Conmoción tras el robo del 'Códice Calixtino'
La policía interroga a todos los trabajadores de la catedral de Santiago y visiona horas de grabaciones en busca del libro sustraído el jueves
Hasta el último sacristán de la Catedral de Santiago ha sido interrogado en las últimas horas por la policía nacional, que busca pistas sobre el paradero del Códice Calixtino, un libro datado en el siglo XII y según los expertos "de valor incalculable" cuya desaparición denunció el cabildo catedralicio el pasado miércoles a las siete de la tarde en una comisaría de la ciudad. Además, indican fuentes de la investigación, los agentes están visionando cientos de horas de grabaciones de las cámaras de seguridad en busca de un rastro que permita identificar y detener al autor de la sustracción.
"Es un trabajo lento y laborioso, pero creemos que podría sernos útil", ha dicho a EL PAÍS un mando policial. Ninguna de las cámaras estaba dentro del recinto donde se hallaba guardado el códice, sino que se encuentran colocadas en la zona del claustro y otras dependencias. Las mismas fuentes del caso indican que, aunque no es seguro que el ladrón accediera a los archivos del templo a través de esos pasillos, sí "es probable". El núcleo de la investigación en curso lo forman una docena de especialistas, informa Europa Press, de los cuales tres forman parte de la Brigada Central de Patrimonio de Madrid y los demás pertenencen a la policía científica de Santiago y A Coruña.
Precisamente son los efectivos de la policía científica quienes están realizando "un minucioso examen" del escenario del hurto en busca de algún tipo de material genético. Esa clase de hallazgo aportaría información sobre los autores de los hechos, quienes, según el fiscal superior de Galicia, Carlos Varela, se enfrentarían a penas de hasta cinco años de prisión. Varela también advirtió "puntos débiles" en la seguridad en la "forma de custodiar" la mejor versión conservada del Liber Sancti Jacobi en una comparecencia para dar cuenta de los delitos contra el patrimonio cometidos durante 2010 en la comunidad gallega.
De los puntos débiles de la manera en que la Iglesia guardaba el Códice Calixtino da cuenta el desconcierto de las primeras horas después de hacerse pública el suceso. La policía llegó a sobrevolar la Catedral de Santiago en helicóptero ante la posibilidad de que el caco hubiera penetrado en la basílica por algún agujero desconocido de los intrincados tejados del recinto. Los propios cuerpos de seguridad descartaron esa hipótesis.Los indicios que cobran mayor peso apuntan, según aseguró a este periódico un mando policial, a un robo por encargo, al tiempo que consideran a que las pesquisas acabarán dando resultados positivos.
El fiscal gallego, Carlos Varela, mencionó la "alta demanda" en el mercado mundial de coleccionistas del arte religioso. Sin embargo, expertos consultados no concuerdan con esa percepción. Para el expresidente de la Real Academia Galega, y reputado bibliófilo, Xosé Ramón Barreiro, un libro así no tendrá fácil salida mercantil: "No hay dinero en el mundo que pueda pagarlo, no puede circular por los mercados ni entrar en ninguna biblioteca. Yo quiero pensar que se trata de alguna travesura y que el Códice Calixtino volverá a su sitio".
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