que llega hoy al Museo parisiense del Quai Branly con la ambición de descolonizar nuestra mirada sobre el extranjero.

Más información
Thuram anuncia su retirada

A través de unas 600 piezas, principalmente pinturas, fotografías y pequeños filmes, la muestra recorre la construcción de aquel mito a través de las exhibiciones humanas organizadas primero en las Cortes europeas y popularizadas a partir de mediados del XIX en los teatros populares, los cabarés y los zoológicos, desde el siglo XVI hasta su progresiva desaparición a partir de los años 1930. Recrea así los orígenes de la imagen del perfecto salvaje, aquel que va desnudo, con plumas en la cabeza, que come carne cruda con las manos y que ha calado en el imaginario colectivo hasta hoy. Y recuerda que el todo va acompañado de la clasificación científica de los seres humanos en razas jerarquizadas, un fenómeno en el que la curiosidad por la diferencia acaba desviada hacia la caricatura más grotesca.

La historia de la exhibición de "salvajes" en Occidente empieza realmente con Cristóbal Colón, que a su regreso de las Américas en 1492 presenta a seis indios a la Corte española. En un principio el "salvaje" es expuesto como una curiosidad, de la misma forma que los enanos y las mujeres barbudas. El fenómeno toma amplitud a principios del XIX, a imagen del éxito de Saartje Baartman, la célebre Venus hotentota, exhibida en Londres y en París entre 1810 y 1815, cuya historia ha sido popularizada recientemente por la película del francotunecino Abdellatif Kechiche, Venus Negra, y cuyo cuerpo no ha sido repatriado a Sudáfrica hasta el año 2002.

El fenómeno se populariza entonces a través de las exposiciones coloniales y universales y de los zoológicos humanos, en paralelo con el avance de la colonización y el estudio científico de las razas. Se va profesionalizando, con el circo Barnum en Estados Unidos y las "tropas exóticas" que van de gira por las capitales europeas. "Es un fenónemo masivo y mundial antes de tiempo, que toca tanto a Occidente como a los países de los que son originarios los supuestos "salvajes", se calcula que más de 1.400 millones de personas han visitado un espectáculo étnico en todo el mundo", explica Blanchard, co-comisario científico de la muestra.

La última gran exposición universal en la debían ser exhibidos seres humanos fue la de Bruselas, en 1958, que ante las crecientes críticas tuvo que ser cancelada. Pero el fenómeno pierde fuelle ya en la década de los 30, cuando el público se empieza a desinteresar, la inmigración llega a Europa y el cine toma el relevo en materia de espectáculo. "Para entonces los zoológicos humanos ya han cumplido su obra: el colonialismo es considerado legítimo, el eugenesia está en marcha, llega el nazismo y el fascismo al poder y las potencias coloniales tienen que mostrar ahora que esos 'salvajes' están en vía de civilización, por lo que se exhibe un nuevo modelo, el del africano y su tractor, la imagen de la modernidad", concluye Blanchard. "Se pasa una página y Tarzan triunfa en el cine".

Lillian Thuram, durante una conferencia de prensa.
Lillian Thuram, durante una conferencia de prensa.AP
'Jardin zoologique d'acclimatation de Paris (Jardín zoológico de aclimatación de París)', obra de Henri Sicard et Farradesche de 1891.
'Jardin zoologique d'acclimatation de Paris (Jardín zoológico de aclimatación de París)', obra de Henri Sicard et Farradesche de 1891.MUSÉE DU QUAI BRANLY | © Groupe de recherche Achac, Paris / coll. part / DR

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_